Por el Ms. C. José Abreu Cardet, Premio Nacional de Historia
El 1º de enero de 1869 procedente de la jurisdicción de Camagüey llegaba a la población de Tunas una poderosa columna bajo el mando del general Blas de Villate, Conde de Valmaseda.
El objetivo de esta era reconquistar la ciudad de Bayamo donde Carlos Manuel de Céspedes había establecido el primer gobierno independentista cubano. Valmaseda se caracterizaría por su crueldad contra los independentistas cubanos y, en general, contra la población civil. En el estado mayor de la columna que comandaba se encontraba otro asesino; Valeriano Weyler. Los colonialistas estaban en una situación muy compleja, pues el objetivo era reconquistar Bayamo. Pero para esto debían de atravesar el Cauto, un río caudaloso y con los mambises ocupando la orilla contraria.
Valmaseda decidió hacer una maniobra de engaño a sus enemigos: de Tunas marchar hacia Holguín y que los independentistas intentaran reforzar esa plaza disminuyendo las tropas de Bayamo. Los mambises, luego de un prolongado sitio no habían logrado rendir a la guarnición hispana de Holguín. Una poderosa columna que desembarcó en Gibara los obligó a levantar el cerco a los colonialistas. Pero la situación de estos no era muy halagüeña. Las tropas cubanas bajo el mando de los generales Luis Marcano y Julio Grave de Peralta los tenían sometidos a un estrecho bloqueo. Por lo que el movimiento de Valmaseda parecía bastante lógico al tratar de reforzar aquella plaza. El día 5 de enero la columna salió de Tunas rumbo a Holguín. Un militar español en sus memorias sobre aquellos acontecimientos nos dice:
“5 DE ENERO. (1)—A las seis de la mañana se han dado las órdenes para, emprender la marcha á las nueve. Suspendo mi relato hasta la noche que seguramente tendré material para llenar algunas cuartillas.
Después de un día sofocante y de haber tomado al enemigo dos fuertes trincheras á la bayoneta, llegamos á las cuatro de la tarde con un calor espantoso, al potrero Las Arenas.
El enemigo se nos presentó durante el día en todas las cejas de monte que atravesamos, pero siempre fue batido, y en vano trató de defender con calor una ventajosísima posición en que tenía colocada una trinchera, pues nuestros soldados se arrojaron á ella, como leones, á la bayoneta, sufriendo el fuego contrario, y fue puesto en precipitada fuga.
Las dos trincheras se hallaban formadas con gruesos troncos de caoba y cedro, que demostraban haber empleado largo tiempo en su colocación en aquel punto. El general dispuso se les diese fuego y se las inutilizase los más que fuese posible.” (2)
Los mambises no contaban: ni con suficientes armas, ni parque para enfrentar a las bien equipadas fuerzas enemigas por lo que recurrieron a la táctica de hostigar al enemigo desde posiciones ventajosas y retirarse. Lo que este militar hispano en sus memorias considera victorias eran típicas acciones guerrilleras. Un acontecimiento inesperado le ocurre a la columna enemiga, su jefe, Valmaseda enferma súbitamente:
“A la llegada á las Arenas tuvimos un disgusto general: el calor del día había sido insoportable, y S.E. se hallaba congestionado. Era la mayor plaga que nos podía ocurrir; era la mayor angustia con que la Providencia podía abrumarnos. (…) Gracias á los esmerados cuidados del Dr. Teixidó, logró calmarse la congestión, sin tener que apelar á la lanceta; y á las diez de la noche ya se hallaba S.E, más despejado.”
“Salimos al día siguiente á las 7 de la mañana del potrero Las Arenas en dirección al paso del Salado, y á las tres cuartas partes del camino hizo la columna un movimiento estratégico que todos ignorábamos, y que hasta los dos días no pudimos apreciar sus resultados. El paso del rio Salado era uno de esos puntos estratégicos más bonitos para llevar á cabo una operación militar como la que simulamos.
El general firme siempre en su propósito, de desconcertar al enemigo y desorientarlo con sus evoluciones emprendió un movimiento sobre Holguín: continuamos por el camino de esa ciudad al Boajato. (3)” (4)
El llamado “movimiento estratégico” comenzó a ejecutarse cuando la columna española después de Las Arenas abandonó el camino real y tomó las veredas que conducían a las haciendas de San Joaquín y Ojo de Agua, como si buscara el camino carretero de Majibacoa a Holguín. Pero después de dos días de marcha se detuvo en el potrero Guajaco, a poca distancia del río Salado donde constituyen el campamento. Allí encuentran una casa abandonada en la que se había establecido una pequeña partida insurrecta que ante la presencia de la poderosa columna se retira. Siguiendo el testimonio del militar español este nos cuenta que:
“Dormimos á un tiro de bala de la casa, al raso, en una hondonada inmediata á un pozo, único que habíamos encontrado en todo el día: tal era la sed que nos acosaba con el polvo, el calor y el fuego del día, que en este pozo contemplamos nuestra delicia. El agua que contenía el pozo era muy poca, y tuvimos que repartirla á ración, no era la primera vez que sucedía.”
“Establecido el campamento se dedicó la tropa á cuidar el ganado y á cocinar sus ranchos: á las tres horas se había agotado el agua del pozo; a cambio las nubes nos la enviaron abundante á media noche, como si quisiesen refrescarnos de los calores del día, por más que no les agradeciésemos la atención.”
“7 DE ENERO. —.Salimos dé los terrenos del potrero, al amanecer, y con un día en estremo lluvioso; tuvimos algunos tiros que creímos serían de las avanzadas enemigas antes de huir, Ios cuales pusieron bastante en peligro la vida del jefe de E. M. señor Weyler, y del alférez de voluntarios su hermano, que van en la vanguardia, y llegamos sin novedad al potrero Naranjito, en donde pernoctamos. Este día fue muy escasa la ración por no haberse cogido reses.” (5)
El general Julio Grave de Peralta, al conocer de que la columna del conde de Valmaseda había entrado en Tunas, tomó medidas. En carta al capitán Ramón Guillot le expresaba:
“Teniendo noticias de que varios puntos de ese partido se encuentran abandonados sin guardias ni rondas y que donde existen estas no cumplen con la obligación que tienen contraidas cuyas consignas deven darles las superiores espero que redoble U. la vigilancia para aquellos individuos empleados en dicho Servicio nombrando personas entendidas que sirvan de Comandantes a fin de evitar una sorpresa por el enemigo por lo cual se recibiran graves prejuicios. Tambien he tenido noticias de que el Gral. Villate ha entrado en las Tunas con una columna con ideas de seguir á Bayamo ó tal vez en esta direccion por tanto espero que U. con su celo y actividad procure formar cuantas trincheras considere necesarias en aquellas puntos mas importantes ostruyendo todos los caminos por donde considere que pueda marchar el enemigo, valiendose para emprezar tanto de las fuerzas que a su mando se encuentran dedicando tambien á dichos trabajos á todos los vecinos que hubiese reclutado el C. Comisionado Armelio del Monte el cual los dejara á sus ordenes sin perjuicio de cumplir la prevencion que en esta misma fecha le hecho sobre el particular remitiendome en su oportunidad la relacion de los reclutados encargandole especialmente me avise con la rapidez necesaria de cualquiera novedad que se advierta Dios Patria Y Libertad. Ingenio La Caridad. Enero cinco de 1869= El Gral = Julio G. de Peralta= Al C. Ramon Guillot Capitan Juez Local de Guabaciabo.” (6)
Valmaseda varió el rumbo, dejó el camino hacia Holguín y avanzó hacia Bayamo. Mientras, los mambises habían cometido un error lamentable, Donato Mármol el jefe de las tropas encargadas de enfrentar a los hispanos decidió atravesar el río Cauto y esperar a los contrarios en el Salado. Un río perfectamente vadeable por el enemigo. La emboscada que le tendió fracasó. Los españoles contando con artillería y una tropa armada de fusiles y abundante parque derrotaron a los mambises que contaban fundamentalmente con escopetas y machetes. El camino de Bayamo estaba abierto.
Julio Grave de Peralta le escribió a Céspedes el 10 de enero de 1869:
“En este momento acabo de recibir del C. Capitan de Guabaciabo el oficio que literalmente dice asi con fecha de antes de ayer= En contesta a su comunicación fecha de hoy, las tropas enemigas se hallaban situadas en la hacienda Naranjo hoy mismo se han marchado remontando los mejores pasos del Cauto y por dos espias que tenia puesta ha sido apresado un soldado que se presento y ha manifestado que van como mil setecientos hombres. Lo que pongo en conocimiento de U. según sus instrucciones. La necesidad imperiosa de atender al sitio de Gibara y Holguín no me permite el prontisimo placer que tendria de operar á sus ordenes alli y participar á la vez de la gloria que ojala obtengamos consiguiendo rechazar al enemigo:”(7)
Los bayameses incendiaron su ciudad antes de entregarla al enemigo. Céspedes tuvo que retirarse a los campos y bosques implacablemente perseguido por el enemigo. Bayamo más que derrota fue un símbolo de la resistencia.
Notas:
1—Se ha respetado la ortografía y redacción original de los documentos que reproducimos textualmente.
2– Teodorico Feyjoo y de Mendoza: DIARIO DE UN TESTIGO DE LAS OPERACIONES SOBRE LOS INSURRECTOS DE LA ISLA DE CUBA. Llevadas á cabo por la columna á las órdenes del Excelentísimo Sr. General Conde de Valmaseda. HABANA: IMPRENTA MILITAR DE LA V. E HS. DE SOLER. Calle de la Muralla número 40. 1869.
3— El nombre de la sabana era Guajaco
4– Teodorico Feyjoo y de Mendoza DIARIO DE UN TESTIGO DE LAS OPERACIONES SOBRE LOS INSURRECTOS DE LA ISLA DE CUBA. Llevadas á cabo por la columna á las órdenes del Excelentísimo Sr. General Conde de Valmaseda. HABANA: IMPRENTA MILITAR DE LA V. E HS. DE SOLER. Calle de la Muralla número 40. 1869.
5– Teodorico Feyjoo y de Mendoza DIARIO DE UN TESTIGO DE LAS OPERACIONES SOBRE LOS INSURRECTOS DE LA ISLA DE CUBA. Llevadas á cabo por la columna á las órdenes del Excelentísimo Sr. General Conde de Valmaseda. HABANA: IMPRENTA MILITAR DE LA V. E HS. DE SOLER. Calle de la Muralla número 40. 1869.
6—Museo Provincial de Holguín La Periquera Fondo Julio Grave de Peralta. Libro de borradores copia numero 35. Ingenio La Caridad. Enero cinco de 1869= El Gral = Julio G. de Peralta= Al C. Ramon Guillot Capitan Juez Local de Guabaciabo.”
7–Museo Provincial de Holguín La Periquera Fondo: Julio Grave de Peralta. Libro de borradores copia numero 51. Cuartel Gral. de la Caridad diez de Enero de 1869= El Gral= Julio Grave de Peralta= Al C. Gral. en Gefe del Egercito Libertador de Cuba Carlos Manuel Céspedes”