Desde la utilidad de la virtud

Por Erian Peña Pupo

Fotos Eliecer Peña

El sello “60 aniversario” de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) fue entregado a los intelectuales Manuel García Verdecia y Eugenio Marrón, a quienes se les dedica la 30 edición de la Feria Internacional del Libro en Holguín, cita cultural realizada del 26 al 30 de mayo.

En el espacio La hora tercia, en la Sala Electa Arenal del Centro Provincial de Arte, se le otorgó este reconocimiento de manos de Julio Méndez, presidente de la Uneac en la provincia, por la amplia contribución con su obra al desarrollo de la cultura holguinera y al corpus artístico nacional.

Verdecia, en nombre de ambos homenajeados, agradeció la dedicatoria de la Feria y comentó:“Nosotros lo único que hacemos es tratar de ayudar al bien de nuestros conciudadanos y de conseguir aquella bellísima proyección martiana: ayudar al mejoramiento humano”.

También le fue concedido el sello al poeta Moisés Mayán. Con anterioridad, en el espacio Memorial del testigo, en la sede provincial de la Uneac, lo recibieron los escritores e investigadores José Rojas Bez, Ángela Peña Obregón, Agustín Mulet,José Luis Serrano y Ronel González.

La hora terciafue, asimismo, propicia para la presentación de novedades literarias de la editorial Arte y Literatura, entre ellasla biografía Napoleón, del escritor alemán de origen judío Emil Ludwin, por el historiador Armando Cuba, un libro donde, al decir del propio autor, “cada divergencia de opinión con sus hermanos o su esposa, cada hora de melancolía o de arrogancia, sus accesos de ira o de emoción, sus astucias con el enemigo y sus bondades con el amigo, cada palabra a sus generales o a las mujeres (tal como aparecen registradas en sus cartas o conversaciones auténticas), me han parecido más importantes que el plan de la batalla de Marengo, las cláusulas de la paz de Luneville o los detalles del bloqueo comercial”. Además Levantado del suelo, novela del Premio Nobel de Literatura portugués José Saramago, de 1980, por Eugenio Marrón, “un relato sobre los sufrimientos, las humillaciones, el hambre, la ignorancia, las desilusiones, los sacrificios, la muerte, pero también sobre el amor, la amistad, la esperanza”; traducida para esta edición por el escritor cubano Rodolfo Alpízar.

Se presentó, además, Quo Vadis?, del polaco Premio Nobel de Literatura Henryk Sienkiewicz, por Moisés Mayán, considerada –según leemos en la nota de contracubierta– como una de las extraordinarias novelas históricas de todos los tiempos y la más famosa de su autor, donde “la Historia y la ficción están tan bien imbricadas, que si no tenemos cuidado, sus límites en la novela se difuminarían”; y Las puertas de la perversión, novela de la holguinera Mariela Varona, bajo el sello de Ediciones Matanzas, por su director Alfredo Zaldívar, obra que según Rubén Rodríguez, “mezcla, amparada en la teoría de las cuerdas, lo fantástico, la novela histórica y el ensayo breve, y nos entrega un volumen sin suturas, personal y apasionado”, donde Mariela, además de “refrendar su probado oficio y estilo distintivo, nos entrega una insólita historia de amor y un canto a la lealtad femenina”. Fueron presentados también al público: Relatos, del importante autor checo Frank Kafka, por la editora Dunia Verdecia; la Antología del soneto hispanoamericano, preparada por la Premio Nacional de Literatura Mirta Yáñez, por Ronel González; y Nuestra Señora de París, novela deVíctor Hugo, por Agustín Mulet.

¡Qué pena, la última página!

A pesar de las extensas y arrolladoras jornadas que tipifican cada edición de la Feria del Libro, con mucha tristeza recibimos las últimas horas de la presente cita que durante 2022 suma XXX convocatorias.

Dos años de emociones contenidas encontraron cauce en estas horas, insuficientes para aquellos que convierten cada encuentro en una fiesta del conocimiento y la lectura.

En la noche de este 28 de mayo se produjo uno de los momentos más importantes y esperados dentro de la Feria, la entrega del Premio a la Mejor Edición, que esta vez encontró en el Club Siboney el escenario propicio para conferir tal reconocimiento a editoriales y autores.

El lauro se convoca en Holguín mucho antes de la creación del Sistema de Ediciones Territoriales (SET), creado por Fidel para que cada provincia tuviera su propia casa de las letras en el año 2000, cuando la máquina risográfica llega a cada territorio, aunque en Holguín desde 1986 existía la forma de imprimir a través del linotipo de plomo los textos ganadores del Premio de la ciudad.

Para 1999 es convocado por primera vez este galardón y su ganador para aquel entonces fue Reynaldo González y Ediciones Ávila, con La ventana discreta. Desde esa fecha hasta la actualidad, se reconoce el mejor libro publicado por las editoriales territoriales en cuanto a edición, diseño, así como otros factores que convierten el impreso en un objeto de arte que prestigia no solo a la editorial que lo publica, sino al lector que lo consume.

Un jurado compuesto por la escritora Aida Bahr, por muchos años al frente de la Editorial Oriente, Enrique Pérez Díaz, escritor para niños, y Rogelio Riverón, narrador, ensayista y director de Letras Cubanas, decidió en la noche de este 28 de mayo, después de analizar las obras presentadas, recomendar a los organizadores mayor difusión de la convocatoria por la poca representación de obras. A su vez concedieron menciones a los textos La zona cero, de Antón Arrufat y Ediciones Holguín; Ella escribía poscrítica, de Margarita Mateo, por la propia casa editoralocal; y Las piedras clamarán, poesía cubana contemporánea de tema LGTBQ+, a cargo de Jesús Barquet y Virgilio López Lemus, impreso por Ediciones La Luz. Por su parte, de la propia institución literaria con que cuenta la Asociación Hermanos Saíz en el territorio nororiental, fue premiado Monstruos, pequeño inventario, bajo el pie de firma de Maikel José Rodríguez.

Holguín culmina el último capítulo de la XXX Feria del Libro y, a pesar de alguna que otra insatisfacción por el escaso tiempo para festejar, nos quedan los buenos recuerdos de provechosas horas dedicadas al disfrute del conocimiento, las cuales serán esperadas con ansias y saciadas en extremo durante 2023.

El mago de las palabras

Fotos: Eliécer Peña

Envueltos por la magia de un espacio protagonizado por la inocencia de su auditorio, nos dejamos llevar entre cuentos, canciones y juegos convocados con el sutil afecto que amerita tratar con los más pequeños de casa.

Acudir al Pabellón Infantil Tesoros de Papel por estos días deviene en experiencia única para los pequeños y sus adultos acompañantes, gracias a la acertada conducción de la Compañía de Narración Oral Palabras al viento.

Momento especial en la última jornada de la XXX Edición de la Feria del Libro en Holguín fue el de la mañana de este 29 de mayo, con la presentación del texto La luna en el paño (2021).

Cautivador en su oratoria como profesor, Rubén Rodríguez González (Floro Pérez, Holguín, 1969), es una suerte de mago con las palabras, de ahí que su narrativa atrape al lector en cada uno de los diferentes títulos publicados: El garrancho de Garabulla. Ediciones Holguín, 2006 (Premio de la Ciudad, 2005); Mimundo. Editorial Oriente, 2005. (Mención del Concurso Herminio Almendros); Paca Chacón y la aducación moderna. Segunda parte de El garrancho…Editorial Oriente, 2007. (Premio Herminio Almendros 2006), entre otros.

“Estábamos en esta misma Feria, en el año 2019, cuando Iris Gorostola, editora ejecutiva de la Selvi, propuso la idea de tener un texto de Rubén, de ahí esta obra que hemos disfrutado como si fuéramos niños. Tiene el sabor de lo tradicional, pero a la vez de lo actual, plantea una historia eterna, de amor, que enriquece el catálogo de Selvi. Una historia aderezada con el agridulce sabor de los cuentos clásicos. La portentosa tela del amor que se abre a lo imposible y crea algo maravilloso. El laureado escritor y periodista Rubén Rodríguez González (Holguín, 1969) entra al catálogo de Selvi Ediciones con este magnífico cuento que no desmerece a su obra precedente, entre la cual destacan dos conocidas series de libros para niños: las aventuras en Garabulla y los viajes de la simpar Leidi Jamilton”, destacó Enrique Pérez Díaz, editor y corrector del texto.

Premio La Edad de Oro, de cuento, en 2007, y “Hermanos Loynaz” en 2006, así como Premio Carpentier 2019 en cuento, son algunos de los lauros que reconocen una prolífica trayectoria en ascenso: “De mis muchos amigos, tengo una madre y abuela a la vez, protagonistas de mis libros, esta es solo una versión de la historia que se enriquece con su continuidad en el tiempo (…) Siempre quise tener un libro de Selvi, lo deseé tanto que sucedió”, afirmó el connotado periodista y narrador holguinero durante el encuentro matutino.

Una presentación amena en lenguaje apropiado para los infantes, público meta del espacio, fue la de este domingo, a la que asistieron las principales autoridades políticas, gubernamentales y culturales de la provincia, quienes disfrutaron, de conjunto con el público presente, que además colmó la Casa del Joven creador en Holguín, de un texto notable por su exquisita ilustración y diseño, propicio para la relectura, a la medida de cualquier clásico de la literatura infantil

Con ese paño mágico Rodríguez atrapa La Luna y con ella a todo aquel lector curioso que desande las páginas de un libro lleno de emociones, de arte, de vivencias, de pasado y presente.

Geometricanto en Casa de la Abuela

Por Vanessa Pernía Arias

Fotos Eliecer Peña

Desde la Casa de la Abuela resuenan los acordes de la infancia, los juegos, las historias, las risas, los aplausos; y de manera muy especial y esperada, los libros. En este espacio que tiene hace algún tiempo la cantautora infantil Edelis Loyola, en la Casa de Iberoamérica, se hace volar la imaginación, y se hace feliz a los niños en una simbiosis necesaria de alegría y amor por el arte.

Esta vez de manera especial, Edelis recibió y presentó a sus “nietos” el más joven de sus hijos: Geometricanto, una suerte de libro arte, que reúne 12 obras intencionadas al aprendizaje y la diversión del público infantil, pues pretende enseñarles las figuras geométricas, las vocales y otras cuestiones básicas como la hora, el saludo, los animales, a la vez que dibujan y juegan.

El título resulta una de las novedades que por estos días de Feria ha presentado la Casa Editora Cuadernos Papiro. Con una tirada de cien ejemplares completamente manufacturados e ilustrados por el artista de la plástica José Emilio Leyva Azze, “Geometricanto” forma parte, junto a cerca de cinco textos, de la incipiente literatura infantil que posee Papiro.

Este supone para Edelis, desde la concepción de la idea, un gran acontecimiento en su carrera artística, especialmente porque tuvo su génesis en la educación de su nieto Matías, cuando poco a poco aprendía las figuras geométricas en su natal Chile. Así fue como se percató que esta idea podía funcionar para los niños cubanos en sus primeros grados de enseñanza.

Basta solo con mirarle los ojos llenos de brillo cuando asegura que está súper contenta con esta primicia editorial, para saber cuan feliz le hace a ella y a los niños que la acompañan en la Casa de la Abuela. “Para mí es una de las cosas más grandes que me ha pasado, porque ver nacer un libro es algo maravilloso. Es un texto necesario para la primera infancia, un grupo etario que siempre hay que atender con dedicación”, comenta.

“Solo adquiriéndolo, Geometricanto no cumple su función, por lo que es necesario; y esperamos con todo el amor del mundo que así suceda, que los niños interactúen con él, lo lean y agreguen sus propios diseños”. Eso esperamos todos los implicados en esta hermosa obra. Aunque su realización conlleva un proceso difícil y la tirada es reducida “seguiremos tocando puertas para poder reeditarlo y multiplicarlo, para que de esa manera llegue a todas las manitas posibles”, añadió.

Ella, Maggi, la que escribía postcrítica

Por Vanessa Pernía Arias

Fotos Eliecer Peña

Dicen que cuando Margarita Mateo recibió el Premio Nacional de Literatura en 2016 no hizo más que reír de alegría y la inundó un sentimiento de mucha gratitud hacia todos los que han contribuido con el desarrollo de su obra. Alegría. Creo que es la palabra que define su vida. Maggi es una mujer feliz y en eso le va la vida.

Transgresora como pocos, según la escritora Marilyn Bobes “ha sido desde una chica mala hasta una compositora de canciones y, sobre todo, alguien capaz de ejercer la docencia y escribir desde posiciones nada ortodoxas, rompiendo barreras entre los géneros y dando a sus alumnos los instrumentos para que piensen con cabeza propia”.

De vuelta a la Feria del Libro holguinera, Margarita Mateo ha presentado una reedición de su libro más conocido Ella escribía postcrítica, título que ha marcado su obra literaria y académica; y que esta vez se ha publicado por Ediciones Holguín.

Aprovechando estas circunstancias, Lourdes González Herrero, con sabia e ingeniosa perspicacia, la ha interrogado en su espacio “Con olor a tinta”. Diez preguntas lanzadas como un rayo, sin cortapisas,que interrogan, profundizan y nos muestran el universo creativo de Maggi:su espontaneidad, el ímpetu y la pasión con que se involucra en proyectos en los que cree, su tendencia transgresora, su rebeldía, la mirada nueva y desprejuiciada que suele acompañarla, y su necesidad de soñar.

Maggicomentó sobre el lenguaje coloquial y ampliamente cultural que distingue su literatura. “Necesito expresar el yo en los textos ensayísticos, es imprescindible darle un margen importante a la voz del que está escribiendo”. Por ello afirma que en los textos ensayísticos hay que darle soltura a la opinión, que es ineludible al pensamiento y la razón.

También habló sobre la manera en que se entrecruza en su obra la narrativa y el ensayo, definiéndolas como vivencias que se encuentran a la par de la investigación. Ella escribía postcrítica la acercó a la ficción, desde una manera sui generis de escribir un ensayo, a sabiendas de que no encontraría casi lugares para su publicación. “Me sentí libre escribiendo este libro, es un texto que me ha marcado mucho porque abrió el camino a la actividad con la cual me he sentido más a gusto: la ficción narrativa”, dijo.

Su dedicación a la docencia universitaria lo define como un ejercicio intelectual arduo, que se ha nutrido del diálogo con estudiantes y de mucho esfuerzo; así por sus clases han pasado estudiantes como Eduardo Heras León (el Chino Heras); y a su vez se nutrió del conocimiento de grandes profesores como Graziella Pogolotti.

Aunque asume los premios como una vía para lograr publicar de manera segura, varios son los galardones que avalan su obra entre ellos el Razón de ser (1994), Nacional de la Crítica (1996), el Uneac de Ensayo (2066) y el Carpentier de Ensayo (2002) y de Novela (2008). Maggi Mateo agradece,además, en su vida la cercanía de amigos como Salvador Redonet, ya fallecido, Antón Arrufat, Luis Álvarez, y muchos otros que también han contribuido a su desempeño profesional y espiritual. Ama la lengua materna, y su reconocida obra le han hecho miembro, junto a un reducido grupo de escritores cubanos, de la Academia Cubana de la Lengua.También disfruta las sonoridades de las palabras, sus cadencias y sus posibilidades expresivas. Por estas razones ha dedicado gran parte de sus estudios a figuras como Alejo Carpentier, “uno de los escritores con los que me siento más identificada”, y Lezama, pues leerlo fue una experiencia liberadora desde el punto de vista de la creación. “La postcrítica le debe mucho a Lezama”, y sobre el mito lezamiano realizó su tesis doctoral, de la cual se desprendió su libro Paradiso: la aventura mítica (Premio de Ensayo Carpentier, 2002).

Volviendo la vista atrás recordó su visión feminista del mundo, y las memorias de cuando joven interpretaba, guitarra en mano, composiciones musicales; y de cómo llegó a ser fundadora del Movimiento de la Nueva Trova Cubana, oficializado en Manzanillo. De estas vivencias se deslinda su libro Del bardo que te canta, el primero que escribió y que tiene gran valor afectivo para ella.

Actualmente habría que señalarle como la doctora Margarita Mateo Palmer, reconocida autora cubana que trasciende con su obra la literatura cubana; pero esta muchacha alegre no cree en títulos, sino en el disfrute que supone llegar hasta ahí. Maggi, como muchos la llaman, es el reflejo de una época especial y muy intensa, y que hoy fructifica en su actitud ante la vida y la literatura, colmada de autenticidad y sabiduría.

Hace 60 años la noticia es ¡ahora!

Por Vanessa Pernía Arias

Fotos: ahora.cu

Los derroteros periodísticos del semanario provincial ¡ahora! a lo largo de 60 años, su amplia perspectiva cultural y la mirada de los nuevos profesionales del medio, fueron temáticas abordadas en el espacio La Hora Tercia Especial en la 30 Feria del Libro de Holguín.

En este sentido, los panelistas José Rojas Bez, crítico, investigador y profesor universitario; el periodista y escritor Rubén Rodríguez, y Rosana Rivero, articulista del medio, abordaron los años fundacionales de este órgano del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Holguín, en noviembre de 1962, así como los años de esplendor cultural en la década de los 80, y el trabajo editorial que se realiza actualmente desde sus páginas.

El ¡ahora! tiene sus orígenes en el llamado periódico Surco, destinado a los campesinos y dirigido por Manuel Breff e Ibrahim Urbino, como Jefe de Redacción. La publicación era rebelde y combativa y, tras el triunfo revolucionario, comenzó a editarse en Santiago de Cuba. Por razones estratégicas, se trasladó a Holguín que no tenía prensa revolucionaria.

En junio de 1960 llegaron a la esquina de Rastro y Frexes, en Holguín, los equipos y los trabajadores santiagueros que harían circular el primer número que salió a la luz el 22 de agosto de 1960 y aunque cesó como diario el 18 de noviembre de 1962, se mantuvo como semanario agropecuario, desde esa fecha hasta el 29 de diciembre de 1966. Ya para entonces circulaba en Holguín otro diario: ¡ahora!

En los meses anteriores a la salida del periódico se convocó al pueblo a participar en un concurso llamado “Relámpago” para seleccionar el nombre que llevaría el nuevo diario a través de la consulta popular. El Dr. José Isidoro Zúñiga, abogado y profesor de Literatura, resultó el ganador al proponer ¡ahora! y justificar su propuesta planteando que “¡ahora! es el momento de la lucha contra el imperialismo y ¡ahora! es cuando tenemos que estar listos para defender la obra de la naciente Revolución”.

Otro momento fundamental de la historia de la publicación fue la década de los 80, con la existencia de varios sucesos que marcan el auge cultural de la ciudad, a partir de la creación de los centros universitarios y sus festivales, el surgimiento de los cines clubes, el desarrollo artístico del Teatro Lírico Rodrigo Prats y la fundación del taller de grabado de Holguín, con artistas visuales de renombre nacional como los maestros Cosme Proenza, Armando Gómez y Jorge Hidalgo, entre otros centros e instituciones de la cultura en el territorio, comentó Rojas Bez.

A partir de este momento reconocidos intelectuales holguineros se convirtieron en firmas permanentes del semanario, entre ellos Pedro Ortiz, Eugenio Marrón, Lourdes González, Gilberto González Seik, Manuel García Verdecia y el propio Rojas.

Por otro lado, Rubén Rodríguez enfatizó en la trayectoria del suplemento cultural Ámbito, que recién cumplió su 35 aniversario, y de la trascendencia e importancia que supone esta publicación para las artes holguineras. “A pesar de su objetivo expreso desde la propia fundación, el equipo editorial ha rechazado de plano el provincianismo, se ha preocupado de que junto a las noticias holguineras hayan aparecido materiales de gran actualidad, referidos a la cultura cubana y universal. Siempre buscando el balance necesario entre lo propiamente de la ciudad de los parques y lo que trasciende sus fronteras”, añadió.

Asimismo la joven periodista Rosana, dedicada también al sector cultural, compartió sus primeras experiencias en el ¡ahora!, y cuanto ha crecido como profesional desde sus páginas impresas y digitales.

El ¡ahora! arriba a sus 60 años inmerso en la tarea de reorganizar sus fuerzas internas y lograr una simbiosis entre experiencia y juventud, para realizar cada día un mejor periodismo, a tono con el contexto tecnológico, que demanda una mirada a la multimedialidad y a nuevos modos de lograr atracción y cercanía con los lectores, especialmente jóvenes.

Ellos son nuestro tesoro

Fotos: Eliécer Peña

La alegría y la inocencia infantil están de plácemes por estos días en la ciudad de los parques, no podía faltar dentro de la XXX Edición de la Feria del Libro el espacio para los más pequeños de casa, esos “que saben querer”.

Un novedoso formato presenta para la presente cita el Pabellón Infantil Tesoros de papel, organizado en este 2022 por la Compañía de Narración Oral Palabras al viento.

Con inicio desde las 10 de la mañana y un segundo momento de presentaciones a las 3 de la tarde, la propuesta de este año tiene como escenario los laterales del Centro Cultural Plaza de la marqueta y la Casa del Joven Creador en Holguín, sede provincial de la Asociación Hermanos Saíz.

“Para los niños las propuestas se corresponden con los textos que se presentan durante la jornada.Primero se realiza un recorrido por la carpa, que evoca nuestra Casa del cuento, sede oficial de la Compañía en La Loma de la Cruz. Allí se le hacen cuentos a los pequeños con técnicas novedosas: de dados, sombrillas que cuentan, o del kamishibai, para luego pasar al juego que se ubica en el frente de la carpa, el cual nos facilitó la Cruz Roja en su representación provincial, quienes colaboran con nosotros por estos días; para por último realizar la presentación de textos dentro de la AHS. Los escritores invitados se suman al espectáculo donde el eje temático son los propios cuentos de los libros presentados y al final se realiza la venta de cada uno de los títulos que protagonizan la jornada”, señala Yeriber Pérez Peña, actor y narrador de “Palabras al viento”, al frente del espacio este 28 de mayo.

Canciones, cuentos, juegos, y premiación de concursos matizan estos días colmados de emociones para los más pequeños donde la diversión y aprendizaje se mezclan en una didáctica infantil bien recibida por toda la familia holguinera.

El mundo kenosevé, de Ediciones Holguín, bajo la autoría de Ronel González; Monstruos, pequeño inventario, bajo el sello de Ediciones La Luz; Cien preguntas sobre animales, obra de Alfonso Silva Lee, publicado por Gente Nueva, Alas de mariposa, que llega desde la Editorial de la Mujer, con firma de Nataly Bóveda Benítez, así como La luna en el paño, de Rubén Rodríguez González, publicado por la Editorial SELVI, son algunos de los títulos que destacan entre las presentaciones del amplio programa del Pabellón Infantil.

“Para nosotros ha sido un regalo estar en este espacio y a la vez una gran responsabilidad por trabajar con niños y lo que ello representa para artistas, mucho más en esta Feria, donde compartimos con escritores, autores de prestigio, así como con otras personas que se encargan de la organización del evento y con todo lo que le acontece. Esta es una experiencia gratificante no solo para nosotros los artistas, sino algo novedoso para los niños y sus familiares, en las primeras jornadas contábamos con público dirigido, invitados de las diferentes escuelas, pero ahora durante el fin de semana comprobamos que la propuesta cuenta con gran aceptación y afluencia de personas, gracias además a la previa convocatoria que realizamos en los primeros encuentros”, añade el actor de la prominente institución cultural holguinera.

Su alegría nos quita el sueño, una sonrisa, un beso o un abrazo suyo nos colorea el más gris de los días, los niños son el más preciado tesoro de casa y para ellos trabajamos ebrios de gozo, “porque son los que saben querer,  (…) la esperanza del mundo”.

Llega Guayza a su quinto número en 30 Feria del Libro

Por Ania María Mulet

Fotos Lisset Baster

Martí marca el camino en el quinto número de Guayza, la revista de investigación y crítica social de la Casa de Iberoamérica, cuya presentación se reservó para la 30 Feria del Libro. Este viernes en la sede de la institución cultural holguinera tuvo lugar la actividad, que dejó a disposición de todos, un nuevo material de lectura relacionado con el legado del Maestro.

Desde la ya conocida sección “Mortero” confluyen intelectuales que ofrecen artículos en cierta medida contrapuestos, solo que no en una visión antagónica, sino de reflexión y complementariedad. Por un lado el querido amigo de La Casa Amaury Laurencio Leyva que hace un análisis de cómo desde la visión martiana enfrentar los problemas y desarrollar un país a partir del pensamiento social, para del otro, el presidente de la Sociedad Cultural José Martí en Holguín Eliel Gómez y Eduardo Rafael Ávila Rumayor, director de la Casa de Iberoamérica, analizar los asuntos más álgidos de la contemporaneidad.

Ávila Rumayor explica que “la reflexión va sobre las diferencias entre el campo de lo ideológico y político, las cuestiones que se están dando en la realidad cubana actual relacionadas con un proceso de desarrollo natural, de criticidad de una generación respecto a un proyecto político”.

“Dando luces -añade- de cómo enfocar desde el pensamiento martiano las problemáticas de la contemporaneidad social cubana con una visión más fresca, más cercana a los jóvenes, y a la vez más profunda, lo más democráticamente posible, en cuestión de igualdad de participación dentro del proyecto social cubano.”

Guayza en su número cinco ofrece otros artículos igual de interesantes, asegura Eduardo Rafael Ávila Rumayor, quien asimismo es director de esta publicación perteneciente a la Colección de Libros Casa. “Uno de Abel Prieto que da inicio a la revista, de conjunto con trabajos acerca de la ética y el civismo.”

Cuando lega además materiales sobre Ambrosio Fornet, recientemente fallecido, y quien tenía una excelente relación de trabajo con nuestra institución, y la vida de un destacado historiador, investigador y político, que acompañó a Calixto García en sus gestiones a Estados Unidos una vez que termina la guerra.

“Para nosotros es importante que tengamos la posibilidad de presentar una vez más la revista, consolidándose como una publicación que logra sostenerse en el tiempo; algo que a veces es difícil, basado sobre todo en las condiciones materiales existentes”, considera Ávila Rumayor.

“Pero aun así no dejamos de apostar por el papel que puede tener esta revista dentro del debate contemporáneo que se está llevando en nuestro país en el ámbito de las ciencias sociales, haciendo énfasis en la crítica cultural y social.”

Por el momento en formato digital, Guayza cinco puede adquirirse en las plataformas digitales de la Casa de Iberoamérica. “En el boulevard de Enzona, donde tenemos una tienda virtual en la que se promueven nuestros productos, y en la sección de revistas del portal del ciudadano del municipio de Holguín en alianza con el proyecto Ciudad Nuestra”; mientras que “para el extranjero, por las tiendas virtuales de CITMATEL”, concluyó.

Imaginario popular en las artes visuales holguineras

Por Erian Peña Pupo

Fotos Eliecer Almaguer

Artes visuales holguineras. Imaginario popular en la década de los 90 del siglo XX, de Yuricel Moreno Zaldívar, publicado por Conciencia ediciones, sello de la Universidad de Holguín, “nos ilumina, con un profundo estudio de nuestros imaginarios a través de obras de arte que han trascendido por su alcance ideoestético y que la autora las convierte, mediante códigos hermenéuticos, en ventanas para asomarnos a la complejidad de lo que somos, lo que nos define, en fin, el espíritu de una época codificado en símbolos artísticos y los semas esenciales de nuestra identidad territorial”, escribe el Dr.C. Alejandro Torres Gómez de Cádiz Hernández en las palabras de contracubierta de este título presentado en la 30 edición de la Feria del Libro.

El libro, presentado por su editora, Niurka Sánchez Valle, con corrección de Xiomara Garzón Montes de Oca, se divide en los capítulos: “Imaginario popular en la cultura cubana” y “Artes visuales contemporáneas en Holguín”, donde Yuricel explora las expresiones del imaginario popular en el arte cubano, las artes visuales ¿complejo simbólico del imaginario popular?, este imaginario en las artes visuales en la provincia en los años 90 del pasado siglo, y como se evidencian los mitos y leyendas, los códigos de la religiosidad popular y los discursos urbanos en este. En la portada posee un detalle de la obra “La condición humana”, de Leticia Leyva Azze.

Yuricel estudió esta etapa de las artes visuales holguineras porque “estos años arrojan una dinámica que, pese al impacto de la crisis, aportó experiencias irrepetibles y evocadoras. Los profundos cambios contextuales ocurridos entonces afectaron resonancias en diferentes promocionas del gremio plástico con diversidad de motivos y filiación estética”, escribe en el libro.

Esta investigación –destaca el Dr.C.José Rojas Bez, quien fuera tutor de la tesis que dio cuerpo a esta publicación, en su prólogo– “vale mucho más por las agudas incisiones y aciertos en el campo y objeto propuestos para la investigación: las artes visuales y Holguín (…) pero sin menoscabo dialéctico del sentido inverso que ayuda a ver mejor desde Holguín a Cuba y desde Cuba a América Latina y otros ámbitos geográficos; así como de similar dialéctica entre los planos y perspectivas del arte, dígase temáticos (religiosidad, la mujer, el consumo…), dígase la construcción de las imágenes (variedad de estilos que no escatiman lo naif ni la manipulación del kitsch), dígase los promocionales”. Y añade que su autora con este libro ha alcanzado innegables conocimientos nuevos, bien sustentados y sistematizados, con aportes significativos a su campo de saber, al alcance hoy del lector interesado en este necesariotema.

En la presentación, realizada en la sala pequeña del Centro Provincial de Arte, institución que dirige Yuricel, se realizó además un conversatorio sobre el tema, por Ana Castro y Manuel Arias. Este libro, al que se puede acceder en bibliotecas y centros especializados, sirve para acercarse, desde otra mirada, a las poéticas escogidas, así como para promover criterios acerca de sus proyecciones en el ámbito cultural regional y de la isla, subraya Yuricel Moreno Zaldívar.

La dicotomía de una página en blanco

Fotos: Eliécer Peña

De la picardía con que asumen su profesión los educadores, o solo por la mera preparación en el tema, se vale el prominente intelectual Manuel García Verdecia, una de las personalidades a las que se le dedica la presente edición de la Feria del Libro en Holguín, para aventurarse al mundo de la traducción de obras en idioma extranjero.

Más de una decena de títulos cuentas en esta osada labor que comparte con su pasión por escribir obras propias, donde siempre encuentra especial espacio ambas labores. Una de las presentaciones por la XXX celebración del conocimiento, específicamente en el Museo Provincial La Periquera, devino en espacio propicio para conversar sobre los derroteros de esta complicada labor que con tanta dedicación asume el reconocido intelectual del patio.

El noble empeño de compartir conocimientos

De mi preparación en Lengua Inglesa encuentro cierta facilidad para este trabajo porque tengo el dominio de un idioma extranjero, lo cual me posibilita leer sobre él, pero lo que me lleva a la traducción es la posibilidad de leer autores en el idioma original en que se escribieron sus obras y poder compartir este conocimiento con otros escritores cercanos que no tenían esta posibilidad. Así empecé a traducir poemas sueltos, algún que otro cuento, pero en el curso de ello me percaté de que la traducción es un acto intelectual muy complejo, porque cuando estás, no solo leyendo a l autor en otro idioma, sino tratando de reconvertir eso que pensó, imaginó el escritor, a tu propio idioma, cultura, hay todo un proceso muy interesante para que esa obra quede como reflejo original de lo que se intentó decir, y esto te lleva a plantearte una serie de retos interesantes porque hay una serie de retos importantes, como qué tipo norma de habla uso, cuáles palabras, las estructuras gramaticales, las frases que a veces son muy difíciles de traducir porque son propias del idioma nativo, entonces eso te da una experiencia tremenda sobre el lenguaje, incluso he aprendido mucho sobre el Español traduciendo, porque a veces me doy cuenta que me faltan palabras y tengo que investigar, hecho que acrecienta nuestro nivel.

En el caso mío, que además de profesor, escribo, el hecho de traducir, cuando empiezas a ver, no solamente qué dice el texto, sino cómo se dice, ayuda mucho al escritor a empezar a percibir las técnicas, las maneras que han usado otros escritores para describir, presentar un personaje, crear una atmósfera, etc., es algo muy útil que te permite entrar en la mente del otro escritor, hacerla un poco tuya y transmitirlas al nuevo idioma.

Ya son unos cuantos, alrededor de 12 libros, entre poesía y narrativa, en idioma Inglés, Francés y Portugués, que no hablo bien, pero lo puedo leer por la cercanía con el Español. En este momento sigo traduciendo. En esta edición de la Feria se están presentando dos de ellos, una novela de Henry James, y unos cuentos de Amanda Hall, escritora canadiense, y además estoy involucrado en la traducción de una novela para la Editorial Oriente, de Alie Walker, El color púrpura.

La obra más compleja

Lo gratificante en esta profesión es cuando sientes que has logrado transmitir la esencia del texto, tanto en su contenido como en su forma, pero la complejidad es muy relativa, cada uno de ellos tiene sus propias complejidades. Por ejemplo, me resulta muy difícil la obra de Virginia Woolf, de la que he traducido dos textos ya, porque usa un lenguaje muy sofisticado, a veces un tanto barroco, del inglés victoriano, más antiguo; pero, por otra parte, están las novelas de Alice Walker, quien normalmente usa el lenguaje popular que los negros emplean para comunicarse en el sur de Estados Unidos, y eso es casi intraducible, tienes que buscar una manera de cómo sugerirlo en Español, sin traducirlo, pero no hay un equivalente en nuestra lengua.

¿En medio de estos avatares no se encuentra con el temor de alterar los valores de la obra original?

Siempre que me enfrento a un texto el temor está latente, porque lo único que uno quiere es lograr una comunicación estética eficaz de lo que uno está traduciendo y siempre a uno le queda esa duda: ¿lo habré logrado o no? Porque realmente es muy complejo el asunto de la traducción, a veces los que no están relacionados con este tema creen que es solo reconvertir las palabras de un idioma a otro, y no es así, es llevar todo un espíritu, una cultura, una manera de expresarse, de escribir a otra cultura, pero sin perder de vista que el lector tiene que percibir que está en frente de una cultura otra, no de la propia.

¿El proceso inverso?

Es más difícil porque cuando traduces hacia tu lengua materna, una vez que has entendido el texto se te hace fácil buscar las opciones palabras, frases, pero cuando trabajas hacia una lengua extranjera frecuentemente construyes estructuras en español con palabras en el otro idioma, entonces uno tiene que buscar la manera de salvarlo, sobre todo leyendo y estudiando mucho, y, en mi caso, acudo a consultantes, amigos, que no tienen que ser escritores, a quienes le pregunto sobre la frase más exacta, es muy difícil dominar otra lengua como la propia si no vives dentro de esa cultura, el lenguaje se aprende con la práctica. Lo más satisfactorio de la traducción es la alta tensión intelectual que supone, te agiliza la mente en pensar en el idioma, los mecanismos lingüísticos y en la manera de ser más eficaz para transmitir una idea.

La dicotomía de la página en blanco para el traductor/escritor

Son dos dificultades distintas. En el fondo está la hoja en blanco, porque la otra no la escribiste tú y tienes que ver qué pones que no traiciones a lo escrito. Una depende más de tu capacidad de aprehender ideas, situaciones que quieres transmitir por escrito, pero ya tienes una base, el dominio de una idea en tu lenguaje, que es el mismo a usar en la escritura; pero la traducción no te permite libertades, hay que adecuarse a la forma del que escribió. Ambos son difíciles pero en distintos niveles, una demanda más dominio lingüístico y de comparación, mientras que la escritura en sí exige un poco más de la imaginación y la percepción psicológica.

Gratitud inmensa

Con gratitud recibo, en primer lugar, la dedicatoria de la Feria, me parece que ha sido algo muy hermoso del Centro Provincial del Libro que nos hayan tenido en cuenta;es el hecho de que tantos amigos vengan y te feliciten, un poco que uno llega a darse cuenta de que lo hecho no ha sido en vano, hay gente aprecia nuestra obra aunque a veces uno lo mantiene en el anonimato, pero en una Feria se resalta, dejas la cotidianidad para ser agasajado con esta suerte de estímulo a esta difícillabor, no siempre bien premiada que es la creación literaria, y es también un compromiso a hacer algo que valga el honor que me han conferido; pero realmente es una gran celebración y una gratitud inmensa por este hecho.