Por el Ms. C José Abreu Cardet, Premio Nacional de Historia
El fracaso del Plan Fernandina con la incautación, el seis de enero de 1895, por las autoridades de los Estados Unidos de los barcos que debían de trasladar a Cuba a los principales líderes de la guerra y armas para que esta estallara en todo el país, creo una situación difícil para los revolucionarios. Pero con ese sentido de lo poco lógico que, en ocasiones, predomina en los movimientos revolucionarios, al divulgarse por la prensa del fracaso se incentivaron los ánimos. José Martí firmó la orden del alzamiento.
Este se produjo el 24 de febrero en diferentes lugares de Oriente y en Matanzas. En este último fracasó pero en Oriente se extendió rápidamente por la región. Se produjeron alzamientos, simultáneamente, en Santiago de Cuba, Guantánamo, Jiguaní, Baire, Manzanillo, Bayamo, Holguín y otros lugares.
En Holguín aunque inicialmente con menor intensidad que en otros lugares, pues un grupo de veteranos de 1868 estaban comprometidos con Antonio Maceo y esperaban la llegada de este para alzarse. Holguín formo parte junto con Santiago de Cuba de un departamento.
Maceo en varias ocasiones operó en este territorio lo que lo convirtió en un líder de arraigo. Pero a partir del 24 de febrero comienzan a producirse alzamientos. El del 24 de febrero no fue un estallido inesperado como ocurrió en otras comarcas. Fue más bien como una ola que se fue extendiendo por la zona. Es un proceso que se inició el 24 de febrero y se extiende por marzo y abril. Toma especial auge con la llegada de Antonio Maceo.
Desde Manzanillo acudió el catalán José Miró Argenter de gran arraigo en la zona. Había residido en la comarca y dirigió el periódico autonomista La Doctrina, que nucleó a un grupo de independistas y se caracterizó por atacar al régimen colonial. La presencia de Miró incentivó el movimiento revolucionario.
Un factor muy importante fue el alzamiento de un grupo de veteranos del 68 que estimularon el movimiento y les dieron confianza a los jóvenes que se incorporaban. Entre estos se encontraba Luis de Feria Garayalde veterano de la guerra de 1868 y de la llamada Guerra Chiquita. Este se alzó en Tacajó. Decenas de miembros de su familia lo siguieron. No menos importante fue el comportamiento del combatiente de la guerra de 1868 Remigio Marrero tenía 67 años, Luis de Feria tenía 60. Estos hombres debieron hacer un esfuerzo considerable para soportar la nueva campaña. Modesto Fornaris Ochoa el último capitulado de la guerra grande también lo secunda. Guillermo Cardet, veterano del 68 “…hombre de ilustración poco común, y muy significativo en la guerra del 68” (1).
Otros veteranos del 68 como Bruno Mariño y de prestigio en la zona de Banes comandó un nutrido grupo de campesinos, Modesto Aguilera Maldonado da el ejemplo en la zona occidental de Holguín. Deja todos sus negocios y se suma a la guerra.
El alzamiento de personas de arraigo en su zona, aunque no habían participado en la anterior contienda, también fue un factor movilizativo a tomar en cuenta. En Banes dio el ejemplo Juan Vicente Cárdenas “…joven de esmerada educación y sólida posición económica, el hombre más querido en toda la región de la ensenada” (2) En ese época Banes era conocida como La Ensenada. Pedro y Elpidio Quiñonez ambos acomodados terratenientes de los Berros también se suman a la Revolución.
La mujer estará presente en el movimiento revolucionario. El médico Faustino Sirven, se alza y lo acompaña su hermana la señorita Mercedes Sirven, Alcibiades de la Peña graduado en la Universidad de Oviedo “… de antigua y rica familia holguinera con su esposa la señora Aniceta García, española de nacimiento que lo acompañó en la guerra y prestó estimables servicios a la revolución” (3) p 122“…Primitivo Aguilera, a quien acompañaba su joven esposa Angelita Gonzalez Tor valerosa mujer que expuso muchas veces su vida y sirvió de enfermera a muchos heridos…” (4)
La geografía revolucionaria de la zona ha cambiado. Territorios de larga tradición integrista durante la Guerra del 68 ahora estarán presentes en el movimiento revolucionario. Gibara pueblo donde en la guerra del 68 prevaleció la defensa del Imperio Español dará su aporte a la nueva contienda. Es de destacar el alzamiento de Ricardo Sartorio terrateniente del barrio de Velasco, a los que se suman Arístides Ochoa un hombre de cultura autodidacta y que alcanzó los grados de Comandante en la invasora, Eliecer Artola y Vialle Felipe y Gustavo Alberti, Ricardo y Antonio Hidalgo, Ángel Rojas, el periodista y poeta Augusto Hidalgo, que falleció en la campaña.
En Santa Lucía se alza Don Lorenzo de la Cera, oficial de la guerra del 68, en Fray Benito José García Portelles, Diego Yebra y Pedro Ricardo, en la zona del cerro de Yaguajay, Manuel Riverón y en Aguada de la Piedra Juan Sierra Jomarrón.
Miro Argenter recordará de aquellos días: “…hermoso y animado panorama el de nuestras campiñas al resplandecer los albores de la revolución. Donde quiera se veían grupos de campesinos a caballo; salían del fondo del bosque, de la llanura limpia, de lo alto de la sierra, de la cuenca del río, convocados no se sabe por quién no por qué pregones acudían, sin embargo al llamamiento de la patria, aviados del todo, en son de guerra. El sitiero dejaba su estancia, el veguero sus posturas, el labrador sus utensilios de trabajo; todo el mundo abandonaba la faena a medio hacer…” (5)
Un grupo de profesionales se incorporan a la nueva revolución en los días posteriores. Entre ellos Rafael Manduley del Río, también los abogados Francisco y José Fernández Rondán. El periodista José Ramón Torres, Miguel Ignacio Aguilera uno de los que publicaba el periódico Autonomista La Doctrina, Julio Albanés escritor toman el camino de la manigua insurrecta, Entre los artesanos se destacan por marchar a la guerra los miembros de las familias Urbino, Avilés, Milord. El músico Manuel Dositeo Aguilera, autor de la música del himno invasor también sienta fila en la partida mambisa.
El general español Álvaro Suarez Valdés, en carta al comerciante Javier González Longoria, diputado a cortes sobre los alzamientos en Holguín: “agradezco a Ud., su información sobre la nueva intentona separatista; aquí han llegado noticias que el cabecilla Luis de Feria anda con una gruesa partida, no olvido el trabajo que nos dio en la guerra chica y el mal rato que nos hizo pasar cuando tratamos que depusiera las armas. De haber estado yo en ese mando lo hubiera puesto a buen recaudo. Pronto estaré en Holguín y veremos como damos termino a esa algarada.”(6)
Holguín respondió al llamado de Martí.
Cita
1— Constantino Pupo Aguilera Patriotas Holguineros Holguín 1956P. 118
2—Ibídem p. 118
3— Ibídem p.122
4— Ibídem p. 119
5— Ibídem p. 120
6– Ibídem p. 125