Fernando Cabreja, cuando todo coincida

Por Erian Peña Pupo

Fotos del autor y Calos Rafael

Fernando Cabreja Garcell se niega a escribir canciones facilistas que lo coloquen “en la punta de la lista”. Autor empeñado en desentrañar los misterios del verso, exponente de lo mejor de la canción de autor, élasegura,en uno de sus temas más conocidos, que pudiera llenar cualquier teatro, haciendo sopa o vendiéndose barato, pero tiene “un corazón insobornable que no acepta ningún trato”. Especie de cronopio nacido en Sagua de Tánamo, Holguín, en 1959, o un semiótico, como él prefiere llamarse, Fernando Cabreja prefiere ser,guitarra al hombro,“un tipo torpe, algo bohemio, medio loco, que siempre está fuera de foco”.

Aunque lo de llenar un teatro sí lo logro, cuando abarrotó en 2018las dos plantasdel Eddy Suñol de Holguín con su primer gran concierto:Fuera de foco,espectáculo que celebró sus 60 años de vida, 40 de ellos dedicados a la música y resumidos en el cancionero Como una luna en pie, publicado por Ediciones La Luz, sello de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la provincia.

“El libro resultó un objeto de arte muy funcional y que se parece mucho a mí. Incluye 60 textos de canciones mías de diferentes etapas de mi vida, desde 1984 hasta más recientes. Es imprescindible hablar de la labor que hizo conmigo José Luis Serrano como antologador, él es quien mejor conoce mi obra desde un punto de vista analítico, conceptual”, asegura deComo una luna en pie, el título también de una de los temas incluidos en el volumen y del concierto que Cabreja realizó hace unos años en el habanero Centro Pablo de la Torriente Brau.

Sobre sus inicios en la música nos cuenta: “Vengo de la tradición de los trovadores de las primeras décadas del siglo XX. Soy autodidacta, pues estudié Historia del Arte en la Universidad de La Habana y aprendí mirando los acordes de músicos que realmente sabían: conocí elementos de la armonía, el solfeo, la composición, trucos a la hora de crear una canción, pues el hecho creativo de la composición musical no tiene reglas y mucho menos recetas”.

De las esperadas y felices coincidencias

Como parte de las celebraciones por el aniversario 50 del Movimiento de la Nueva Trova, Cabreja presentó, en la Casa de la Música de Holguín, su primer disco: una producción de la Egrem titulada Cuando todo coincida, que reúne trecetemas compuestos endiferentes períodos.

Con diseño de Lisander Castell, el fonograma –que también será lanzado en la plataforma de música cubana Sandunga– posee notas del poeta José Luis Serrano, quien realizó la presentación. Nos conocimos “hace poco más de 30 años en el epicentro mismo del Período Especial. La familia, la casa y muy especialmente las canciones de Fernando, fueron un refugio incomparable para el desnutrido aprendiz de poeta que era yo por aquel entonces”, contó.

Cuando todo coincidaredondea varias etapas de cuatro décadas de trabajo, incluyendo elementos del blues, el son, la balada, el rock, el country y el bolero. Luego de tres años de producción, debido a las restricciones de la Covid-19, el disco sale al mercado con la realización musical del cantautor Camilo de la Peña, director del grupoZenda, y la colaboración de artistas como Edelis Cabreja Loyola, Aiyán González, Osmel Matos y Javier Pérez.

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He “disfrutado durante todos estos años ser el testigo que observa muy de cerca cómo se articula una obra extraordinaria”, a la vanguardia de la canción de autor en Holguín. Estos temas ofrecen “una maravillosa oportunidad de enriquecer y confortar el espíritu en estos tiempos de roca dura”, pues sus “canciones son un patrimonio que debe ser preservado y enaltecido”. El disco “es un antídoto contra cualquier modalidad del desaliento”, añade Serrano.

Trova y poesía entre figuras de tinta

Su música reúne a amigos y “trovadictos”en diferentes espacios de la ciudad, como en lareciente peña “Figuras de tinta”, que vincula su música y la obra de poetas de la provincia y el país; y se realiza la tarde de los viernes en el Centro Provincial de Superación para la Cultura.

Cabreja es esencialmente“un poeta amparado por una guitarra” que ha compuesto más de 150 temas, de los que interpreta alrededor de treinta, entre ellas “Alta Marea”, “Muchacha en la ciudad”, “Mi fortuna”, “Valga la distancia”; “Volviste a mí”, “Cosas en común”, “Ya estoy contigo”, “Turbonadas”, “Apuntes de un juglar”, “Algo más de la vida” y “Fuera de foco”.

El espacio inició con la poesía de José Luis Serrano y han participado Lourdes González, Delfín Prats, Moisés Mayán, Gilberto González Seik, Ronel González, Kenia Leyva, Maribel Feliú, Eugenio Marrón…“De los músicos me han acompañado Manuel Leandro Sánchez, Laynier Verdecia, Raúl Prieto, Edelis Cabreja, Yoan Morales, Lucrecia Marín cantando canciones de la vieja trova junto al guitarrista Camilo de La Peña, Carlos Ledea, el Dúo Vértice, integrado por Damaris Hernández y Liliam González, que interpretan canciones de trova”.

Cabreja define esta peña –nombrada así por un verso de Moisés Mayán– como “un espacio de resistencia cultural, porque defiende lo más auténtico de la poesía y la canción de autor”. En este escenario, además, ha ido ofreciendo al público temas de un nuevo proyecto, nacido en los años de la Covid-19 y consistente en musicalizar poemas de diferentes autores de Holguín.

“Aspiro y espero que se convierta en un tríptico con los poemas musicalizados por mí de autores vivos y otros fallecidos, como Gastón Baquero, Mayda Pérez Gallego, Alejandro Fonseca, José Luis Moreno del Toro, Oreste González Garayalde… Ha sido un proyecto abarcador e inclusivo que me ha tenido investigando y haciendo un arduo trabajo de curaduría durante dos años, leyendo y releyendo… Es un proyecto ecuménico que recrea a mí manera 30 poemas de igual cantidad de autores de la provincia e incluye municipios como Moa (lugar donde inició su carrera artística,además de su trabajo en la realización radial,y fundó la AHS en 1986), Mayarí, San Germán, Banes, Cacucum… y el grueso de Holguín”.

Durante un tiempo Fernando Cabreja vivió en el alargado y vibrante Chile, junto a su esposa, la reconocida cantautora infantil Edelis Loyola: “Estuve del 2014 hasta 2016 y logré tener un espacio fijo en La Calera, una comuna ubicada en la Región de Valparaíso. También me presenté en Santiago de Chile, junto al trovador chileno Juan Francisco Lastra”, nos dice hoy.

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Cabreja se considera un trovador: un hombre que apoya “la canción reflexiva y verdadera, como decía Víctor Heredia, aquella que te convoca a pensar. Defiendo la canción espontáneamente raigal, natural, sin adornos ni artificios. No la otra, que tienes que ponerle muchos oropeles para que funcione y camine. Como decía Sindo Garay: la canción un poco desnuda, una canción buena, a capella, incluso sin guitarra, camina”. Por eso Fernando Cabreja cree –como Violeta Parra– que “la canción es un pájaro sin plan de vuelo, odia las matemáticas y adora los remolinos”. A esa canción se aferra y por ella vive; y una parte de ella nos entrega, como compañía en el viaje por la música y la poesía, en Cuando todo coincida.

 

 

 

Marianela: Testimonio de una bibliotecaria holguinera

Por José Abreu Cardet, Premio Nacional de Historia

Marianela Rabell López nos asalta con una expresión que parece más cercana a la poesía que a una especialista en la organización y divulgación de la información, afirma que es una enamorada “de la calidez de la tinta y el crujir de las hojas de un buen libro”.

Desde su niñez comenzó a andar por los caminos de la lectura. No podía imaginarse aquella niña delgada y de mirada penetrante que con los años terminaría de Jefa de Departamento de Información Científico Técnica de la Biblioteca “Miguel de Cervantes Saavedra”, de la sede “José de la Luz y Caballero” de la Universidad de Holguín. Mucho menos que se graduaría como Máster en Historia y Cultura en Cuba y que sería Profesora Auxiliar de la Universidad de Holguín y Presidenta de la Cátedra honorífica “Miguel de Cervantes Saavedra”. Es a esta persona amable a quien abordamos en nuestra indagación sobre la Universidad de Holguín.

A un centro académico como este generalmente uno se acerca averiguando entre doctores y especialistas sobre las últimas investigaciones concluidas, la formación de los profesionales que en cada curso salen de sus aulas. Hoy llegamos silenciosamente hasta las salas de la biblioteca de la institución en busca de una visión de la misma desde los anaqueles donde se atesoran libros, algunos nacidos en los mismos orígenes de la cultura y otros prácticamente acabados de terminar por sus autores. No hemos concluido de revisar los estantes cuando nos encontramos con computadoras que guardan información para la que parece que no hay suficientes años de vida para acabar de leer todo lo que atesoran en soporte electrónico. Marianela Rabell López bajo cuya responsabilidad se encuentra la conservación de esta memoria, que parece infinita, acepta respondernos algunas preguntas sobre el Departamento de Información Científico Técnica.

¿Qué es para usted una biblioteca universitaria?

“Es un centro donde convergen diversos recursos de información para la docencia, la investigación y el trabajo extensionista. Es también un lugar de formación de usuarios y desarrollo de competencias informacionales”.

¿Qué tiempo hace que trabaja en la biblioteca?

“Desde 1995”.

¿Cómo llegó a la biblioteca?

“Llegué procedente del Departamento de Español y Literatura del antiguo Instituto Superior Pedagógico de Holguín”.

¿Por qué su interés por la biblioteca?

“La biblioteca ha sido un sueño cumplido, desde pequeña siempre estuve rodeada de libros y hasta hoy, leer es mi mayor satisfacción”.

¿Qué significa para usted la biblioteca?

“Instrucción, ilustración, sabiduría, goce, disfrute, refugio”.

La biblioteca fuera de la universidad

“La biblioteca universitaria al ser parte de una casa de altos estudios rompe sus muros académicos para cumplir con el encargo social de servir a la comunidad, por eso se inserta en los procesos sustantivos de esta, como es el caso del trabajo extensionista, y participa activamente en proyectos comunitarios como: La Yabita, Rutas y saberes; en unos, la universidad realiza actividades con carácter inclusivo en aquellas comunidades marginales, y por otra parte los estudiantes participan en actividades de recorrido histórico cultural, todas estas son reforzadas por la presencia de la biblioteca y las actividades de promoción de lectura”.

¿Qué significa ese trabajo de extensión?

“El trabajo de extensión es de gran significación pues le da la oportunidad a todo el claustro universitario de participar e intercambiar con diferentes segmentos poblacionales y trascender desde el punto de vista socio cultural más allá de la labor que se desempeña en una comunidad académica”.

La producción científica de la universidad, ¿qué ocurre con ella?

“La producción científica de la Universidad es recuperada, preservada y socializada en la biblioteca; así contamos con un Repositorio institucional que ya alberga una considerable colección de Tesis de Maestrías, Doctorados y Especialidades; así como libros, artículos científicos, trabajos de diploma; entre otros documentos. En la Biblioteca de la Sede “José de la Luz y Caballero”, existe una Sala Especializada, creada para los investigadores, donde se puede encontrar la producción científica de la educación holguinera, con énfasis en las Tesis de Maestría en Ciencias de la Educación”.

La sala de Literatura y Arte Universal, ¿cómo se formó?

“La sala de Literatura y Arte Universal fue creada a partir de una donación realizada por la Organización no gubernamental Solidarios por el desarrollo, adscripta a la Universidad Complutense de Madrid; donaron cuatro mil volúmenes”.

¿Cómo promueven la lectura?

“La promoción de la lectura se realiza a través de diversas actividades y en todos los espacios posibles; tales como: recitales de poesías, debates de libros y películas, conversatorios con docentes destacados y personalidades de la cultura, la ciencia y el deporte; visitas a instituciones culturales e históricas, exposiciones de textos y de artes plásticas, dramatizaciones, encuentro de generaciones, presentaciones de libros, peñas literarias, proyección de audiovisuales, conferencias, paneles, encuentros con lectores y escritores y actividades comunitarias”.

¿Usted cree que se lee?

“Creo que sí se lee, no quizás con la misma pasión ni en los mismos soportes que antes; hay un universo virtual que ha atrapado a niños, adolescentes y jóvenes; pero la lectura sigue siendo curiosidad y emoción”.

¿Qué opina de la buena lectura y la mala lectura?

“Para mí no hay buenas o malas lecturas, hay grandes lectores; y extraordinarios pensadores que se formaron a partir de lecturas que podrían considerarse nada aportativas; sin embargo les abrieron un camino. Por ejemplo, los textos del género épico, tales como las aventuras y los policiacos iniciaron, después vinieron los libros de ciencia ficción, hasta que finalmente se definió la literatura auténtica. No quiere decir que en los libros de aventuras y policíacos no hayan grandes obras; están los clásicos como Julio Verne que han acompañado y poblado la imaginación de niños y adolescentes durante muchos años”.

Las revistas, qué significan para promover la lectura

“Las publicaciones periódicas constituyen hoy un documento actualizado y de fácil lectura. A través de ellas también se puede promover la lectura, sólo hay que determinar en esa variada gama que son hoy las revistas, cuáles les pueden interesar a un usuario determinado”.

La lectura en soporte electrónico

“Se habla de una generación de nativos digitales que han crecido con las tecnologías y que sólo leen textos electrónicos; al respecto, la biblioteca debe ir cambiando la forma de ofrecer sus servicios y pensar en la elaboración de productos digitales que sean atractivos y sugerentes para estos nuevos lectores. En cualquier soporte que se lea siempre será ingreso de conocimientos para cualquier ser humano; aunque en mi opinión nada supera la calidez de la tinta y el crujir de las hojas de un buen libro en papel”.

Entre cavernas y hachas petaloides: acercamiento a los senderos de una arqueóloga cubana

Por José Abreu Cardet, Premio Nacional de Historia

Yadira Rojas Espinosa nació en Holguín en agosto de 1985, graduada en Promoción Cultural y Lic. En Historia por la Universidad de Holguín (2013). Es sobre todo una es una apasionada a la arqueología. Buscamos un rincón cualquiera en la amplia casona situada frente al parque San Jose donde en siglo XX Eduardo García Feria estableció el primer museo de la ciudad, continuado por su hijo Jose Garcia Castañeda.

Allí se encuentra la sede de la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos, entre sus especialistas se encuentra Yadira, quien pausadamente responde nuestras preguntas que intentan ofrecer al lector una visión sobre la arqueología cubana desde la óptica de esta joven.

¿Cómo llegas a la arqueología?

A decir verdad la primera vez que estuve en contacto con la arqueología fue empíricamente, en la Isla de la Juventud, donde viví mi niñez y parte de la adolescencia. Recuerdo verme junto a mi madre y hermano, explorando las cuevas de la loma a la que nombran la Marmolera, en Nueva Gerona, contaba con unos escasos seis años, y todavía siento la frialdad del lago subterráneo de la cueva, y como me intimidaba la oscuridad en ese entonces. Me apasionaba escuchar sobre las cuevas de Punta del Este, las que me maravilla observar en los libros sus pinturas rupestres. Fue allí en Nueva Gerona a los 14 años, que decidí que quería estudiar historia.

La arqueología de forma más concreta llega a mi durante el primer año de la carrera de Historia (2006), cuando el historiador Benedicto Paz comienza a organizar un grupo de aficionados a la arqueología. En la lista fui la primera en anotarme.

Coincidió la formación del grupo, con un curso de arqueología que impartirían los arqueólogos Ángela Peña Obregón y Juan Jardines, y con las excavaciones en la Casa del Teniente a Gobernador, como parte del proyecto Acercamiento a la historia temprana de Holguín a través de la investigación arqueo-histórica.

A la excavación asistíamos cuatro estudiantes, Daniel Naranjo, Serguey y Yulemis, para mayo de 2007 solo quedaba yo. La Arqueología es idealizada de cierta manera por muchos, disciplina esta, que aunque logra atraer a muchas personas, por las historias que descubre y las imágenes del pasado que nos brinda, es una rama que requiere de esfuerzo físico. Otros con desconocimiento del tema, ven ajeno, que para obtener un resultado en arqueología se requiere, cargar cubos de tierras o trabajar a pleno sol, además de lavar y retirar el lodo y la tierra de las evidencias arqueológicas.Para adentrarse al maravilloso mundo de las picoletas, palas y cernidores, se debe tener mucha dedicación y aportar un tanto de sacrificio personal.

En el 2009 empiezo a trabajar en la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos, al lado de la arqueóloga e historiadora Ángela Peña, a partir de ese momento inicio verdaderamente mi superación y enriquecimiento profesional. Fue para mí una etapa en la que tuve que dar un esfuerzo extra, pues llevaba al unísono, la licenciatura, el trabajo y el ser madre de dos niñas.

¿Por qué vías has logrado superarte en arqueología?

Mira siempre digo que he sido privilegiada en cuanto a la búsqueda y obtención de conocimientos prácticos sobre arqueología, también me caracterizo por ser perseverante, y cuando quiero conseguir un objetivo me empeño a fondo.

Un aparte necesario para agradecer a aquellos que confiaron en mí, a pesar de mi juventud, fueron ellos los primeros en notar mi interés por la arqueología, los que trataron de moldear mi potencial, preparándome para el futuro, Ángela Peña Obregón, Hiram Pérez y Juan Jardines, para quienes guardo un lugar muy especial.
Privilegiada de contar en la provincia con un departamento Centro Oriental de Arqueología, en el que laboran arqueólogos de la talla de Elena Guarch, Juan Guarch, Roberto Valcárcel, y Juan Jardines, responsables de parte de la superación que tengo. También me favorece el rico patrimonio con que cuenta la provincia, con un importante número de residuarios de los grupos agricultores ceramistas y sitios de interacción indo hispana, por estudiar.

El primer curso en el que participé con el profesor Juan Jardines, sobre Métodos y procedimientos para la clasificación y catalogación del material arqueológico, me preparó para identificar la variedad de materiales arqueológicos que pueden aparecer en una excavación.

Durante el 2010 participé en el curso de Arqueología colonial, en el Centro Nacional de Conservación Restauración y Museología, que impartió el arqueólogo Darwin Arduengo, aquí me acerqué a la arqueología industrial, en el ingenio Santa María de Gibara.

Me llena de orgullo haber sido alumna de Caridad Rodríguez Cullel (Cacha), en el curso de Arqueología aborigen, de Juan Guarch que me enseñó la forma de dibujar la piedra tallada aborigen, o de Jardines como maestro en el postgrado de Introducción a la Arqueología, conocimientos que obtuve gracias a la actividad científico técnico del Centro de Investigaciones y Servicios Ambientales y Tecnológicos del CITMA en Holguín.

En noviembre de 2012 fui aceptada para el curso de Digitalización de los datos arqueológicos de campo, que el arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, Rubén Manzanilla. Allí compartimos especialistas de diferentes provincias, aprendimos distintas técnicas de prospección y topografía, además nos dejó material para desarrollar y actualizar la disciplina en las maneras más avanzadas. En esta fecha también pude presentar como coautora junto a Ángela Peña y Juan Jardines, la ponencia La Casa del Teniente Gobernador. Resultados de una excavación arqueológica en un contexto temprano de la ciudad de Holguín, en el III Coloquio Internacional de Arqueología. Este tipo de evento le ayuda al historiador a ver desde otra perspectiva el desarrollo y evolución de la arqueología contemporánea. Además de que conoces personalmente a las figuras representativas de la disciplina en Cuba e internacionalmente. Para mí fue un suceso compartir con Lilian Moreira, Lourdes Domínguez, Roger Arrazcaeta, Alfonso Córdova, Osvaldo Jímenez, Lisset Roura, Sonia Menéndez y otros que tuvieron la oportunidad de conocer y valorar el trabajo de la provincia Holguín en la arqueología histórica.

¿En cuántas excavaciones has participado?

Te digo que apenas estoy dando mis primeros pasos como dice el buen cubano, en la arqueología, pero si tengo bien definido que me siento muy cómoda realizando arqueología histórica e industrial. Puede ser consecuencia de mi poca participación en proyectos de arqueología aborigen, no porque no me motive sino que hasta el momento no he tenido la oportunidad en la provincia.

Entre los proyectos de investigación en los que he participado están:

-Gestión y Manejo de la Plaza de la Parroquia San Isidoro de Holguín. Estudio Histórico, urbanístico y arquitectónico del entorno de la Plaza Parroquial San Isidoro de Holguín, 2010-2012.
-Hatos Fundadores de Holguín. Un estudio desde la historia y la arqueología, 2013-2015.
-Cultura material en sitios de interacción Indo hispánicos, 2013-2015.
-Indios en Holguín, 2015-2018.

He podido excavar en la Casa del Teniente a Gobernador, la Casa de Los Reyes, la Casa de los Ochoa, el Ingenio Santa María en Gibara, Managuaco, el Cuartel de Caballería, el Bazar, Las Guázumas, Ingenio San Isidro de los Destiladeros en Trinidad, Guara en la provincia de Mayabeque.

¿Qué te aportó participar en la excavación de Guara?

Guara es una zona de la provincia de Mayabeque, conocida por los especialistas como región pictórica de Guara, caracterizada por la existencia de cuevas entre las que se encuentran, la de Los Muertos, Los Plátanos, Los bichos, y El Aguacate, que tienen la presencia de pinturas rupestres verdaderamente espectaculares, sitios de filiación preagroalfarera. Entre el 2 y el 15 de noviembre de 2017, se desarrolló allí la sexta campaña de trabajo. La excavación para mí fue toda una experiencia, primero porque nunca había tenido la oportunidad de acercarme de forma práctica a un estudio de arqueología aborigen. El trabajo estaba dirigido por los arqueólogos Roger Arrazcaeta y Jorge Garcell, y en él participaron especialistas de las provincias Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Mayabeque, La Habana, y Pinar del Río.Creo que el Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de la Habana con Roger Arrazcaeta y sus investigadores, han logrado integrar a los arqueólogos de todo el país, mostrando y brindándoles las metodologías contemporáneas de hacer arqueología. Trabajar junto a ellos me sirvió para entender una mejor forma de interpretar el registro arqueológico, a partir de las excavaciones extensivas. Lo que permite realizar una lectura horizontal del sitio en estudio y así poder quizás tener una imagen de lo que pudo haber ocurrido en el lugar excavado. En esta campaña Jorge Garcell continuó con los estudios, para fundamentar su tesis, sobre la vinculación e influencia de la luz del sol y la luna, en correspondencia con los lugares de las cuevas, escogidos por los grupos humanos preagroalfareros para realizar los enterramientos.

¿Proyectos futuros que quisieras desarrollar en la provincia?

Me interesaría potenciar la arqueología industrial en Holguín.La provincia cuenta con un rico patrimonio industrial azucarero hacia la zona de Gibara, donde aún quedan vestigios de esta actividad económica. En la actualidad los historiadores YasmaniPeña y Enrique Doimeadios, desarrollan un proyecto que tiene como objetivo, la localización, identificación e inventario de los ingenios del siglo XIX en toda la parte norte de los municipios Gibara y Rafael Freyre. En la comunidad de Yareyal, también se encuentra en estudio la zona rural de El Coco, allí todavía queda una importante representación de lo que fue la manufactura azucarera, con una supervivencia hasta la actualidad de la tradición en la confección de raspaduras. Estimo que el resultado de estas investigaciones serán bases para proyectar futuras intervenciones arqueológicas en el patrimonio industrial azucarero holguinero.

¿Qué importancia tiene la arqueología para el patrimonio?

Es muy fácil de apreciar, y lo explicaré de forma simple. El patrimonio y la arqueología caminan entrecruzando sus cursos constantemente, el patrimonio es reconocible por el hombre, el que identifica sus valores. Se relaciona con la arqueología, pues esta, lo rescata y preserva; el patrimonio intervenido se enriquece con el valor agregado por la disciplina, además de aportarle información que autentifica el patrimonio cultural en sí mismo.

¿Qué logros has obtenido como historiadora?

Me siento bien trabajando los documentos históricos, los archivos son para mí como abstraerse y adentrarse en los siglos pasados. Soy apenas una aprendiz de historiadora, pero he logrado hacer un espacio para diferentes eventos que promueve la provincia, donde trato de divulgar y difundir mis investigaciones. Desde el 2011 participo en el Evento Nacional Estudios sobre Guerras de Independencia, del que guardo varios reconocimientos. Me interesa investigar las mentalidades de los bandos en contienda, durante las guerras de independencia en Holguín, también descubrir las historias de las gentes de pueblo.

Aunque algunos historiadores piensan que debo centrarme en un tema específico, me atrevería a recorrer la historiografía colonial holguinera.
Para la provincia fue un logro que para el XXII Congreso de Historia, se aceptaran 14 ponencias de ellas 6 de la Comisión de arqueología, que parte de los autores sean historiadores y arqueólogos jóvenes dice del buen camino que llevan estas disciplinas en la provincia.

¿Éxitos en la arqueología?

La arqueología en los últimos tiempos se ha vinculado en los proyectos investigativos de corte histórico en la provincia, y no es que esto sea nuevo, pero en ocasiones se hace un tanto difícil lograr acciones interdisciplinarias. El día 5 de junio de 2013 fueron exploradas las sabanas, donde la tradición popular ubicaba el primer cementerio de la ciudad, cercano al río Guásumas en la finca La Escondida del Naranjo.

Considero un éxito para ambas disciplinas, la localización y ubicación geográfica del sitio Las Guazumas. Lugar de importancia clave para el entendimiento del proceso y evolución de la fundación del pueblo San Isidoro de Holguín. Enclave de la primera iglesia erigida en curato al norte de la villa bayamesa durante la primera década del siglo XVIII.

Al sitio Las Guazumas, en el Hato Las Cuevas, fue trasladada la ermita que existió en el de Managuaco, en el año 1709 a petición de doña María de las Nieves Leyte y Rodríguez.

George Céspedes, rigor y espiritualidad en escen

Por Claudia Patricia Domínguez

Foto Wilker López y Juventud Rebelde

George Céspedes, el líder de “Los hijos del director”, el coreógrafo residente de Danza Contemporánea de Cuba también es holguinero, y como bien dice, naci´o y cria’o en el reparto Zayas. ¿Su vocación? Para ser sinceros, y esto se le da muy bien, no puede situarse en un momento exacto, tal vez fue en aquella función de danza semanas antes de entrar a la Escuela Vocacional de Arte, cuando integró el elenco de la prestigiosa compañía que dirige Miguel Iglesias, o incluso, un día cercano a su retiro como bailarín.

La verdad es que nunca adquirió conciencia de ello, le bastó encontrar en cada movimiento una forma interesante de expresión, comunicar sus inquietudes sin ofrecer respuestas. Sobre su trabajo como coreógrafo aseguró que no es más que un aprendiz del oficio.

“Un coreógrafo de oficio tiene que crear en cualquier circunstancia y yo aún dependo de la inspiración, de encontrar motivaciones en la música, la escenografía, el vestuario, ya que para contar una historia necesito nutrirme de todo lo visible en la escena”.

Al indagar sobre la naturaleza de sus obras, que se distinguen por su marcada intensidad, su creador subrayó el interés por exponer al hombre y su existencia en el mundo, y sucede “porque en esencia hablo de mí, desde mis experiencias y desde las inquietudes que habitualmente me cercenan la cabeza”.

“La intención de mis coreografías no es mostrar las soluciones ante cuestionamientos que pueden tener un origen social o político, y digo ‘pueden’ porque no es mi interés que se defina como tal, pero finalmente el arte, y yo como ente social, no escapamos al contexto en el que vivimos”.

Tú, hombre de Dios (oculto, asustado, extraviado) se presentó los días 1, 2 y 3 de julio desde la sala principal Raúl Camayd del Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol en una breve, pero intensa temporada que incluyó la reposición de la pieza ABC asino. Población flotante, del coreógrafo guantanamero Yoel González con gran acogida por el público que reconoció entre aplausos y ovaciones la complejidad técnica e interpretativa de ambas propuestas.

Con música original de Alexis de la O, diseño de luces y vestuario del propio George Céspedes, la obra inspirada en el poema Hombre de Dios, de María Valtorta, inicialmente fue concebida por su fuerte carga emotiva para bailarines experimentados cuyas vivencias funcionaran como complemento en la interpretación de cada movimiento.

“La maestra Maricel Godoy siempre quiso que trabajara con Codanza, pero debido a compromisos de trabajo no se había materializado esta colaboración. Los bailarines que hoy integran el elenco de la compañía son muy jóvenes, en su mayoría, están en proceso de aprendizaje y el montaje coreográfico aún está muy verde.

“Considero que en estos momentos, luego de haber bailado la obra, es que comienzan a entenderla, hay que seguir trabajando en su evolución y tal vez reestrenarla en un año para valorar su crecimiento. Mis trabajos suelen ser bien intensos, de cierto modo intelectuales y demanda del bailarín un compromiso personal con la coreografía, método de trabajo que puede ser muy difícil de entender por las nuevas generaciones que no están acostumbrados a esas dinámicas”.

Sin embargo, esto no fue un impedimento para la ejecución de una pieza desgarradora que jugó con las emociones del espectador y que al decir de la maestra Maricel Godoy, en declaraciones a la prensa durante el proceso de montaje, nada mejor que una obra coreográfica de George Céspedes para mostrarles el camino hacia la virtud interpretativa, premisa que siempre ha defendido Codanza, convencidos de que “los movimientos deben ser habitados y no bonitos para que llegue al espectador el mensaje del coreógrafo”.

Bienvenido a escena el rigor y la espiritualidad de George Céspedes, siempre acompañado de propuestas tan originales como reflexivas. A los holguineros solo nos queda esperar por una segunda colaboración, mientras el pecho se hincha con el orgullo por los éxitos de otro de los “nuestros” que en Cuba y fuera de ella ya ha dado mucho de qué hablar (tomada del periódico !ahora! Disponible en: http://www.ahora.cu/es/cultura/16125-george-cespedes-rigor-y-espiritualidad-en-escena).

Aniversario 54 del Coro de nuestro Teatro Lírico 

 

Por Erian Peña Pupo

Fotos cortesía del Teatro Lírico Rodrigo Prats de Holguín 

El Coro del Teatro Lírico Rodrigo Prats de Holguín celebra este año su aniversario 54 con la revista musical Chorus Time, espectáculo dirigido por el maestro Raúl de la Rosa, con dirección musical Bertha Damaris Hernández, al frente del Coro, y general de Liudmila Pérez.

Sus inicios –nos cuenta María Eugenia Candaosa Varona, Meña para sus amigos y compañeros de escena, vinculada al Lírico y al Coro desde sus años iniciales– están “estrechamente vinculados a la fundación del Lírico en noviembre de 1962, por el maestro Raúl Camayd, con artistas aficionados y miembros de varios de los coros de la ciudad”. 

En 1969, Holguín –como municipio de Santiago de Cuba– recibe la aprobación de plazas para fundar el coro del Lírico con carácter profesional”, añade Meña, hoy regisseur del Lírico.

Su primer director fue Augusto César Milord, destacado director de coro, y contó con integrantes de colectivos aficionados de Comercio, los CDR, entre otros de los que existían en la ciudad. “Los ensayos se realizaban por las noches, al ser muchas de estas personas trabajadores y estudiantes, gracias a la amabilidad de Ana Arriaza, directora del Orfeón, que, fundado en 1964, había participado en puestas de escena con el Lírico”, añade. 

En noviembre de 1969 este colectivo debutó como coro del Teatro Lírico Rodrigo Prats de Holguín con la zarzuela española La tabernera del puerto, y posteriormente en versión-concierto con la opereta Katiuska. “El éxito fue rotundo y dio lugar a la realización de las operetas El Conde de Luxemburgo y La viuda alegre, entre muchas otras”. 

Entre sus directores se encuentran Raúl Camayd, Ana Arriaza, Conrado Quevedo, Bárbara Zamora y Conchita Casals, sin olvidar a las pianistas Graciela Morales y Dulce María Goicochea, y otros que en función de directores de coro siempre apoyaron en su preparación. 

Bertha Damaris Hernández es la actual directora de Coro, un colectivo que prestigia al Teatro Lírico de Holguín con la calidad de sus voces, y a la escena cultural de nuestra provincia. 

 

Una incursión en Egipto, Israel y Mesopotamia

Por el Ms. C José Abreu Cardet, Premio Nacional de Historia

La aparición del libro Las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea, Editorial Oriente, 1989, de José Rojas Bez, fue una noticia sorprendente y bien recibida en el mundo intelectual cubano. El libro impreso a finales de 1989 se presentó en 1990 por lo que estamos a la puerta de su veinticinco aniversario de llegar al público. La obra cuenta con 184 páginas. En ellas se recogen varios ensayos sobre las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea.

Su autor José Rojas Bez, (Banes 1948) es Doctor en Ciencias Pedagógicas, ensayista, Profesor Titular, miembro del Tribunal Nacional de Grados Científicos en Ciencias sobre Arte. Se le han otorgado importantes reconocimientos, pero el mayor ha sido el de las editoras que le han publicado catorce libros y las revistas académicas de América Latina, España y Estados Unidos que recogen en sus páginas más de 200 artículos. La prensa periódica llevó a ojos del público general y especializado más de 500 comentarios sobre cine.

Recientemente le propusimos a la dirección de la filial holguinera de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba que se conmemoran los aniversarios de publicación de libros importantes, con conferencias, artículos y otras acciones culturales que extraigan del olvido en que se encuentran la mayoría de estos textos. El primer libro que escogimos fue el del colega José Rojas Bez, Las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea. Aunque pudimos comprobar en una ojeada a las publicaciones que aparecen en internet sobre estas literaturas antiguas que ha sido citado o utilizado como bibliografía por varios autores y se ofrece en algunas universidades como texto para sus alumnos. No está olvidado pero no es común ese tipo de publicación en nuestro país.

Ofrece amplia información sobre el devenir literario –obras, géneros, temas, imágenes, formas, contextos– de estas culturas fundacionales. Estamos ante una especie de monografía sobre la literatura egipcia, mesopotámica y hebrea, sin dejar de subrayar a la vez, en cada una, ciertos influjos y vínculos con las demás o con otras cercanas. Si bien se centra en las producciones literarias, en los textos escritos; no deja de extender su mirada hacia los contextos más amplios, es decir, hacia el acontecer histórico en que van surgiendo y la cultura general que los alienta.

Además de los tres ensayos o estudios monográficos centrales, el libro ofrece un cuadro histórico comparativo entre ellas, un ensayo sobre el cuento egipcio Los tres hermanos y otro breve sobre el Cantar de los cantares; así como un capítulo central sobre otras culturas que influyeron o se correlacionaron en alguna manera con estas tres grandes culturas.

Decidimos acercarnos al autor y obtener su testimonio sobre este texto. Le hicimos varias preguntas. Escuchemos a Rojas Bez:

¿Por qué ese interés por la literatura de las antiguas civilizaciones?

«Se suman muchas direcciones y circunstancias complementarias. Una de ellas, vocacional y sentimental, el gran interés y gusto por las obras y frutos generales de estas culturas. Aún recuerdo a mis abuelos libaneses, donde no faltaban ancestros sirios y egipcios, hablarme desde bien niño sobre todo ello e incluso leerme algunos libros que habían traído en sus valijas con amor por sus antiguas culturas, sin menoscabo de la fe cristiana que profesaban.

«Pesó además otra circunstancia, ya no personal como las dos anteriores –mis abuelos y mi trabajo como profesor de Literatura– sino más bien una deficiencia social: la extrema escasez, la casi inexistencia de textos de y sobre Egipto, Mesopotamia y los hebreos. En realidad esta circunstancia era prácticamente mundial, exceptuando ciertas editoras y grupos
´élites´fundamentalmente europeos, pero en Cuba más aún. Había, pues, que subsanar la necesidad y hacer ver cuánto de valioso tenían estas obras para la literatura y la cultura en general. Ya en los planes de estudio de los, en aquel entonces, Institutos Superiores Pedagógicos, se habían dado ciertos precedentes con las selecciones de lectura o recopilaciones preparadas por algunos académicos, entre ellos la siempre bien recordada Rosario Mañalich. Era un avance y un sustento.

«La cuarta circunstancia, yo diría que decisiva, fue el surgimiento de la Editorial «Oriente», en Santiago de Cuba, con gran pujanza y, además, un director y un grupo de editores y asesores, donde figuraban personas cultas o verdaderas amantes de la cultura (que es mejor aún), en fin… capaces de leer y valorar con seriedad el manuscrito, que fue entregado a dicha Editorial en 1984. Pasaron tres años de evaluación. Supongo que se necesitarían muchas defensas de su idoneidad por parte de los editores, en la cual (llegué a enterarme pasados muchos años) tuvo gran peso el aval favorable de la Dra. Adolfina Cosío, a quien no conocí hasta muchísimo después. El libro entró en el plan de publicaciones en 1987. Claro, había un gran «colchón», como llaman los editores a los libros que esperan por su publicación. Le tocó entrar en imprenta en el año 1989, como dice su copyright y su nota de impresión; y comenzó a venderse en febrero de 1990, para agotarse cuatro semanas después, en un mes de ventas».

Logras interrelacionar cada una de estas literaturas

«Quien se interese por una sola de ellas –la egipcia, la mesopotámica o la hebrea– en el ensayo dedicado a la misma, no faltarán ciertas alusiones e interrelaciones sobre las otras dos. Existe así un ensayo sobre la literatura egipcia, uno sobre la mesopotámica y otro sobre la hebrea, cada uno de los cuales establece breves «rememoraciones» o realiza apuntes» sobre las otras literaturas».

Pese a lo distante de esas civilizaciones en el tiempo hablas con gran pasión sobre cada una de ellas

«Aunque uno no comparta las creencias egipcias y aunque uno no comparta para nada, de ningún modo, el afán conquistador, establecedor de imperios tan común no sólo en Egipto, sino en todas las civilizaciones de entonces (y en muchas de aún hoy), aunque uno no comparta muchísimas cosas de los egipcios y los mesopotámicos, por ejemplo, de todos modos no puede dejar de reconocer sus glorias, sus hallazgos civilizatorios y culturales, desde la creación de la escritura y las primeras ciudades hasta miles más. No faltan, sino más bien, predominan los tonos de admiración, reconocedores de los aportes y, específicamente en lo literario, a estas culturas que no sólo crearon sino llevaron a un indudable esplendor, las primeras literaturas de la humanidad».

¿Este libro tuvo un antecedente en tu producción?

«En cierta medida, este libro no pudo ser producto directo, inmediato, sino fruto de una maduración previa, de diversos trabajos anteriores circulados internamente en medios académicos y en algunas publicaciones más restringidas. Pero uno de ellos, el apéndice sobre El Cantar de los cantares sí apareció ya, en marzo de 1980, en el número 37 de la revista Santiago, de la Universidad de Oriente».

¿Crees tú que se pudo hacer «popular» este libro y motivar la lectura más allá de los especialistas?

«Sí. Absolutamente. La edición, cinco mil ejemplares, número grande pero no tan sorprendente en aquel entonces para las librerías cubanas, se agotó en un mes. Como ves, te enseño este recorte, buen recuerdo mío, de las estadísticas de la revista Bohemia. Cuatro semanas entre los más vendidos del país, y agotado en un mes. Después, las opiniones recibidas fueron buenas, desde distintas perspectivas y profesiones de fe y de trabajo. Entonces, ¿qué mejor respuesta? El libro, según propósitos del autor y opiniones de lectores, se mantiene siempre de amena lectura, casi coloquial, motivante y habitualmente más sugestivo que conclusivo. Si funciona como posible texto para la enseñanza, más aún como conjunto de ensayos para lectores interesados en la temática».

¿Tuvo continuidad en tu creación este libro, tienes otros títulos sobre esta temática?

«No seguí trabajando públicamente esta línea específica. Pero por motivos más bien laborales. Empleo, plazas, salarios, demandas, proyectos,… Claro, sin abandono de las esencias».

¿Por qué laborales?

«Al fundarse –más exactamente, cuando fundamos, pues soy cofundador–la entonces llamada Facultad de Cine, Radio y Televisión del Instituto Superior de Arte, comencé a trabajar con ella, y se invirtió la prioridad. Antes de 1990 me dedicaba fundamentalmente a la literatura y en segundo plano al cine y los medios audiovisuales (mi columna de crítica de cine y mi labor con el cine-club). Entonces dediqué mis mayores esfuerzos a la estética, la teoría del arte y la semiótica del cine y la audiovisualidad; aunque sin abandonar, incluso hoy, la literatura y la cultura general, quizás más íntimamente la española e iberoamericana, con continuas lecturas e investigaciones. En Literatura y cultura general, mantuve esporádicas colaboraciones con revistas como la Universidad de La Habana y el anuario Nombres Propios de la Fundación Carolina, y en ocasiones singulares con otras como el anuario del Centro Benjamín Carrión (de Quito), Torre de Papel (de la Universidad de Iowa), Cuadernos Americanos (de la UNAM) y Meditaçoes Filosóficas (de Minas Gerais)».

¿Cuál crees que fue el aporte más importante de tu libro?

«En primer lugar, ya el mismo tema, o temas. La posibilidad de favorecer el conocimiento, interés y amor por las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea entre nuestros lectores generales. Conocer y admirar cuánto implicaron histórica, cultural y poéticamente, con sus influjos reales y potenciales sobre hoy.

«Íntimamente ligado a ello, el haber sido escrito desde aquí y entonces, es decir, desde Cuba, desde el ámbito y una sensibilidad latinoamericana. El ámbito es visible y reconocible, claro. La sensibilidad no es tan visible, pero existe, y todo está pensado como ser de este mundo y no de otro, lo cual no quiere decir que ajeno al otro porque, y es una de las máximas del libro, nada humano me es ajeno (aparte de que casi toda la bibliografía utilizada tenía que ser necesariamente de los otros mundos que podían aportarla). Cubano, latino y, por qué no, universal. Para el lector cubano de aquel entonces pero también para el de otro momento y para el de otros lugares. Porque, además, si buscas en Internet lo hallarás referenciado e incluso recomendado en sitios y en programas docentes de esos otros mundos.

«En segundo lugar, ciertas ´originalidades´con relación a los textos precedentes incluso de las metrópolis. Por ejemplo, el ´plan histórico´a la vez que de ´interrelaciones´. La investigación y exposición del devenir histórico de estas tres culturas y literaturas, así como el señalamiento frecuente de vínculos verificados y también posibles entre obras y rasgos de una y otra».

Por último queremos agregar a lo expresado por Rojas que el libro Las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea, se caracteriza por un lenguaje ameno, mucho más ensayístico y literario que rígidamente expositivo y tecnicista, sin perder nunca el rigor investigativo, de los razonamientos ni de sus propuestas y sugestiones. Así, nada impide la lectura continua, de un tirón, al menos de cada uno de sus ensayos, como un encuentro placentero e instructivo.

Publicado en Memoria Holguinera Radio Angulo en Internet:

Una incursión en Egipto, Israel y Mesopotamia (radioangulo.cu)

Viengsay Valdés: La danza ha regresado con más fuerza

 

Por Erian Peña Pupo

Fotos Wilker López

Viengsay Valdés sabe que es una especie de ídolo de varias generaciones que la han visto interpretar disímiles roles del repertorio del Ballet Nacional de Cuba (BNC), como la Kitri de Don Quijote o en El lago de los cisnes, Giselle y Carmen. Quienes no la vieron en la escena lo han hecho en televisión y asocian su nombre al virtuosismo técnico e interpretativo de la compañía creada por Alicia, Fernando y Alberto Alonso en 1948, base de la Escuela Cubana de Ballet. 

Ella ha sido, luego de la figura de la Prima Ballerina Assoluta, el rostro femenino del Ballet Nacional. Es como si su nombre, que significa victoria en laosiano, presagiara un futuro de luz. 

El reconocimiento y la popularidad que disfruta en cualquier lugar de la isla y en el extranjero –y que por momentos, en su sencillez, parecen apabullarla– están sedimentados sobre el conocimiento y el esfuerzo. Sobre ellos, comenta, se levanta la carrera de un bailarín. 

Desde que asumió la dirección general del BNC en 2020, y un año antes su Subdirección Artística, la primera bailarina ha exigido la calidad. Tanto técnica como interpretativa. Es lo que siempre se reclamó a sí misma y es, por tanto, lo que pide a los demás. “Hasta que no se logre de una manera, no va a estar perfecto o al menos cerca de la perfección”, asegura. Recorrer los escenarios del país –que esperan con ansias la presencia del BNC– sin prolongar demasiado una estancia de otra, y estimular a los jóvenes bailarines, caracterizan también su dirección, además de preservar el legado histórico del Ballet y contemporaneizar las obras. 

Esta entrevista ocurrió en el Salón de espera de la Terminal nacional del aeropuerto Frank País de Holguín, mientras Viengsay Valdés, esperaba el vuelo que la regresaría a capital, donde el Ballet Nacional tendrá una temporada de la siempre exitosa Coppélia, en la que varios bailarines estrenarán roles protagónicos luego de un periodo de inactividad por la Covid-19 que les ha hecho regresar con más fuerza a la danza, como lo demostraron en la gira. 

Antes la compañía había actuado en Santiago de Cuba, justo con la obra de Arthur Saint-Léon, Bayamo y Manzanillo, y como cierre del periplo en Holguín, donde la noche anterior a este diálogo se presentó en el Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol con un programa concierto con las obras Love Fear Loss de Ricardo Amarante; La muerte de un cisne de Michel Descombey; Prólogo para una tragedia (Dúo de amor) de Brian MacDonald; Suite generis de Alberto Méndez; Invierno de Ely Regina Hernández, y Majísimo, clásico de Jorge García. 

Con la presentación en Holguín culmina la gira del BNC por varias ciudades del oriente del país… 

Ha sido una gira muy exitosa, pues nos acercamos a provincias donde hace mucho tiempo no actuaba el BNC. Comprobamos la avidez y el conocimiento de nuestro arte, con públicos tan diversos que recibieron con un caluroso aplauso a nuestros bailarines. Ha sido muy emocionante en todos los sentidos, desde la atención humana y la acogida del público, al retomar la tradición de volver a estas provincias lejanas en distancia pero muy cercanas en el sentido de la preferencia y de cómo aprecian, respetan y admiran el BNC… Es un deber, durante mi dirección, cumplir con ese legado de nuestros fundadores de poder llevar nuestro Ballet por toda la isla, expandirnos, que nos conozcan, que se vuelva casi una tradición anual. En todas las provincias coinciden en que debemos volver, no distanciar tanto los intervalos de una visita a otra. Haremos todo lo posible, dentro de nuestra programación en el año, que es bastante apretada porque tenemos muchos compromisos, pero sabemos que esto es un deber que nos corresponde como compañía insignia del ballet cubano. 

Luego de comprobar la avidez por el ballet ha quedado la promesa de regresar con algún clásico… 

Ahora sabemos que están ávidos de tener un gran clásico y nuestra compañía tiene esa línea clásica… pero siempre recordándole al público que, además, existe un gran repertorio en el BNC al que se le han ido incorporando cada vez más obras de relevancia internacional. Creo que hay también que equilibrar un poco esa balanza, los grandes clásicos sí, pero también un gran repertorio de fondo que tenemos y podemos respaldar. Ya que vivimos en esta ocasión con un programa mixto, tengo pensado complacer esas peticiones en la próxima visita. 

¿Cómo contemporaneizar el BNC y mantener el legado fundacional al mismo tiempo? 

Eso significa hacer un aporte. A lo que ya existe, ese respeto al legado histórico, se le puede añadir, siempre que se le aporte algo nuevo, diferente, pero que sea constructivo. En esta ocasión se está haciendo un trabajo con coreógrafos internacionalmente reconocidos como Alexei Ratmansky, Ricardo Amarante, Nacho Duato, posiblemente Justin Peck, que han hecho una gran obra a nivel mundial y están muy bien valorados en sus compañías y en el mundo entero. Ellos han dejado ya una huella a nivel internacional, y qué mejor que el BNC incorpore esos títulos que han sido de relevancia tanto para las carreras de esos grandes coreógrafos, como para tenerlos aquí, para nuestro consumo y audiencia… Es una forma también de retroalimentarnos de esa gran fuente de obras que poseemos en nuestros archivos. 

¿Cuáles son los intereses, los objetivos de trabajo, de Viengsay Valdés frente al BNC?

Además de lo anterior, el hecho de dar oportunidades a jóvenes promesas. Saber premiar el talento joven es una de las cosas en las que he estado insistiendo, porque considero que si a esas edades tempranas se les trabaja, adquieren experiencias más pronto y absorben de los que más conocimientos tienen en la compañía. Son bailarines que se desarrollan mucho más rápido, y es una forma de estimularles artísticamente porque tienen muchos deseos de bailar. 

Tras la pandemia ha habido un cambio, una fuerza, unos deseos, un ímpetu que han demostrado esos bailarines… Creo que la danza, en general, ha regresado con más fuerza y eso lo han demostrado en la escena, en la dedicación, en la entrega, en el entrenamiento, y en la disciplina y la exigencia; esos son factores importantes para el éxito. Ahí está ese trabajo continuo con los jóvenes, con las figuras asistentes y principales… hay mucho por hacer. Yo como bailarina comprendo lo que se necesita para llegar al éxito; cuánto es necesaria la práctica, la dedicación, y eso es algo que estoy haciendo con esos nuevos bailarines. 

Cuando en un escenario internacional el público disfruta de una función del BNC, ¿qué cree usted distingue o diferencia esa puesta, de la misma obra interpretada por otra compañía? 

Ahí está indudablemente la identidad del cubano. Es increíble como una misma pieza creada para una compañía europea, bailada luego por el BNC tiene una calidad diferente, en la que existe esa individualidad, esa personalidad que le inyecta el bailarín cubano a la hora de bailar. Es su forma extrovertida, expresiva, además de la fortaleza técnica, pura, académica… Eso permite que se aprecie nuestro arte y nuestra forma de bailar de una manera diferente pero elogiosa. Te das cuenta en un concurso de ballet: un bailarín cubano se diferencia por las formas, su postura, el virtuosismo que tiene en su ejecución… Son cosas que nos hacen estar orgullosos siempre, porque son logros de nuestra Escuela Cubana de Ballet. 

¿Cuáles obras de las que ha interpretado con el BNC la ha marcado más como bailarina? 

Son muchas realmente… Con solo 16 años comencé a hacer el rol de la Kitri de Don Quijote. Es un personaje que ha marcado mi carrera, no solo por lo temprano que comencé a ejecutarlo, también por la trascendencia a nivel internacional, la fama… Siempre que iba a una gala internacional pedían que bailara Don Quijote por mi equilibrio, por los saltos, por la parte histriónica, expresiva… Además la crítica especializada me ha puesto, precisamente con ese rol, en momentos muy altos de la danza. Es un personaje que agradezco, me sale muy natural y lo he incorporado a mi carrera aportándole, incluso haciendo versiones diferentes. Lo he bailado en el Teatro Mariinski de San Petersburgo, con The Washington Ballet, en Ankara, Portugal, Sudáfrica, Ucrania… Ha sido un rol que me ha acompañado bailándolo con otras compañías del mundo, y que me han pedido que interprete en muchos sitios. 

Le tengo mucho cariño a Kitri, pero con 18 años hice mi primer El lago de los cisnes. Es uno de mis ballets preferidos, por la dualidad del personaje, como se transforma de cisne blanco a cisne negro una misma noche… Me gusta marcar la diferencia, interpretarlo, desdoblarme en ese rol… Es un personaje exigente, tanto técnicamente como interpretativamente, como lo es también Giselle, otro de mis preferidos, y Carmen, uno de los que más disfruto en escena.

Viengsay Valdés es parte del mito en la historia del BNC y de la Escuela Cubana de Ballet. ¿Cómo ha afrontado esto? ¿Ha sido complejo ser el rostro visible del ballet de nuestro país? 

Al principio uno no es consiente. Uno de entrega tanto en esta carrera para lograr ser una figura… Esa era una de las primeras cosas que mi madre me decía: “Si quieres llegar a ser una bailarina tienes que ser de las mejores, no te conformes con ser una más del cuerpo de baile”. Con solo 12 años tener una madre que me dice cómo deben ser las cosas, pues yo no era muy buena en ballet en mis inicios, increíblemente, pero fue tanta mi superación, tanto el consejo y saber lo que yo quería en mi vida, que con solo 12 años se me planteó la necesidad de saber cuál es mi meta, a dónde quiero llegar, y cuando uno tiene muy claros esos orígenes, y la vocación, pues entonces uno no mira lo que está sucediendo a su alrededor. 

En ese camino surge la admiración, el ser ídolo de otras generaciones, ir creando el precedente de la fama, el reconocimiento, la popularidad… Todo eso permitió que estuviera bien enraizada en mi cubanía… Tuve el privilegio de trabajar directamente con Alicia, con Fernando, con el propio Alberto Alonso, que muy pocos han podido hacerlo al encontrarse fuera de Cuba, con las Cuatro Joyas… Al tener maestros tan importantes y referencias de cuando algunos de ellos bailaba, me ha servido como una escuela; eso es lo que me ha permitido tener la base, el conocimiento, el saber qué exigir, y exigir la calidad: la calidad técnica, artística, en todos los sentidos. Por eso la calidad de hoy, porque entiendo que hasta que no se logre de una manera, no va a estar perfecto o al menos cerca de la perfección. 

Vivir para la fotografía

Un día esta adorable pareja tocó la puerta de esa institución insigne que es el Museo Provincial La Periquera y, luego de mucha insistencia por recorrer los pasillos de la histórica institución, quedaron prendados por la magia que posee la vieja casona, dos años de interminable espera los separaron de ese lugar que les marcó lo suficiente como para regresar una y otra vez.

Un día esta adorable pareja tocó la puerta de esa institución insigne que es el Museo Provincial La Periquera. Foto del autor

“Arquitectura colonial México”, es el pretexto Nelia Torres y Eduardo Aguilera para volver a Holguín y reencontrase con el edificó que los acogió desde su primera visita, a él le obsequian ese cálido vínculo entre su país de origen y el nuestro, a través de instantáneas que perpetúan los valores patrimoniales inmuebles del hermano país norteño.

Inaugurada este viernes 11 de febrero en el prominente símbolo de la Ciudad de los parques, la muestra es el motivo perfecto para conocer sobre la obra de esta pareja que encuentra su principal pasión en el arte de las instantáneas, así como en el de venir a Cuba para regalarnos esa prolífica creación.

Aventurados a estas tierras

Ya sabíamos de La Periquera, que es un sitio histórico, decidimos encaminarnos y cuando llegamos estaba cerrada. Después de presentarnos nos invitaron a pasar y ofrecieron un recorrido por la institución, hablamos sobre nuestro trabajo y luego acordamos una exposición sobre el Ché, “Hasta la victoria, siempre”, y cuando regresamos ahora, todavía estaba en exposición, algo que nos conmovió mucho, por lo que decidimos donarla a la institucón. Fotografías similares a estas las expusimos en el Museo del Ché en Santa Clara, un lugar muy importante y solemne, en el que fuimos los primeros en exponer. Llevamos 12 años viviendo a Cuba, y en ese tiempo se ha sucedido una expo de otra, quedando algunas pendientes en estos últimos años por la pandemia.

Un país en blanco y negro

Tras una clase de revelado e historia de la fotografía analógica-pues desde allá se encuentran en este mundo, más de cuarenta años de experiencia tiene él y otros veintitantos su esposa-, la pareja de creadores explica que algunos de los originales son trabajados en el proceso antiguo, pero otras fueron reveladas con la tecnología digital, aunque prefieren el blanco y negro como homenaje a ese proceso que es la base de este arte, pero que además hace más impactantes las imágenes que en su homólogo de color, sobre todo en la arquitectura de la colonia, que es muy plana; sin embargo, otros temas y escenas como la indumentaria indígena, que es muy colorida, se trabaja en su contraparte pues perderían estos valores: “cada imagen tiene su forma de color para trabajar que le resalta aún más sus valores. Son pocos los colegas que trabajan este estilo porque tienes que poseer amplios conocimientos de la fotografía de laboratorio para poder alcanzar cada tono de grises”, apunta el matrimonio en la vida y la pasión por el arte.

Inaugurada este viernes 11 de febrero en el prominente símbolo de la Ciudad de los parques, la muestra es el motivo perfecto para conocer sobre la obra de esta pareja: Foto del autor

Tomadas en muchas partes de México, no solo en la capital del país, en una veintena de piezas se reúnen parte de los valores arquitectónicos coloniales, con toda la historia que evoca una imagen. Casa de nobles, conventos, fortalezas, monasterios e iglesias, toda una amplia gama de edificaciones son perpetuadas ante los embates del tiempo, a través del lente de estos apasionados creadores. Varios de estos edificios han sido remozados y puestos en función de los visitantes como museos.

El esplendor de muchas construcciones de la época colonial se ha conservado hasta nuestros días para disfrute de paseantes y usuarios de templos católicos, museos y restaurantes. Esta Periquera, también con arquitectura colonial, abre sus puertas a la arquitectura mexicana de la colonia con las fotografías de, como testimonio del amor y solidaridad de México por Cuba.

Dentro de la muestra, una imagen en particular guarda notable relevancia para los cubanos, está tomada en la Ciudad de México, es el Sagrario Metropolitano, de estilo totalmente Barrroco, pero su importancia para los de la Isla radica en que es el lugar donde se casaron José Martí y Carmen Zayas, para luego regresar a Guatemala.

Esa pasión llamada fotografía

Siempre fue por el placer de hacer la fotografía, no vivimos de ella, sino para ella. Mi esposa es jubilada del magisterio y yo ingeniero, la fotografía es nuestra pasión.

Toda la vida cargo una camarita-apunta Eduardo-, y cuando veo algo interesante aprieto el obturador, luego salen temas y cuando vas al archivo te encuentras con una colección bien amplia de cualquier aspecto o fenómeno. Yo, por ejemplo, trabajo mucho la figura de la Virgen de Guadalupe, y tengo una amplia colección de imágenes sobre este tema. El culto popular a estas deidades, en Cuba la Virgen de la Caridad, y nosotros la de Guadalupe, son otros de los enfoques que buscamos en nuestras exposiciones. Trabajamos también el apartado de los artesanos de ambos países, las formas de hacer en cada región; además de eventos, festividades y fechas importantes en México, como las Fiestas Patrias o el Día de los Muertos, entre otros.

Hemos expuesto en varios países, pero desde que llegamos a Cuba nos atraparon. Hemos trabajado no solo en La Habana, sino en Santa Clara, en Camagüey, Santiago de Cuba y aquí en Holguín, con varias instituciones de renombre a lo largo del archipiélago antillano.

La antigua URSS, Bélgica, China, Polonia, Estados Unidos, son algunas de las naciones que han visitado nuestras obras.

Hacemos este trabajo por amor al arte, no vivimos de ello, somos pensionados pero amamos la fotografía.

“Arquitectura colonial México” es el pretexto Nelia Torres y Eduardo Aguilera para volver a Holguín y reencontrase con el edificó que los acogió desde su primera visita. Foto del autor

“A Cuba la llevo en las venas”

Santiago es mi tierra-afirma Nelia-. Soy cubana, tengo esta nacionalidad, mis padres nacieron aquí. Mi familia sufrió mucho emigrar de Cuba entre la dictadura de Machado y Batista, es duro llegar con una mano delante y otra detrás a un país extraño. Soy descendiente de mambises. La cubanía la llevo en mis venas y “Lalo”-como cariñosamente llama su esposo-, siempre ha amado a Cuba también, su historia, su gente. En Santiago hemos expuesto en casi todas sus galerías y centros culturales, a los que se suman proyectos futuros en instituciones insignes como la Catedral Primada de Cuba, que cumple 500 años. Tenemos programadas para este año varias exposiciones en provincias como Camagüey, en noviembre, en Jiguaní, provincia de Granma, o en Santiago, a nuestro regreso en el mes de agosto, pues pasamos seis meses aquí en Cuba e igual cantidad en México.

Somos amantes del arte y la cultura, son muy importantes estos espacios que nos propician conocer sobre la historia y tradiciones de este bello país que tiene tanto en común con el nuestro.

Semejanzas maravillosas

Tenemos un proyecto que se llama “Semejanzas maravillosas”, donde pretendemos a través de imágenes llamar al entendimiento de los cubanos sobre las diferencia de las cosas dentro y fuera de Cuba, sobre todo los jóvenes piensan que fuera de este país todo es color de rosa, pero están equivocados, no saben apreciar lo que aquí se les ofrece, y a nosotros nos importa mucho esa comparación que se logra a través de las fotografías.

¡Muchas felicidades Profe!

Quizás desee mantenerlo en el anonimato para el mundo y solo los más allegados conozcan de ese día en que vino al mundo uno de los más talentosos, y a la vez sencillos holguineros de Floro Pérez, sin  embargo no podíamos pasar por alto la fecha y de antemano le deseamos muchas felicidades a Ruben Jorge Rodríguez González, o solo Rubén Rodríguez, en su ya próximo cumpleaños, con esta entrevista realizada el pasado año. Los éxitos en su vida profesional y privada están más que explícitos en todo lo bueno que le deseamos.

Crecí, pero en el interior sigo siendo el mismo que mataperreaba por las calles del reparto, montaba chivichanas, jugaba a las bolas, el trompo, los escondidos…y toda una larga lista que hacen de mi infancia, como la de muchos otros, una etapa única que repetiría con gusto.

A Rubén lleguen nuestras más sinceras felicitaciones. Foto: Archivo

No he tenido el valor de escribir un libro, solo me atrevo a unas cuantas cuartillas insípidas, por eso aplaudo y respeto mucho el oficio de los escritores, mucho más si se aventuran en el encantador universo de la literatura infantil.

A Rubén Rodríguez lo conozco de la universidad, y aunque no le guste que lo repita, siempre estará en el lugar de uno de los mejores profesores de esos días, que digo profes, sin dudas, un maestro. Como niño podría leer sus textos para ese público, y es que estoy seguro que cuando escribe no lo hace solo para ellos, sino para recordarnos, a los que se nos escapa una cana, que esa es la más importante etapa de nuestras vidas, que para ellos trabajamos, porque son la esperanza del mundo, los que saben querer.

Este 2 de abril se celebra el Día Internacional del Libro Infantil, coincidiendo con el natalicio del escritor danés Hans Christian Andersen, referente de las letras universales, y Baibrama no podía perder la oportunidad de entrevistar a uno de los más notorios en este tópico dentro de la provincia y el país.

Tiempo en casa no es tiempo perdido

Aprovecho estos días de aislamiento para trabajar en la quinta novela de la serie de El garrancho de Garabulla, titulada Garrancho, la película. Es un homenaje al cine y gira alrededor de la filmación de un largometraje basado en la novela del escritor Ernesto.

Las cosas se complican cuando aparece un personaje singular, Frau Blau, la productora y directora, una millonaria alemana bastante excéntrica. Concluido lo referente al guión y el casting, ya estoy disfrutando, porque yo disfruto mucho cuando escribo, la accidentada filmación.

Por otra parte, ya comencé el segundo libro  de una trilogía de fantasía épica cuya primera entrega, El país de la alegría, debe publicarse por la editorial Gente Nueva.

Un humor pícaro, atrevido, cargado de inteligencia y perspicacia te define: ¿cuánto hay de ese atractivo estilo en tus textos?

Sí, hay mucho humor y peripecias en Garrancho, la película. Es una novela larga, al estilo de La retataranieta del vikingo, llena de situaciones hilarantes, no exenta de suspense y tensión.

Ya existió un antecedente,  la novela Mimundo, publicada por la editorial Oriente y que fue mi primer libro para niños. Ocurre en un mundo fantástico donde cae un niño cubano. Claro, este primer libro no puede clasificarse como fantasía épica propiamente, entonces tampoco tenía idea de crear una saga. Sin embargo, surgió la idea y apareció la posibilidad de publicación.

De ahí nació El Reino de la alegría, que es el libro más extenso que he escrito por su complejidad. La historia ocurre 20 años después de los sucesos de Mimundo, repite algunos personajes  pero incorpora otros.

Un humor pícaro, atrevido, cargado de inteligencia y perspicacia le define. Foto: Portada del texto

¿Y cómo es aventurarse en el mundo de los más pequeños?

Es apasionante, divertido, exige mucha energía y también debes tener claro que, por el tipo de público al que va dirigido, tienes una responsabilidad educativa implícita. Al menos sucede así en mi caso.

Debes lograr su interés, su atención y, además, llevarles un mensaje didáctico, humanista…

Respeto mucho a mi público, me parece que el respeto es la esencia, respeto su inteligencia,  integridad, sus derechos como niños. Les proveo de mi visión optimista del mundo y un modo de manejar las crisis y los conflictos y de comprender su realidad.

Andersen sin dudas es un referente para la literatura universal y para la infantil en específico, ¿Qué importancia reviste este día para quienes siguen sus pasos?

La existencia de este día es importante para todos los que hacemos literatura infanto-juvenil, porque nos reconoce y visibiliza como artistas. A pesar del auge de este tipo de literatura, existen concursos que convocan en la categoría infantil y juvenil, como si fuera una bolsa donde cabe todo; aunque esta engloba al cuento, la novela o el microrrelato, en narrativa, y a la décima, el soneto, el romance o el verso libre, en poesía; se puede dividir, también, en realista y fantástica o de ciencia ficción; y está dirigida a varios públicos etarios contemplando otras modalidades, como el comic, el álbum ilustrado, los libros de pasatiempos o los de colorear. Para todo el mundo editorial que produce para niños y jóvenes, es importante el 2 de abril.

Se celebra desde 1967, para conmemorar el nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, uno de los clásicos del género, en 1805, y no es un día importante solo para los escritores, sino también para editores, promotores y libreros, y por supuesto, para los ilustradores, indispensables a la hora de concebir un libro dirigido a niños y adolescentes. Este día adquiere significado en la promoción de la lectura entre los niños y jóvenes. En estas edades, el libro en general -no solo el libro escolar- es un vehículo educativo, de formación de valores y virtudes.

¿Menosprecio o gajes del oficio?

Todavía existen personas, intelectuales incluso, que nos creen erróneamente una especie de escritores de segundo nivel. Es la misma gente que considera al periodismo como el pariente pobre de la literatura o niega al comic su sitio como manifestación artística contemporánea.

El texto más allá de las palabras

Particularmente concedo mucha importancia a la ilustración de mis libros; media docena de ellos ha sido ilustrada por mi amigo Ángel Velazco, cuyo estilo se aviene muy bien con la naturaleza de mis historias y ha sido bien recibido por los lectores. Toda la serie de Garabulla y buena parte de los libros de Leidi Jámilton cuentan con sus dibujos. También he trabajado con otros artistas, como Yancarlos Perugorría, quien se ocupó de la atractiva visualidad de El final de los finales felices (Ediciones La Luz) y tiene encargados otros dos cuadernos: Embrujar al bebé y otros hechizos (Ediciones Matanzas) y Cuentos de Garabulla (Ed. Cauce), que se encuentran en edición. La ilustración ayuda a captar la atención del niño o el joven, y agrega valores al texto, con la visión singular del artista. Recuerda que el libro es un objeto que se “realiza” en el mercado; para ser leído, debe ser comprado, y uno no compra un artículo que no sea atractivo.

«Particularmente concedo mucha importancia a la ilustración de mis libros; media docena de ellos ha sido ilustrada por mi amigo Ángel Velazco». Foto: Archivo

El valor de un libro

Es incalculable. A pesar del auge de la tecnología, el libro no ha perdido su importancia. Incluso se ha adaptado a las circunstancias, tomando la plataforma digital como soporte; se pronostica en nuestro país el auge del libro electrónico o e-book, algo que se comenzó a potenciar a partir de la reciente Feria Internacional de la Habana. He acogido con alegría propuestas para llevar varios de mis títulos a este formato, porque garantizan su supervivencia e incrementan su público potencial. Te confieso que recuperé mi relegado hábito de lectura gracias a los libros electrónicos. Al principio, estuve reticente, pero cuando un amigo me “pasó” una suculenta biblioteca a mi teléfono, sucumbí a la tentación y leí vorazmente en todas partes. No he dejado de hacerlo.

Un libro, además, reconforta, alivia, acompaña, aconseja, divierte, conmueve, salva y cura. Qué mejor amigo en días de aislamiento, o para las personas enfermas, cuya condición les permite la lectura, que un buen libro. Yo te confieso que en mis 51 años, los libros han estado presentes en numerosas circunstancias: en vísperas de una cirugía, cuando era pequeño, mi madre me leía La Edad de Oro; cuando salí operado y caminando despacio como viejito, en la librería del hospital me compraron dos hermosos libros; en mi infancia y adolescencia fui asiduo de la biblioteca de mi pueblo, Floro Pérez, donde pasé las horas más deliciosas; en un campismo en la playa me leí el escalofriante Ratas en las paredes, de Lovecraft; en ciertas prácticas militares, metido en un marabuzal, disfruté lo indecible conCrónica de una muerte anunciada… En momentos de soledad y duelo, acudió el libro con su presencia salvadora. En instantes de confusión y duda, el libro me dio respuestas que todavía me sostienen como ser humano. En horas de espera, mitigó la ansiedad; en periodos dichosos, complementó la satisfacción. Por otra parte, los libros que leí desde los cuatro años me prepararon para ser escritor y también definieron mi profesión, el periodismo.

“Encierro preventivo y salvador”

En estos días de encierro preventivo y salvador -no digo obligado porque me parece una bendición que las autoridades sanitarias me “obliguen” a salvar mi vida de la pandemia- un libro puede ser una excelente compañía, si se sabe cómo hacerlo, si se abre el espíritu a su contagio exquisito. Una persona con hábitos de lectura no se aburre nunca y tampoco se siente sola jamás. Ese momento en que las letras se transforman en paisajes, personajes, bestias fabulosas, o cuando ocurre la magia de que las letras se conviertan en la voz del narrador, es insuperable. El hábito de lectura y la capacidad de obtener placer de ella no tienen que ver con el grado de instrucción o la labor que se desempeñe. Es una cuestión formativa, de preparación y de entrenamiento. Por eso, creo, se debe fomentar en los niños, desde pequeños, la afición por la lectura, primeramente con una función lúdica, hedonista, o sea, relativa al juego, al placer. Es cierto que los libros son fuente inagotable de conocimientos, un vehículo para adquirir saberes, para formarse profesionalmente, un elemento indispensable para la escolarización y la instrucción, pero esa es solo una de sus funciones.

Se sabe, además, que varios escritores concibieron obras destacadísimas en tiempos de plaga y cuarentena. Quién diría que un clásico de la picaresca como el Decamerón, tiene como marco una epidemia de peste, o que William Shakesperare escribió su tragedia Macbeth durante una cuarentena. Siglos después, cuando el hombre se creía a salvo de las epidemias, amparado por la coraza ilusoria de los antibióticos, sobreviene esta pandemia, que nos devuelve un temor ancestral y nos confina a la caverna, al enclaustramiento, en el cual los libros resultan valiosos amigos, con su mensaje de esperanza y salvación. Porque el arte salva.

Luz de la patria: Revolución

A una cita diferente, sui géneris, nos invita el equipo de producción de la Gala homenaje por el 63 Aniversario del Triunfo de la Revolución.

El Complejo Cultural Eddy Suñol, en sus sala principal Raúl Camayd, acogerá la emotiva velada que lleva como título “Luz de la patria: Revolución”.

A una cita diferente nos invita el equipo de producción de la Gala homenaje por el 63 Aniversario del Triunfo de la Revolución. Foto: Wilker López

Bajo la dirección Artística del maestro Oreste Saavedra, quien está a cargo además de la Orquesta Sinfónica de Holguín, la convocatoria para el espectáculo surge a partir del propio teatro, en la figura de su director Roger Rodríguez Ramírez, quien en un principio pensó en el prestigioso músico holguinero y su orquesta para amenizar la noche.

En conferencia de prensa pudo conocerse que la cita, para este 29 de diciembre,  es un interés del Teatro, del Consejo de las Artes Escénicas en la provincia y de las instituciones culturales por festejar tan importante fecha para nuestro país.

Oreste Saavedra, director artístico:

El primer riesgo que se toma en este sentido es que quizás los elegidos para concretar el proyecto podríamos parecer a simple vista inexpertos en la materia, aunque llevemos un largo recorrido en el tema de la producción de espectáculos, quizás no de tanta envergadura como este, pero que han devenido en hitos para la provincia y el país: dígase Fiesta Sinfónica, los primeros conciertos de Rock Sinfónico, entre otros.

La idea siempre estuvo concebida desde el respeto a las diferentes manifestaciones y para ello se reunió un grupo de especialistas en cada tema. Siempre quisimos poner en un primer plano a la música y a la poesía como hilos conductores únicos, en detrimento del presentador o conductor tradicional, riesgo que estamos corriendo, pero que a la vez nos llena de emoción. No serán los típicos poemas declamados, sino un trabajo actoral importante para desdoblarse en personajes y formas que tienen como base el coro griego del teatro antiguo.

A través de un casting que propició el Teatro, -algo sui géneris para esta institución en los diez años de reinagurado, al decir de Roger-, fueron elegidos el coro del Teatro Lírico Rodrigo Prats y solistas integrantes de la insigne agrupación, el Proyecto Ánima, Golden Voices, los solistas Yamila Rodríguez, Sureya Álvarez, Luis García, así como otros músicos profesionales de la Empresa Provincial Comercializadora de la Música y los Espectáculos Faustino Oramas, quienes se sumarán a la OSH y Palabras al viento, agrupaciones de mayor peso dentro de la gala al estar todo el tiempo en escena, algo que resulta un reto para que no rompa con la dramaturgia. El diseño de luces está en función de la obra artística y nosotros solo somos los facilitadores del hecho en sí.

Hemos recibido un apoyo incondicional del teatro y todo su equipo técnico, así como de la Dirección Provincial de Cultura, quienes nos ofrecieron toda la confianza para realizar una de las actividades más importantes que se realizan en el año.  

Una gala que cuente la historia del proceso revolucionario a través del arte es la concebida para este miércoles, cuando será la primera vez que se interprete dentro del teatro y por la OSH la “Marcha del 26-7”. La velada es además de un homenaje constante al brazalete de ese movimiento de jóvenes rebeldes, entre los cuales estábamos los holguineros, nuestros abuelos… Es importante destacar que dos piezas del indispensable Cosme Proenza Almaguer, se suman al programa de mano de esta velada, sin dudas una obra coleccionable por el exquisito diseño visual y el alto contenido patriótico-artístico en sí, que trasciende el mero documento informativo.

Nadiel Mejías, reconocido solista del patio encargado para la ocasión de la asistencia de dirección:

Quisimos hacer esta gala con artistas jóvenes, que incluso no han lanzado su carrera como solistas, sino que pertenecen a determinadas agrupaciones, pero los incorporamos como esos nuevos talentos, ese relevo garantizado, la continuidad en el arte que en nuestra provincia existe. En calidad de talento invitado-y no solo como asistente-, debo destacar que es un privilegio para un cantante cubano cantar con una orquesta sinfónica; y en lo concerniente a la gala en general, es una manera diferente de hacer el arte, no solo de la música. El diseño escenográfico y otros aspectos  que se verán ese día son totalmente novedosos.

Un aporte importante al espectáculo lo constituye además el trabajo con la enseñanza artística a través de un coro de niños, bailarines de la Escuela Elemental de Arte Raúl Gómez García y del Conservatorio de Música José María Ochoa, quienes se suman a esa gran convocatoria de talento, de la cual nos atrevemos a decir que será la gala con más artistas en escena, más de 150.

Fermín López, director de la Compañía de Narración Oral Palabras al viento:

Para nosotros lo más novedoso e interesante es la selección de textos, constantemente estamos convocando a una marcha, es una alusión a ese pueblo que lleva tanos años en andar apretado. Esta gala tiene mucho que ver con lo que hace nuestra Compañía, algo novedoso, un reto, desde el primer momento me cautivó, además de por el hecho de trabajar con la Orquesta. “Humanidad”, de defín Prats, es una de esas líneas que devienen en un reto el hecho de colocarse a la altura de la pasión con que el poeta holguinero lee sus versos. Hace muchos años quería hacer un coro hablado y con esta gala podré realizarlo.

Erian Peña, periodista del Centro de Comunicación Cultural la Luz encargado del diseño y guión del espectáculo:

Uno de los aspectos más interesantes de la dramaturgia es que va contando la historia de la patria a través de los textos en un orden cronológico, comienza en 1868, pero sin estar segmentada ni en bloques, está trabajada para destacar cada etapa importante: los mambises y la formación del concepto de identidad nacional, los años veinte, treinta y cuarenta del pasado siglo, los albores del Moncada, el Triunfo de la Revolución, un momento para Fidel, las vacunas contra la Covid, y la continuidad del proceso revolucionario.

En conferencia de prensa pudo conocerse que la cita, para este 29 de diciembre, es un interés del Teatro, del Consejo de las Artes Escénicas en la provincia y de las instituciones culturales por festejar tan importante fecha para nuestro país. Foto: Wilker López

Roger, director del Teatro:

En estos tiempos se imponía hacer algo distinto y por ello convocamos a Oreste, en representación de la OSH, quien inicialmente pensábamos que fuera la protagonista, pero luego se fue convirtiendo en un proyecto de esta envergadura con un equipo de producción tan amplio y especializado. El tiempo de preparación de la gala y el casting son elementos novedosos para la producción de este espectáculo, donde se suma el hecho de que toda la producción tecnológica y de recursos propios de nuestra institución, demostrando que con lo que tenemos podemos hacer cosas grandes y bellas. Incluso la platea tiene un novedoso diseño de luces para que el público se sienta parte de le espectáculo, de hecho, el gran coro incluirá al público presente, en una invitación a cantar la pieza de ese momento.

La velada se transmitirá en vivo por el equipo de Ángulo ancho a través de la página en Facebook de la Dirección Provincial de Cultura y una gran parte de la población está interesada en asistir, aunque ya las invitaciones fueron repartidas, pero se está valorando poner pantallas en el frente de nuestra institución para que los transeúntes puedan disfrutarla.

Lo que se va a hacer este miércoles es un Suceso Cultural para la provincia, el resumen de todo lo que se ha hecho en todos estos dos años difíciles, de la creación y el humanismo en pos de resistir; me atrevo a decir que esta gala es escudo, espada y flor de la nación.