Regresó la música electrónica a las arenas de Caletones


Por Vanessa Pernía Arias
Fotos Facebook AHS Holguín
El Festival de Música Electrónica Stereo G regresó a la playa de Caletones, en el municipio costero de Gibara, en Holguín, clausurado hoy con la salida de los primeros rayos de sol sobre el mar, luego de dos años realizándose vía online debido a las restricciones de la Covid-19.

Auspiciado por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la provincia y el Laboratorio Nacional de Música Electroacústica, esta oncena edición, desarrollada en sólo una jornada, reunió un grupo importante de productores de la isla, quienes ofrecieron 16 horas ininterrumpidas de música para un público esencialmente joven, comentó Norge Luis Labrada, presidente de la AHS holguinera.

De manera especial se dedicó a Ernesto Jorge Hidalgo (TikoSK8DJ), quien falleció recientemente y fuera desde su creación, junto a Luis Ángel Jiménez, organizador del Stereo G y productor del proyecto Electrozona.

Jiménez, a cargo de la organización del Festival y del proyecto Electrozona, explicó que la mayoría de los asistentes fueron DJs productores de relevancia nacional, y jóvenes artistas locales que se sumaron con atractivas propuestas.

Figuraron en el programa: Whisper, Faleke, The Kun, Rakxo, Acid Seduction, Arte, Alex6music, Electrozona, Axennar, primera Dj femenina en Holguín, Dian, de La Habana; y Richie Castro, de Camagüey.

Añadió que a las presentaciones y las sesiones creativas de DJs se unió el trabajo audiovisual y de efectos visuales, empleados de forma directa para promocionar la cultura electrónica en todos sus géneros y estilos; y en sus sesiones los artistas expusieron sus últimas creaciones, con variedad de géneros dentro de lo electrónico.

Como parte de la jornada se realizó, igual que en otras ocasiones, acciones de limpieza de la playa, lo que contribuye a preservar el espacio natural en que durante años se ha realizado el evento, destacó.

Surgido en 2012 y promovido por el proyecto Electrozona, Stereo G se ratifica cada año como uno de los festivales más importantes de su género en Cuba, logrando una interacción íntima entre el público asistente y los artistas, en la cual la música electrónica es pretexto y soporte.

Este Festival, dedicado este año al aniversario 35 de fundada la filial de la AHS en Holguín, pretende promover una cultura sonora diferente y defender el trabajo de jóvenes músicos que apuestan por la electrónica y la experimentación con los sonidos, añadió Luis Ángel Jiménez.

Recuerdan en Holguín el legado de Fidel con variado programa cultural 

Por Vanessa Pernía Arias
Fotos tomadas del periódico ¡ahora!

Una variada programación que comprende presentaciones de libros, conversatorios y recitales de poesía y trova se desarrolló en Holguín, con motivo de celebrarse hoy el 96 aniversario del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz. 

La actividad central se realizó en el Conjunto Histórico de Birán, en el municipio de Cuento, y contó con la presentación, por Víctor Aguilera, vicepresidente primero de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (Unhic) en Holguín, del libro Fidel, un guerrillero antillano en el paralelo 17, investigación realizada por José Ángel Llamo Camejo que recopila información sobre la visita realizada por el líder cubano a Vietnam. 

En el homenaje, al que asistieron las principales autoridades políticas y gubernamentales de la provincia, se reconoció a un grupo de jóvenes con la condición 60 Aniversario que otorga la UJC, mientras otros recibieron en Birán el carnet que los acredita como militantes comunistas.

Mientras en la ciudad de Holguín, Eliel Gómez, presidente de la Sociedad Cultural José Martí, comentó, en intercambio con jóvenes en la Biblioteca Provincial Alex Urquiola, sobre el camino de la virtud que trazó José Martí e hizo suyo Fidel junto a la Generación del Centenario, pues “como bien dijo el Comandante en Jefe, Martí nos legó los principios éticos, patriotismo y su alto concepto del honor y la dignidad humana”. 

Asimismo reflexionó sobre el verdadero homenaje que se puede hacer al Apóstol es saber incorporar lo mejor de los individuos en sus propias vidas, no es citar su obra lo que convierte a una persona en martiana; sino llevar en el corazón las doctrinas del Maestro, convicción presente en Fidel. 

Por otra parte, en la sede local de la Unhic los investigadores Hernel Pérez, Mayra San Miguel y Víctor Aguilera presentaron libros sobre la vida de Fidel, entre ellos la última biografía del líder realizada por Katiuska Blanco, con el título Fidel, y además Fidel Castro como espada reluciente, de los periodistas holguineros Maria Julia Guerra y Rubén Rodríguez. 

Publicado bajo el sello Ediciones Alejandro, del Centro de Estudios Fidel Castro y próximamente a disposición de los lectores, la biografía de Fidel romper la barrera del año 1959 y entra en la etapa de mayor polémica y de menor información desde la historiografía, comenta Aguilera.

Añadió, además, que el volumen propicia un acercamiento general a su figura, pues en una primera parte recoge a modo de resumen aspectos esenciales de su infancia, juventud y la lucha, abordado en sus obras anteriores para enfocarse en determinados momentos de la Revolución. 

Mientras que Fidel Castro como espada reluciente, texto publicado por Ediciones La Luz, resulta una valiosa compilación que refleja el paso de Fidel por la provincia de Holguín entre los años 1958 y 2006 a través de una cronología de discursos que pronunciara en este territorio, así como fotografías y materiales periodísticos publicados en el semanario ¡ahora!

Como parte de esta jornada de recordación se entregó la distinción Fernando Rodríguez Portella a los jóvenes historiadores y profesores de la Universidad de Holguín, Bárbara Márquez, René Hidalgo y Celia Hernández, reconocimiento que confiere cada dos años la Unhic.

Asimismo se realizó el recital de poesía Patria es humanidad, en el Museo Provincial La Periquera, con lectura de Lourdes González Herrero, José Luis Serrano y Kenia Leyva, y el trovador Fernando Cabreja. 

 

Convocan al XX Premio Nacional de Poesía Adelaida del Mármol

Por Erian Peña Pupo

El Premio Nacional de Poesía Adelaida del Mármol convoca a su XX edición, organizado por el Centro para la Promoción y Desarrollo de la Literatura Pedro Ortiz Domínguez, el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Holguín, y el reconocido sello Ediciones Holguín.

Pueden participar todos los escritores cubanos residentes en el país, con un cuaderno inédito de tema libre y una extensión comprendida entre 60 y 80 cuartillas, asegura el escritor Moisés Mayán, especialista del Centro de Promoción Pedro Ortiz. Los libros, añade, se enviarán por vía electrónica en dos archivos, uno con la obra en concurso, acompañado por un seudónimo, y otro con los datos del autor, a la siguiente dirección: premioadelaidadelmarmol@gmail.com En este último archivo deberán consignarse: título de la obra, nombre y apellidos, seudónimo, número de identidad, teléfono, correo electrónico y una breve ficha biográfica. El plazo vence el 15 de octubre a las 3 pm.

El jurado, comenta Moisés, estará integrado por prestigiosos poetas y su fallo se dará a conocer en la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, a celebrarse entre el 24 y el 30 de octubre en la provincia de Holguín. El premio consistirá en 10 mil pesos moneda nacional, la publicación del cuaderno por Ediciones Holguín y el pago de los derechos de autor de la primera edición. La participación en el concurso implica la aceptación de las bases, por lo que las obras que no se ajusten a los requisitos serán descalificadas, añade.

Surgido en 1989, el primer libro premiado fue Testigo de los días, de Alejandro Fonseca, con un jurado integrado por Guillermo Rodríguez Rivera, Paco Mir y José Luis Moreno del Toro. Le han seguido premiados como Odette Alonso, Lourdes González, Jesús David Curbelo, Roberto Manzano, Luis Yuseff y José Luis Serrano, entre otros, mientras que voces como David Chericián, Marilyn Bobes, Roberto Méndez, Alberto Garrido o Delfín Prats han formado parte del jurado de este premio que recuerda a la poetisa holguinera Adelaida del Mármol, la más importante voz lírica del siglo XIX holguinero.

En las más recientes ediciones, el Premio ha sido entregado, en la sede de la UNEAC, a los holguineros Edurman Mariño por El estrecho margen, Zulema Gutiérrez, con Metralla, y Rubiel G. Labarta por El tiempo recobrado, al habanero Lázaro A. Díaz Cala con Por distintas aceras y al matancero Yans González por el cuaderno Estos días de abril.

Las manos prodigiosas de Blanca Rosa

Por Lissett del Carmen Creagh Frometa (Licenciada en Historia del Arte y promotora en el Centro Provincial de Artes Plásticas).

Cuando se habla de arte popular en Cuba sin duda alguna Blanca Rosa Chacón está presente. Madera que pasaba por sus manos dejaba de ser un simple pedazo de palo para cobrar vida con la incansable creatividad de la escultora. Desde el pasado 20 de julio y durante todo el mes de agosto el Centro Provincial de Artes Plásticas de Holguín exhibe, en su Sala Transitoria, la muestra antológica Por siempre Rosa.

Con instrumentos tan disímiles como inimaginados para lograr tal perfección, Blanca Rosa conseguía reflejar hasta el más mínimo detalle en sus figuras, sorprendiendo a todo el que se acerca.

 

Desde las más genuinas tradiciones del país, nuestros antepasados (aborígenes y esclavos), el trabajo campesino —ya poco común en nuestros campos—, ese vecino que todos conocemos y personajes habituales de nuestra realidad, incluso conocidos mundialmente, podemos encontrarlos salidos de las manos incansables de la talladora. Escenas populares que cuentan una historia. Está presente el tradicional retrato familiar de la pareja recién casada con la voz de la experiencia a su alrededor, la abuela que, desde detrás del pilón, siempre tiene listo el café para todo el que llegue de visita, la que se abre camino en las noches con el candil encendido en una mano y un bastón guía en la otra, el conjunto musical que ameniza el guateque campesino junto a la pareja de baile que defiende el zapateo al compás de la música y hasta el gran Hidalgo y su fiel escudero en busca de molinos por los campos cubanos, todas las figuras con un nivel de perfección tal que no creeríamos que son esculturas de una artista sin escuela, su academia fue la persistencia y el amor puesto en cada trabajo.

Es su casa, en el poblado de Uñas, municipio holguinero de Velasco, una gran exposición de sus tallas, tan queridas como si de hijos se tratara, donde posó sus manos también en la decoración, apreciándose la unión de lo utilitario con el toque exclusivo de su autoría (desde el umbral de la entrada hasta camas, lámparas y tapas de enchufes). De estas se lograron trasladar hasta el Centro de Arte solamente 33 esculturas de madera doblemente preciosa (pues la escultora trabajaba sobre todo la caoba, el cedro, el roble y la majagua azul) que transpiran sencillez, la misma que representa al campesino y que es fruto de las manos creadoras de Blanca Rosa (Tomado de http://cnap.cult.cu/noticias-arte-cubano/las-manos-prodigiosas-de-blanca-rosa/).

 

Entregan en FICGibara los premios Lucía

Entregan en FICGibara los premios Lucía

Por Vanessa Pernía Arias y Erian Peña Pupo

Fotos cortesía de FICGibara 2022

Con la entrega de los premios Lucía en el cine Jibá y la convocatoria a la próxima edición en 2023, finalizó el XVI Festival Internacional de Cine de Gibara (FICGibara)luego de un amplio programa multicultural que, del 2 al 6 de agosto, reunió a directores, actores, músicos, artistas plásticos y escénicos en esta urbe holguinera, como deseó Humberto Solás al fundar en 2003 una cita que potenció un cine pobre en recursos pero rico en expresión.

El jurado de ficción, integrado por el director cubano Arturo Sotto, como presidente, junto a la realizadora Laura Cazador (Suiza) y Tito Cañadas, director del Festival Internacional de Cine Social (FECISO) de Castilla-La Mancha, en España, entregó el Premio Lucía en la categoría de Mejor Largometraje de Ficción aPapicha, de Mounia Meddour, producción de Argelia, Francia, Bélgica y Qatar) “por la defensa de igualdad de derechos frente a la intolerancia y el oscurantismo religioso y cultural”, “por darle voz al colectivo femenino en un contexto en extremo hostil”, y “significar la creación artística como una expresión de libertad y reconocimiento”, asegura en el acta del jurado.

El hijo muerto, de Maysel Bello (Cuba) recibió el Premio Lucía al mejor cortometraje de ficción, por “ser una expresión universal del dolor frente a la pérdida o ausencia de un hijo. Por los matices, sugerencias y selección del escenario donde se desarrolla la historia. Por la síntesis y la fuerza interpretativa del elenco que transmite una singular emoción”. Los criminales, de Serhat Karaaslan (Francia-Rumanía-Turquía) obtuvo un Premio Especial del Jurado, yLa campaña, de Eduardo del Llano (Cuba) una Mención especial.

El Lucía a Mejor largometraje documental lo obtuvo Ophir, de Alexandre Berman y Oliver Pollet (Francia-Reino Unido), por “revelar con respeto la dignidad y lucha de los habitantes originarios de una pequeña isla situada en Papúa, Nueva Guinea; utilizando para ello el lenguaje cinematográfico en la defensa de su identidad y su territorio, logrando que empaticemos con la causa que defienden los protagonistas”, aseguró la realizadora cubana Belkis Vega, presidenta de este jurado, junto el gestor cultural español Francisco Jiménez y la directora mexicana Amaranta Díaz Carnero. Mientras que el Mejor cortometraje documental, por “mostrar que es posible construir con pocos recursos una narrativa que profundice en las contradicciones de nuestro día a día. El documental cuestiona la esencia de las imposiciones religiosas en la infancia cuando aún no tenemos la capacidad de elección ni los recursos cognitivos necesarios para comprenderlas”, fue para La comunión de mi prima Andrea, de Brandán Cerviño (España).

El Premio Lucía en animación lo obtuvoCalamity. La infancia de Martha Jane Cannary, de Remi Chayé (Francia), por “mostrarnos la fortaleza de una niña en medio de un mundo donde se niega que las mujeres puedan aceptar retos y decidir sobre su destino. Martha Jane recorre un vasto territorio mientras va construyendo su identidad, venciendo el machismo tradicional arraigado aún en nuestras culturas”, añade el jurado. Una Mención especial fue para Mata, de Ingrid Fadnes y Fabio Nascimento, de Noruega-Brasil.

La prensa –con un jurado integrado por Rafael Grillo, junto a Yudiannis González y Rubén Padrón– premió a Libertad, de Clara Roquet (España) y a La campaña, de Eduardo del Llano. Al primero “por la profundidad y la sutileza con que emprende un estudio de identidad de una adolescente, que desde su mirada permite abarcar una diversidad de temáticas y conflictos humanos relacionados con la libertad, como diferencias de clases y generacionales, roles de género, sexualidad, emigración, conflictos familiares”. Y de La campaña destacó “el ingenio y el sentido lúdico y desacralizador con que deconstruye el relato oficial de la historia, invitando a reflexionar sobre cómo la aplicación rígida, vertical y mecanicista de políticas sociales entraña el peligro de estimular la hipocresía y la simulación, así como el temor a expresar la verdad y a asumir la realidad en toda su diversidad”.

En los premios colaterales encontramos el entregado, por primera vez en FICGibara, por un Jurado joven: Papicha, de Mounia Meddour; La campaña, de Eduardo del Llano; Un viaje hacia nosotros, documental de Luis Cintora (España) y La comunión de mi prima Andrea, de Brandán Cerviño. Mientras que la Federación de Cine Clubes de Cuba reconoció con sus premios a La gente del documental, de Inti Herrera y Reymel Delgado (Cuba) y Mujeres sobrevivientes de dos pandemias, documental de Lizette Vila e Ingrid León.

De manera especial en esta ocasión le fue entregado al actor cubano Jorge Martínez el Premio Lucía de Actuación Masculina, merecido en esta cita en 2018 por su trabajo en el filme Últimos días en La Habana, de Fernando Pérez. Se reconoció, además, la impronta de la Compañía de Danza Contemporánea Codanza, dirigida por Maricel Godoy, en su 30 aniversario, con un trabajo vinculado al Festival desde la primera edición.

El Comité organizador de FICGibara2022, conmocionado al lado del pueblo matancero y toda la nación cubana, acordaron que, tras el acto de entrega de los premios Lucía, no se realizara el concierto de clausura de Alexander Abreuy Havana D’Primera, ni el resto de las actividades festivas programadas para esta jornada de cierre de la edición XVI del evento.

Nelson Rodríguez, maestro de editores

Por Erian Peña Pupo

Con la proyección de una copia restaurada del filme Los sobrevivientes (1979) de Tomás Gutiérrez Alea (Titón), el XVI Festival Internacional de Cine de Gibara rinde homenaje al decano de la edición en el cine cubano, Nelson Rodríguez Zurbarán, quien falleció el 12 de febrero de 2020.

Nacido en Cienfuegos en 1938, y considerado uno de los más importantes editores de Iberoamérica, Nelson trabajó –además de en gran parte de la obra de Humberto Solás, como Manuela, Un día de noviembre, Cantata de Chile, Cecilia, Un hombre de éxito y Miel para Oshún, y de directores cubanos y extranjeros, como como Miguel Littín, Jaime Humberto Hermosillo, Jorge Alí Triana, Jaime Osorio y María Novaro– en varios filmes de Titón. Uno de los hitos de su trabajo es haber editado con apenas 30 años dos películas diferentes y consideradas clásicos del cine cubano y universal: Memorias del subdesarrollo, de Titón, y Lucía, de Solás, en 1968.

La historia de los Orozco, aunque ellos insistan que solo la escriben los Orozco, encerrados en su mansión, en una especie de involución histórica a través de las diferentes fases sociales, mientras afuera se desarrolla el torbellino de la Revolución cubana, tuvo el cuidadoso corte de Nelson. Aclamado por el público y la crítica, el filme –presentado en el cine Jibá de la Villa Blanca por Sergio y Aldo Benvenuto Solás, quienes destacaron aspectos humanos y profesionales del Nelson– fue considerado ese año una “metáfora cuidadosamente elaborada, en la que nada se deja al azar”, además “un ejercicio de profundización respecto a las comedias anteriores de Alea” y la culminación de “un ciclo de películas sobre nuestra historia”, solo tres de los criterios que afloran al aproximarnos a esta obra inspirada en el cuento “Estatuas sepultadas” del narrador y ensayista cubano Antonio Benítez Rojo, guionista junto a Titón de la película, y que puso en escena a mitos de nuestro cine, un elenco irrepetible, como Enrique Santiesteban, Reinaldo Miravalles, Vicente Revuelta, Carlos Ruiz de la Tejeda, Germán Pinelli y Ana Viñas.

“La experiencia que más me aportó fue la de Tomás Gutiérrez Alea”, le contó a Luciano Castillo, aunque en esta obra, Los sobrevivientes, que pudo ver restaurada, no logró, por problemas familiares, imbuirse en los procesos como acostumbraba en sus otros filmes, le comentó a Luciano. “Lo que me gustaba de Titón era que siempre tenía que estar preparado para sus preguntas. Esa experiencia partió de Memorias del subdesarrollo, pero después siempre sucedió igual (…) Titón es mi director de cine cubano preferido. Siempre era una persona que me cuestionaba y con quien me metía que mantener muy activo (…) De las películas que he editado en mi vida, la que más me gusta es Memorias… y luego Lucía. Inevitablemente Lucía fue muy de los dos, estuve siempre muy integrado a ese proyecto y le puse el amor del mundo”, añadió.

Memorias… significa un logro descomunal, entre muchas otras razones, por su edición anticonvencional, godardiana, sobre todo en aquel memorable final cuando el corte hace «brincar» la narración entre los cañones de la Crisis de Octubre y el personaje, desesperado, encerrado en su apartamento y en sus indecisiones”, asegura el crítico e investigador Joel del Río.

En esa película exploró un método que denominó “cortar a lo Godard”, consistente en interrumpir la continuidad de la escena con la inserción de otros planos y alterar el ritmo; tomado de Sin aliento (1959) de Jean-Luc Godard, que sugirió el final antológico del clásico cubano. Además de Memorias… y Los sobrevivientes, Nelson editó para Titón Una pelea cubana contra los demonios (1971) y La última cena (1976), dos películas bastante distintas en su estética.

En los filmes de Humberto, Nelson no solo fue el editor, pues su presencia irradia el guion, el doblaje, incluso la dirección… Así sucedió con Amada (1983), cuyo guion escribió a partir de la novela La esfinge, de Miguel del Carrión, y dirigió en buena parte, aunque no aparece en los créditos. Amada justamente será otro de los filmes que, como homenaje al Premio Nacional de Cine 2007, se presentará en el Festival, junto al documental de Manuel Iglesias, El cine es cortar.

 

 

 

 

 

 

Declaración oficial del Festival Internacional de Cine de Gibara

El comité organizador del 16 Festival Internacional de Cine de Gibara, y todos los participantes en el evento, hemos estado siguiendo con mucha angustia desde la noche de ayer la lamentable situación desencadenada en la base de supertanqueros de Matanzas. Estamos conmocionados al lado del pueblo matancero y toda la nación cubana. Con empatía y dolor, cineastas, músicos, artistas y los gibareños que nos acompañan hemos acordado que, tras el acto de entrega de los premios, no se realice el concierto de clausura de Alexander Abreu  y Havana D’Primera ni el resto de las actividades festivas programadas para esta jornada de cierre.

 

El trabajo actoral entre la realidad y el anhelo 

Por Vanessa Pernía Arias 

Fotos Wilker López

Reconocidos actores cubanos dialogaron sobre su trabajo, retos y proyecciones actuales como parte del evento teórico de la XVI edición del Festival Internacional de Cine de Gibara. 

En el foro, con el título “Palabra de actor: entre la realidad y el anhelo”, moderado por Néstor Jiménez, los actores René de la Cruz, Jorge Martínez, Bárbaro Marín, Tahimí Alvariño, Alicia Hechavarría, Denys Ramos, Félix Beatón y Amalia Gaute, compartieron sobre sus trabajos actuales y los desafíos que impuso la etapa de pandemia a la profesión. 

Jorge Martínez subrayó la cotidianidad del actor y lo que logra después con el personaje, lo que conlleva luego a la acogida o no del público del trabajo realizado. Destacó, asimismo, los esfuerzos del Icaic por mantener la realización cinematográfica y el trabajo actoral en la Covid-19; además instó a los jóvenes a no perder la capacidad de soñar en situaciones difíciles porque es algo esencial en el ser humano que hace vender los retos diarios. 

A su vez Tahimí Alvariño insistió en aprovechar las oportunidades y no tener miedo a las negativas en los castings; pues es necesario aprender a lidiar con eso ya que existen más oportunidades, vida y proyectos. “Siempre debemos ponernos retos y proponerse metas altas, así como personajes complejos que demanden mucho más en escena”, subrayó. 

Alicia Hechevarría destacó que es necesario preservar las raíces de la actuación y la realización audiovisual cubana, recordando a grandes filmes y figuras del cine y la cultura cubana, como lo son Los sobrevivientes, Tomás Gutiérrez Alea y Humberto Solás, entre otros. 

Por su parte Marín debatió sobre las distintas vías por las que llega un actor a concretar su carrera, y ahí, insistió, es donde está el anhelo y la realidad de todo profesional del arte. 

Asimismo el joven actor Denis Ramos analizó la realidad de los actores, cómo se produce y sobre las expectativas de lo que se quiere lograr con el personaje, que no siempre se cumple.

En las próximas jornadas los foros teóricos del Festival de Gibara centrarán sus sesiones sobre la curaduría y la programación cinematográfica en festivales alternativos, espacio en que debatirán sus experiencias importantes programadores de muestras internacionales.

 

Curaduría y la programación de festivales en FICGibara2022

Por Vanessa Pernía Arias

Foto Wilker López 

La curaduría y la programación de cine en certámenes alternativos motivaron hoy el debate teórico en FICGibara2022. Moderado por Sergio Benvenuto Solás, director general del certamen, el foro estuvo integrado por el programador de esta cita, Ariel Montenegro, junto a Paco Jiménez, Tito Cañada, Héctor Ramírez, Léa Teixeira y Adriana Niemeyer.

Benvenuto destacó la labor formativa vinculada a las comunidades que ha alcanzado el proyecto Cámara Chica Voces del Audiovisual, que reúne a niños, adolescentes y jóvenes gibareños en torno a la realización, y que surgió por la repercusión del Festival. Asimismo enfatizó en la capacidad de resiliencia de este proyecto, que pese a las dificultades impuestas por la Covid-19 y la crisis económica mundial, se ha mantenido creando cultura. 

Tito Cañadas, programador del Festival Internacional de Cine Social (FECISO) de Castilla-La Mancha, en España, compartió las experiencias de este evento itinerante que involucra a diversas instituciones locales y apuesta por la inclusión y los derechos sociales desde una perspectiva formativa. 

Por su parte Héctor Ramírez conversó sobre la amplia labor que realiza el Festival de Cine de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y cómo se preserva el patrimonio audiovisual de esta casa de altos estudios, una de las más importantes de América Latina. 

Enfatizó, además, en la programación extensiva de TV-UNAM, promovida en diferentes canales televisivos de Latinoamérica con la finalidad de que se conozca el cine de la región. 

En este sentido, Sergio insistió en la protección del audiovisual cubano, a partir de soluciones que permitan la restauración del patrimonio cinematográfico de la isla. Añadió que del cine cubano solo se han restaurado seis películas, una de Humberto Solás y cinco de Tomás Gutiérrez Alea, por lo costoso y difícil de este proceso, y subrayó que lo verdaderamente importante es lo que ponemos en custodia para el futuro de la nación. A su vez la realizadora cubana Belkis Vega insistió en que se está perdiendo el patrimonio audiovisual de Cuba, sin contar lo que no se exhibe y programa en salas de cines. 

En FICGibara2022 se debatió, además, sobre los retos y desafíos de la dirección de cine en la actualidad y las peculiaridades del trabajo actoral en Cuba y en tiempos de pandemia. 

 

Cuentos de un día más

 Por Erian Peña Pupo 

Cuentos de un día más fue presentado en el Cine Jibá por su director general, Fernando Pérez. Integrado por seis cuentos que dirigieron ocho jóvenes realizadores, la película es el resultado de la colaboración entre el Icaic y varios colectivos audiovisuales independientes (i4films, Wajiros Films, DB Estudio. Cocuyo Media Lab) con el objetivo de crear una obra coral en la que la esperanza se sobreponga a las adversidades de la pandemia, complejo momento en que lograron filmarse las diferentes historias de este filme.

Componen este filme: “La trenza”, dirigido y escrito por la holguinera Rosa María Rodríguez; “Los días”, del dueto Katherine T. Gavilán y Sheyla Pool; “Mercuria”, de Carolina Fernández-Vega Charadán; “La muchacha de los pájaros”, de Alan González; “Ella y él”, de Yoel Infante, y “Gallo”, de Eduardo Eimil, que “además de compartir con el espectador soledades y pérdida de sus personajes –comenta el crítico Joel del Río– también recurre al sempiterno valor de la solidaridad y la resiliencia, que triunfan en una de las escenas finales más hermosas que nos ha regalado el cine cubano en los últimos años”. 

Añade Joel del Río que “el filme manifiesta la justificadísima confianza en el talento no solo de los realizadores jóvenes, sino, sobre todo, la de las realizadoras, porque tres de los cuentos están dirigidos por mujeres, y esta no es una victoria pequeña cuando recordamos la deuda que el Icaic acumuló con las cineastas en sus primeros 40 años de historia”. 

Para Fernando: “Cada director es responsable de su película y su mirada. La asesoría termina donde comienza la mirada del realizador. Por eso me he definido en este caso como coordinador. Por supuesto, en la etapa de guiones los leí y discutí con ellos, di mis puntos de vista… pero cada director fue el que decidió como iba a ser su corto, qué final iba a tener… y muchos me escucharon y otros no, lo que lo hizo muy lindo, porque también es lo que yo pido cuando hago mis películas, pensar no por cabeza ajena, sino propia”. 

Mientras trabajaba en su próxima película, El mundo de Nelsito, el director de Clandestino, Martí, el ojo del canario e Insumisas tomó el timonel de un proceso que fue “muy enriquecedor. Hay cuentos más logrados que otros desde mi punto de vista, que no son los mismos que los espectadores. Lo que hay en la película son diversidad de miradas y maneras de contar, más clásicas, más desdramatizadas, más abiertas… para que no todos los cuentos fueran iguales, sino que mostraran un mosaico con diversas maneras de contar”.

Seis historias, ocho directores jóvenes, la necesaria mirada de Fernando Pérez, maestro artístico y ético de generaciones de creadores, la Covid-19 sobrevolando los diferentes cuentos, la vida, el cine, la esperanza asomándose en los momentos más oscuros, el futuro… se entrecruzan en Cuentos de un día más, un filme que agradecerá el amante del cine.