Literatura de un gran país

Fotos: Robert Rodríguez

Hermanados por el arte y, sobre todo por estos días a través de la Literatura, Colombia y Cuba estrechan lazos culturales a través de la presente cita de la Feria Internacional del Libro.

Ediciones Holguín, en su esplendorosa sede, acoge entre sus propuestas el Espacio Programa Profesional, donde tres amigos del país suramericano protagonizaron el panel“Colombia: viaje por la literatura de un gran país”.

Una literatura vigorosa, que han mantenido su diversidad entre las letras del continente y con figuras, textos y títulos inolvidables de nuestra lengua, catalogada entre lo mejor de nuestro panorama literario, es la colombiana, al decir de la escritora Kenia Leyva, coordinadora del encuentro.

“Hablar de la literatura colombiana es tan difícil como hacerlo de la peruana o cubana, sobre todo porque estamos determinados de circunstancias sociales complejas, para nadie es secreto nuestro conflicto interno con el narcotráfico, que prácticamente se atravesó en nuestra historia y se gesta desde sectores marginales, hasta otros más organizados que alguna vez intentaron una transformación revolucionaria para el país”, afirmó el escritor José Martínez Sánchez.

“En la periferia estamos nosotros los que queremos tener país, colombianos de origen, pero desde nuestra formación como lectores, escritores, poetas, sentimos que no hemos tenido un país a la altura de algún otro de América Latina, e incluso Cuba, donde la cultura juega un papel muy importante. De todo este contexto social lo que se muestra en literatura colombiana es un reflejo del conflicto, la narrativa es absolutamente realista, siguiendo postulados estéticos de García Márquez-Gabo-, pero nos desplazamos forzosamente por la escritura inmediata, con ausencia de una verdadera crítica literaria, que no se puede confundir con la criticonería, sino una que se hace de forma seria, que invita al lector a profundizar más en la obra”, agregó el literato suramericano durante el encuentro matutino de este viernes 17.

Por su parte, Álvaro Castillo Granada, editor de profesión, compartió una visión más promisoria de lo que actualmente se gesta en el panorama creativo de su tierra: “Existe un fuerte movimiento en nuestro país en la actualidad que está tratando de crear modos propios para expresar el mundo de todos, pero siempre a través de la originalidad y la individualidad, y esas voces afortunadamente han transcendido la estética del “Gabo”, que en su momento fue muy imitada, lo cual provoca una copia pésima del original. Autores como Ricardo Silva Romero, con un cambio particular para bien y una forma muy interesante de narrar el conflicto armado en su novelaRío Muerto, Daniel Ferreira, con Viaje al interior de una gota de sangre (2011) y La balada de los bandoleros baladíes (2011), novelas cortas brutales sobre el paramilitarismo, todas ellas de la Editorial Alfaguara, así como Juan Cárdenas, quien narra el conflicto en el suroccidente del país, dan fe de ese movimiento literario emergente en evolución que está intentando contar el conflicto de una forma más interesante, desprendiéndose del mero testimonio”.

Y como la Feria del Libro deviene en fiesta para el arte en general, Giovanny Largo ofreció su valoración del panorama suramericano desde la perspectiva de la dramaturgia: “La historia del teatro colombiano se divide en tres grandes momentos, los primeros textos de la época de la colonia, de corte religioso-histórico, luego evoluciona hasta los procesos de creación colectiva que tiene mucho que ver con el pensamiento político de la época, cuando Santiago García y Enrique Buenaventura conocen en Europa las escuelas y tendencias de ese entonces, para revolucionar el quehacer escénico hasta la fecha; momento que permite apuntalar el horizonte para un teatro colombiano, con la carencia latente de la necesidad de hablar de nosotros mismos, llegamos al teatro contemporáneo donde la premisa es hablar sobre todo lo que ha generado la guerra en el pueblo colombiano, grandes maestros como Henry Díaz, Enrique Buenaventura, Fabio Luyán, y agrupaciones como el Teatro la Candelaria, con maneras particulares de contar ese sufrimiento impregnado en la mente de la nación. Sin embargo no deja de ser un tema complejo, sensible, donde escribir es muy delicado y debe hacerse de forma muy sensible. Ello ha ido evolucionando y desde escenas clichés en nombre de la modernidad, hemos evolucionado a un teatro contundente, novedoso, que hable de un tema que nos concierne a todos pero de una manera honesta”

El toque femenino al encuentro llegó a través de la poesía de  Mercedes Carranza, un ícono de la lírica colombiana, al decir de Yenny Cabrera, coterránea y quien sigue además sus pasos, motivo por el que fundó una casa para esta manifestación en su ciudad y así ofrecer apoyo institucional a quienes deciden emprender esta epopeya artística, con la organización incluso de un premio anual a los jóvenes creadores.

Sinfonía con de nada en el Satiricón

Por Vanessa Pernía Arias

Con el espectáculo Sinfonía con de nada, por Kike Quiñones junto a la Orquesta Sinfónica de Holguín, finalizó en la noche del domingo el Festival Nacional de Humor Satiricón 2023.

Dirigido artísticamente y con guion del propio Kike Quiñones, y dirección musical de Javier Millet, el espectáculo hace un recorrido por la música de concierto, repasando la vida y obra de grandes compositores como Mozart, Beethoven, Verdi y Bach. Estas sonoridades clásicas confluyen en escena con la música de los cubanos Gonzalo Roig, Ernesto Lecuona, Elíseo Grenet, Joseíto Fernández, Eduardo Saborit, y Adalberto Álvarez.

Además varios artistas, entre ellos Michel Pentón y la holguinera Mireya Abreu, de Caricare, lo acompañaron en escena, asumiendo distintos personajes. Sinfonía con de nada rinde homenaje también al grupo humorístico-musical argentino Les Luthiers, y hace uso del choteo criollo rompiendo las fronteras entre el humor y la música de concierto para entregar al público una obra con un amplio repertorio y trasfondo investigativo.

Auspiciado por el Consejo Provincial de las Artes Escénicas, el evento promueve esta manifestación entre los noveles actores del país, estuvo dedicado al trabajo grupal enel humor y priorizó los encuentros e intercambios en la Universidad de Holguín, promoviendo la labor de los artistas aficionados. Contó además con un evento teórico y una muestra de humor gráfico de José Antonio Carmenate Fernándezen la filial de la Uneac.

En el Teatro Eddy Suñol, sede principal del certamen, el público disfrutó de varias presentaciones escénicas con reconocidos grupos nacionales como La leña del humor, Komotú, Etcétera y Caricare, y los artistas Kike Quiñones, Miguel Moreno (La Llave), Yuri Rojas, Michel Pentón y Jorge Bacallao. El Festival de Humor Satiricón está considerado el más importante que se realiza fuera de la capital cubana, y presenta espectáculos variados y pensados para la familia cubana, además defiende nuevas maneras de interactuar con el público en la búsqueda de un humor escénico de calidad y de buen gusto.

¡San Felton, ayúdanos!

Un momento idóneo para desconectar de la cotidianidad y tomarse una buena dosis de esa medicina que es la risa nos propone por estos días la presente edición del Festival de Humor para Jóvenes Satiricón.

En su tercera noche de presentaciones el Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol acogió una simbiosis de estilos escénicos que en suma cumplieron con creces el objetivo propuesto: divertir al público presente.

En la Sala Raúl Camayd pudo disfrutarse este jueves de los solistas Jorge Bacallao, Yuri Rojas, y los grupos Etcétera y Komotú.

El cubano y esa amalgama de situaciones en que transcurren su día a día se convierten en la base de cada chiste, cuento, o sketch humorístico más complejo, así, con mucha tela por donde cortar, se nos presentan diversidad de problemáticas vistas desde la perspectiva de la burla, la parodia, el choteo, o, como se dice en buen cubano, el chucho.

Abocado a una difícil modalidad del humor, el Stand up comedy, Jorge Bacallao se enfrenta al escenario en solitario para defender con una postura solapadamente crítica el contexto que nos circunda, rozando quizás la sátira y con mucho del costumbrismo, pero siempre en subrayado y con negrita su valentía para en solitario desempeñar la titánica tarea de hacer reír, mucho más en el contexto actual.

Con ese sello al que nos tienen acostumbrados nos visitan, aunque ellos quieran señalar que son de aquí, nuestros chicos de Etcétera, esta vez con un recital poético que se desquita contra la pseudointelectualidad y las posturas kitchs de esta capa social, pero también a la vulgaridad y los facilísimos de las rimas en la música, sobre todo en el reguetón-con el perdón de la palabra música cuando se trata de algunos aberraciones sonoras-.

Estoy seguro que muchos se van a pensar en ir a la teatro cuando haya humor luego de una de las propuestas para este jueves 23 de febrero ya que todo es muy bonito desde los asientos hasta que algún “gracioso” viene y “te coge para su relajo”. La propuesta de cierre para la velada nocturna, protagonizada por los hijos pródigos de Holguín encontró en esa complicidad con el público el toque esencial para disfrutar en extremo.

Yuri Rojas no es ya una promesa para el humor de factura nacional, su transgresión a las redes sociales lo demuestra, en parte por la proyección escénica, en parte por el carisma con que asume su momento sobre las tablas, sin lugar a dudas ha sabido ganarse a los espectadores en cada presentación: su sagacidad, ese tono pícaro con que entona cada sintagma, tienen mucho que ver en ello además. Quizás me pongo nostálgico, o es inevitable ir a los referentes, pero al escuchar su personaje de “Zoi-la Bárbara”, algo me llega “La Pía”, o más aún, de «Margot”.

Y sin muchos regodeos, porque esta no era “su noche”, no puedo dejar de mencionar a los guantanameros de Komotú, con Miguel Moreno (La Llave) a la cabeza. Sin lugar a dudas una agrupación de la que deberán aprender aquellos jóvenes a los que hoy se les convoca para hacer humor. En ese imprescindible atisbo de cubanía que es el sincretismo religioso, específicamente la santería, este simple emprendedor visita al “padrino”  pues quiere montar un negocio de ventas de paletas y para ello debe saber primero si va a haber corriente este año: a “San Felton” piden ayuda desesperados, en tanto una versión del popular tema infantil “Alánimo” repite: Alánimo, alánimo, la Felton se rompió…”

Para reír Komotú

Texto y fotos: Bernardo Cabrera

Entre críticas, doble sentido y una perspicaz caricaturización social de la realidad cubana, transcurrió el espectáculo Balanceando el año, presentado por el grupo guantanamero Komotú en la sala Raúl Camayd del Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol, como parte del IX Festival de Humor para Jóvenes Satiricón.

La emigración, el alza de los precios, la situación electro-energética, el burocratismo, la morosidad en la búsqueda de soluciones, el amor en tiempos de redes sociales, las colas, las carencias materiales, los pregones y las misiones de colaboración internacional, fueron algunos de los temas que hilvanaron los monólogos y sketches de la obra.

En ella, el destacado conjunto, dirigido por Alexis Ayala, apostó -como ya es costumbre- por el humor inteligente y criollo, y la frescura, sencillez y contemporaneidad de los textos escenificados, a través de variados recursos: ironía, farsa, absurdo, sarcasmo, paradoja, juego de palabras y caracterización de personajes tipo.

Aunque Alexis, Yasnai Ricardo, Ana Chelys Matos y el invitado Michel Pentón evidenciaron sus dotes histriónicas y vis cómica, los mayores aplausos y risas los acaparó Miguel Moreno, conocido popularmente por su papel del inspector La Llave en el programa televisivo Deja que yo te cuente.

Su versatilidad, timing y capacidad interpretativa para manejar el humor verbal de forma desenfadada y echarse al público en el bolsillo, patentizaron por qué se le considera como uno de los mejores humoristas del panorama escénico contemporáneo en el país.

Entre sus hilarantes personajes destacaron el verosímil santero que invocaba a San Felton y exigía un sinfín de recursos para solucionar los problemas de un jabao atormentado; así como Segundo Rodríguez, un avezado crítico de cine que no tiene tiempo para ver películas por estar siguiendo novelas turcas, y recomienda los multipremiados filmes de ficción Juro por Dios que yo tenía una billetera en el bolsillo, Les jodieron el negocio a los coyotes, La madre del que le puso el precio al tomate y Dónde está la libra de arroz de los que se han ido.

El seudo profesional del séptimo arte analizó, además, la versión cinematográfica libre del cuento El camarón encantado, en el que Masicas, Loppi y el animal terminan tras las rejas por acaparamiento y desvío de recursos.

Es necesario resaltar, también, a Mayeya, una revendedora silenciosa de carne y experta en pregones de pomos vacíos de perfume, barras de guayaba, limones, leche en polvo, zapatos de marca, frutas y helado, interpretada de forma orgánica y camaleónica por Ana Chelys.

En tanto, la escenografía con tendencia al minimalismo, funciona como actante al acentuar el divertimento e ilustrar la idiosincrasia nacional.

Amén de algunos trabajos grupales que necesitan ser perfeccionados, Balanceando el año hace gala de un acertado guion en el que predominan los chistes ingeniosos, el entretenimiento y la diversión, sin descuidar una comicidad reflexiva y cercana a las vivencias del espectador.

Por el nivel intelectual, resortes humorísticos y calidad artística de las obras, Komotú ha sido merecedor de múltiples premios Caricato y del Festival Nacional Aquelarre, y de una excelente acogida del público. Todo esto lo posiciona como uno de las agrupaciones más consistentes dentro del panorama contemporáneo cubano y una de las más populares del Catálogo del Centro Nacional del Humor.

Satiricón pa divertirte

Por Abel Castro Sablón

El Festival del Humor Joven Satiricón 2023 descorrió sus cortinas oficialmente en la noche de este martes, con un espectáculo humorístico variado, que tuvo lugar en la sala Raúl Camayd del Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol, de la Ciudad Cubana de los Parques.

La propuesta contó con las excelentes presentaciones de reconocidos artistas del buen reír, como son los casos de Michel Pentón (La Habana), Yuri Rojas (Las Tunas), La Leña del Humor (Santa Clara), al igual que los locales, el dúo Caricare y los anfitriones de Etcétera.

El público holguinero obtuvo lo que fue a buscar, casi dos horas de excelente humor, en las que convergieron diferentes propuestas, que fueron desde los unipersonales de stand up comedy, hasta los sketches y la comedia musical, con lo cual se conformó un show variado y entretenido.

Etcétera, en sus dos propuestas, se movió entre la sátira y la ironía, aprovechando el humor del objeto y las situaciones que se dan a partir de un micrófono “descompuesto” o de unas gafas de sol con las que se ve el futuro desde la Cuba de 1970.

Michel Pentón presentó su monólogo sobre los atracos de bancos en Cuba, en el que realizó un paralelismo comparativo con los robos hollywoodenses, haciendo un uso muy bien intencionado del sarcasmo y la ironía para ilustrar situaciones graciosas. Asimismo, Pentón regaló parte de su espectáculo “Bonito, apuesto…”, con el que arrancó carcajadas a diestro y siniestro.

Caricare, con los conocidos personajes de Mireya y Micaelo, propuso una reflexión sobre la evolución y el estado actual de la humanidad, así como del tema migratorio, usando una inteligente analogía con los pingüinos y apoyados en la interpretación musical.

Por su parte, el influencer tunero Yuri Rojas, planteó un unipersonal sobre las celebraciones de quince años de las adolescentes, en el que hizo un recorrido comparativo con épocas pasadas y la presente, haciendo uso, además, de sus excelentes dotes en al arte del clown, para hacer reír de una manera muy sana a todos los asistentes.

El cierre quedó a cargo de los integrantes de la Leña del Humor, quienes pusieron en escena las peripecias de un cliente en una barbería, el cual se ve forzado a recibir varios servicios que ni necesitaba ni quería y de los cuales solo saca molestias y lastimaduras. Con mucha maestría, este trío santaclareño puso sobre el entablado un muy bien logrado humor situacional, donde un suceso va desencadenando otros, que llevan a los personajes desde una circunstancia hasta otra muy diferente.

El arte de hacer reír llegó hasta Holguín con la fidelidad a su slogan “Esto lo hago pa´ divertirte” y el público holguinero gozó de lo lindo con estas propuestas humorísticas y podrá seguir disfrutando de estos artistas y otros como Kike Quiñones (Pinar del Río), Komotú (Guantánamo) y Jorge Bacallao (La Habana), con dobles funciones a las 4:00 y 8:30 pm, en la Sala Raúl Camayd, hasta el domingo 26 de febrero.

Entregan en Holguín Suceso Cultural 2022

La entrega del Premio Nacional de Literatura al poeta Delfín Prats, mereció este sábado el Gran Premio al Suceso Cultural del año 2022 en Holguín, prestigioso galardón que otorga el Círculo de Periodistas de la Cultura en esta nororiental provincia.
Con el 72 por ciento de los votos emitidos, el Premio Nacional superó a la jornada de conciertos de la Orquesta Sinfónica de Holguín (14%), al estreno del documental «Cosme, un enorme juego con el tiempo», de la realizadora Alejandra Rodríguez Segura (9,5%); y al impacto de las jornadas de celebraciones por el centenario de la Banda Provincial de Conciertos, el aniversario 60 del Teatro Lírico Rodrigo Prats, el 30 de la compañía de danza contemporánea Codanza y los 25 años de Ediciones La Luz (4,5%).
En tanto, el Premio de la Popularidad, otorgado por votación a través de boletas electrónicas, lo obtuvo con una mayoría significativa la compañía de narración oral Palabras al Viento, por la integralidad y relevancia de las propuestas artísticas.
El galardón, que regresa luego de 3 años sin entregarse debido a la pandemia de la Covid-19, es convocado por la Dirección Provincial de Cultura a través del Centro de Comunicación Cultural La Luz y el Círculo de la prensa cultural, representado por periodistas de las emisoras Radio Holguín y Radio Angulo, el semanario ¡ahora!, el telecentro Tele Cristal, la Agencia Cubana de Noticias y los corresponsales de medios nacionales, como Radio Progreso, Radio Reloj, y los periódicos Granma, Juventud Rebelde y Trabajadores, además de los periodistas de La Luz.
En la gala, dirigida por Víctor Osorio Zaldívar, fueron entregados los diplomas acreditativos a los diez nominados al Suceso Cultural del 2022, entre los que destacan además de los ya mencionados: el proyecto colaborativo Configurando catacumbas (mundos soñados), realizado como parte de la XIV Bienal de La Habana; el diseño integral, alcance y repercusión de la XXX Feria Internacional del Libro de Holguín; el Primer Encuentro Provincial de Bailes Urbanos; la repercusión sociocultural en la comunidad El Paraíso, con la presencia de instituciones, artistas e intelectuales localea y nacionales; y el lanzamiento de «Cuando todo coincida», primer álbum del trovador Fernando Cabreja, bajo el sello discográfico Egrem.
La velada artística contó con presentaciones de varios de los nominados, además del grupo de teatro Mestizaje y el humorista William Delgado, quien celebra 60 años de vida artística en este 2023.
El Premio Suceso Cultural del Año se otorga en la provincia de Holguín desde el 2012 y coconstituye un importante estímulo a la creación artística de la provincia, reconocida como una de las plazas culturales más importantes del país.

Ver en compañía de adultos

Por Abel Castro Sablón

Te enteras de que la compañía Teatro Tuyo, de Las Tunas, está en la ciudad y se presentará con dos espectáculos titulados Charivari y Parque de sueños; decides asistir, porque nunca has podido ver su trabajo, aunque tienes tu escepticismo con el teatro clown. Piensas que tal vez sea algo infantil, aunque en las promociones diga “apto para todas las edades”. Par ti, apto para todas las edades significa “infantil”.

En la ciudad hace frío; una ventisca invernal recorre sus calles y parques, helando manos, narices, orejas de los transeúntes, ralentizando el ritmo de vida de esta urbe con ínfulas cosmopolitas de capital cultural. Pero en el interior del teatro el invierno parece magnificarse a la sazón del aire acondicionado.

Ocupas tu butaca, oteas en derredor y te parece que el teatro es majestuoso, más que de costumbre. Entonces te percatas de que, en efecto, el teatro se ha vuelto más grande, de hecho, ha duplicado su tamaño y el número de butacones; a tu lado, como al de todos los presentes, aparece un asiento vacío…

Te intriga el asunto, mientras, en el escenario, el director de Teatro Tuyo se disculpa porque la obra comenzará con un ligero retraso, debido a dificultades ajenas a su voluntad. En realidad no lo escuchas, sigues embelesado con la majestuosidad del teatro. Entonces te percatas de que estás a tu lado, sentado en la butaca que antes estaba vacía, mirando fijamente hacia el escenario.

En persona luces mucho más alto que en el espejo; estiras tu mano para tocarte, la duda te carcome. Dudas de si esto es una alucinación. Debe de serlo, piensas. Tal vez te estés volviendo loco; no has logrado dormir bien en varios días, tal vez semanas. Estirasla mano para tocar a tu alter ego y la percibes mucho más pequeña y delicada, como de niño. Devuelves la mirada a tu silla y te percatas de que tus pies no alcanzan el suelo y traes los mismos zapaticos que tu madre compró para tu quinto cumpleaños.

Esta vez regresas la mirada asustado hacia el tú del asiento contiguo, quien permanece con la mirada clavada en el tabloncillo donde grandes artistas se han parado a lo largo de más de ocho décadas. Tragas en seco, las manos te tiemblan y sabes que no es por el frío; esta vez eres un niño temeroso. En ese instante, suena una campana tres veces y las luces se apagan. Mueres de miedo.

La iluminación comienza a ir in crescendo y a su paso tu corazón se desboca, pero una mano enorme toma tu manita. Recorres con la vista toda la longitud del brazo ajeno que te sostiene; del otro lado, tu otro yo te mira inexpresivo, tal vez con la intención de transmitirte serenidad. En verdad la necesitas. En ese momento el yo le sonríe al tú y comienza a invadirte una extraña sensación de seguridad.

Las luces casi han terminado de encenderse y sobre el entablado empiezan a distinguirse cuatro siluetas, mientras una música un tanto triste acompaña todo el proceso. Paulatinamente, van apareciendo un farol, un banco, un recogedor y un latón de basura. También cuatro figuras humanas. Van vestidas con overoles grises, gorras protuberantes, zapatos enormes y una bola roja les cubre las narices. Esta vez, es yo quien mira y siente la mano del pequeño relajarse dentro de la tuya.

Las figuras en escena no tardan en sacar sus credenciales de payasos, haciendo piruetas, gesticulando exageradamente y realizando una escena que parece casi absurda, en la que todos luchan por abrir un paquete misterioso. Yo piensa que es un tanto ridícula la escena, pero tú comienza estallar en carcajadas con cada nueva acción. Las risas se van multiplicando por todo el teatro, cual enfermedad contagiosa. La tensión antes existente va desapareciendo poco a poco.

Finalmente, después de rodar de un lado al otro, el paquete en escena logra ser abierto y en su interior se descubre un pendón que reza: GRAN CIRCO DE LOS PAYASOS. Los cuatro personajes lo sostienen con cierto orgullo, henchidos y sonrientes. Yo no sabe si sonríen para el público o para sí mismos. Tú suelta la mano de yo y comienza a aplaudir, al compás de otros muchos centenares de manos. La luz se desvanece poco a poco…

Esta vez es yo quien no se siente cómodo, más bien se siente un tanto raro. Al hacerse la luz, yo percibe la escenografía de una carpa de circo; esta última palabra la adorna en todo lo alto y en mayúsculas: CIRCO. Una música animada e intensa se expande por cada rincón y, detrás de la supuesta carpa, empiezan a salir los payasos, cada uno con su pirueta personalizada, a manera de carta de presentación.

Ahora es tú quien mira sonriente las coloridas indumentarias, las contorsiones, saltos y vueltas de carnero; los gritos e interjecciones, porque los payasos no hablan, o casi no hablan, pero tú ríe a más no poder; el arte del clown radica en eso, provocar risa sin la necesidad de hablar. Ahí tenemos los grandes ejemplos de Marcel Marceau, Charles Chaplin, Buster Keaton, Stan Laurel y Oliver Hardy, por citar algunos.

En la obra, como se desarrolla en una carpa, obviamente se van sucediendo los números circenses y, tanto yo como tú, han ido descubriendo que el clown va más allá de vestirse como esperpentos y hacer cosas exageradas. En el número de magia, una de las payasas—porque yo se ha percatado de que todas son mujeres, aunque en ocasiones encarnen papeles masculinos—, intenta pasar un dado de un extremo al otro dentro de una caja con dos secciones.

Saca su varita “mágica” y con un toquecito “transporta” el dado de un extremo al otro. Tú ríe y aplaude maravillado. Yo lo mira, condescendiente con su inocencia; sabe que es un truco, que en algún momento de aquel tropezón o aquel estornudo, al agitar la caja, se abrió alguna compuerta y permitió el paso del dado “mágico”, o algo así. En algún lugar de sus amplias mangas, la payasita maga escondió el objeto, para hacerlo “desaparecer”, probablemente. En algunos casos, yo encuentra el acto previsible, pero luego mira a su lado y ve a tú con una risa de costa a costa y los ojos brillantes. No quiere romperle la ilusión, así que permanece en silencio.

En algún momento yo piensa: “pobrecito”. Luego sale a escena la equilibrista, quien sobre una mesa a un metro de altura coloca un rodillo y encima de este un tablón sobre el que se para y rueda de un lado al otro para mantener el balance. “No parece tan difícil”, piensa yo, un poco escéptico; “con un poco de entrenamiento se puede lograr”. Tú no para de sonreír, con los ojos cada vez más grandes y más brillantes.

Dos payasitas van retando a la equilibrista a realizar actos cada vez más arriesgados, en algunos casos da la impresión de cierto peligro o margen al error; en cierto momento, la equilibrista parece poder caer, el tablón se desliza de forma violenta sobre el rodillo y agita fuertemente todo su cuerpo, que se tambalea peligrosamente. Yo empuña todo su escepticismo y de manera un tanto pedante se dice en silencio “son profesionales, todo es parte del acto. Solo es un poco de drama, nada más”. Quisiera decírselo a tú, quien mira fijamente con mucha preocupación y temor. Tú piensa: “¿Y si cae?”.

Lo cierto es que la payasita equilibrista salta, se contorsiona y atraviesa por su cuerpo un aro, luego dos, con tres de estos hace malabares y, para cerrar, coloca tres banquillos sobre el tablón encima del rodillo; una caída desde allí se ve bastante perjudicial. Hasta yo se inquieta un poco, ya la acrobacia está pasando a otro nivel; el circo se está poniendo serio. Pero la artista se posa en todo ese andamiaje sin perder el balance y, al concluir, sus manos en el aire y una media reverencia indican un punto de partida para el estallido de aplausos y vítores. Tú es el que más aplaude y quien más fuerte lo hace.

El acto que le sigue es el domador de leones. Una payasita de baja estatura sostiene un látigo de juguete; en medio del escenario, hay una jaula vacía. Por uno de los extremos aparecen dos leones (de ambos sexos) con exageradas cabezotas de papier mâché que, ipso facto, arrancan carcajadas de la multitud. La domadora intenta que el león pase por un aro, pero se pega con el látigo en un pie y con hilarantes brincos sale de escena. Entonces es el propio león quien toma el látigo mientras la leona, que está embarazada, se sienta a tejer.

Con par de latigazos, la leona teje a ritmo vertiginoso y en par de segundos muestra un gorro y un abrigo que cuelga frente a sí. Lo absurdo de la escena provoca una risotada general, hasta yo cede ante tal imposible. El león sale y vuelve a entrar a escena con una pizarra donde está escrito con tiza: VENTA DE GARAJE. La carcajada se duplica y tú observa esta vez como yo se permite reír a mandíbula batiente. Tal vez esto sea el significado de “apto para todas las edades”.

Las actuaciones se van sucediendo a un ritmo muy dinámico, como en el circo. Salto sobre la cuerda, malabares con pelotas, bailes, acrobacias y contorsiones…payasadas. Los artistas ponen una gran parte y la imaginación el resto. El público está feliz, hasta el más escéptico. Casi por última vez, la luz comienza in decrescendo hasta que todo es penumbra.

Cuando retorna el brillo de las luminarias, despiertan las cuatro payasitas del inicio, con sus overoles grises, sus gorras protuberantes, zapatos enormes y una bola roja sobre sus narices. Lentamente, van desapareciendo del escenario, de una en una, llevándose consigo el banco, el recogedor y el latón de basura. La misma música triste acompaña la escena, hasta que la última payasita sopla el farol y cae el telón. Una extraña atmósfera se respira en la sala; un placer angustioso.

Yo y tú se miran fijamente. En el rostro de yo permanece una sonrisa indeleble, mientras que tú ha convertido el suyo en una cascada. Se abre el telón, las cuatro ARTISTAS caminan hacia el frente. El teatro comienza a hacerse más pequeño, los sillones ahora solo son la mitad; la gente también. Sin embargo, los aplausos se escuchan el doble en esta ocasión. Una multitud que permanece de pie exclama “¡Bravo!”, sin dejar de hacer un estallido sonoro con sus manos. Las ARTISTAS retiran sus narices falsas y sus gorras protuberantes. En sus caras se adivinan lágrimas contenidas por la emoción, la misma sensación de cuando un amigo muy querido tiene que partir.

En esta escena final yo y tú son el mismo, fundidos en un solo cuerpo; la sonrisa del hombre y el llanto del niño. Ambos aplauden al unísono en una sola forma física, con la felicidad en los labios y los ojos aguados, como diciendo “hasta pronto”.  Esta noche, yo logra dormir plácidamente; tú le acompaña con dulces sueños.

Celebra el Teatro Lírico Rodrigo Prats de Holguín su 60 aniversario

Por Vanessa Pernía Arias

Fotos CPAE Holguín

Con el ejercicio académico Celebrando a Cecilia Valdés, realizado por alumnos de la carrera de Educación Artística de la Universidad de Holguín, inició en el Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol una jornada de presentaciones, que se extenderá hasta el mes de diciembre, a propósito del aniversario 60 del Teatro Lírico Rodrigo Prats de Holguín.

Con el apoyo del Consejo Provincial de las Artes Escénicas, el Lírico y el Complejo Cultural, la puesta es una versión de la conocida zarzuela cubana Cecilia Valdés de Gonzalo Roig, basada, asimismo, de la novela Cecilia Valdés o la loma del ángel, de Cirilo Villaverde, clásico de la narrativa cubana del siglo XIX. La puesta reconoció, además del Teatro Lírico, a la Compañía de Danza Contemporánea Codanza, dirigida por la maestra Maricel Godoy, en sus 30 años, y al centenario de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).

Liudmila Pérez, directora del Lírico, comentó en conferencia de prensa que con la jornada pretenden homenajear a los grandes maestros que han pasado por la compañía desde su fundación y resaltar la obra que los ha acompañado durante estas seis décadas.

Para ello realizarán una peregrinación hasta la tumba del barítono Raúl Camayd, fundador de la que es considerada una de las mejores compañías de teatro musical cubano. Además se estrenará el espectáculo Tres lindas cubanas, con guion y dirección artística del barítono Alfredo Mas, basado en las reconocidas zarzuelas cubanas Cecilia Valdés, María La O y Amalia Batista, de Gonzalo Roig, Ernesto Lecuona y Rodrigo Prats, respectivamente.

El programa incluye la interpretación de selecciones de la ópera La flauta mágica, de W. A. Mozart, en colaboración con el director alemán Michael Elverman, así como una Gala lírico-sinfónica con varios éxitos operísticos, interpretados por la Orquesta Sinfónica de Holguín, dirigida por el maestro Oreste Saavedra. Se repondrá también el sainete cómico El alcalde honrado, un espectáculo protagonizado por estudiantes recién graduados de Nivel Medio de Canto Lírico, bajo la dirección artística de la actriz Mireya Abreu.

La puesta en escena de la zarzuela Los gavilanes, dirigida por Raúl Camayd, el 16 de noviembre de 1962, marca el punto de partida para la fundación del Teatro Lírico Rodrigo Prats de Holguín, una institución cultural que con el transcurrir del tiempo se ha convertido en una de las más prestigiosas de su tipo en el país, baluarte de la cultura cubana.





En un lugar de La Mancha…

…de cuyo nombre no puedo prescindir, cada octubre románticos empedernidos se empeñan en mantener viva una tradición que sobrepasa el medio milenio.

El tradicional colorido inundó las calles holguineras este 25 de octubre en ausencia de su homólogo aguacero que tipifica el décimo mes del año. La Edición 28 de la Fiesta de la Cultura Iberoamericana no podía prescindir del
Pasacalle por donde desfilan las delegaciones extranjeras, invitados nacionales, así como el talento artístico, personalidades e instituciones a las que se le dedica la presente cita.

El Quijote y su leal Sancho emprendieron la fiel travesía desde el emblemático parque que lleva su nombre hacia otra simbólica plaza de la Ciudad de los parques, el “Carlos Manuel de Céspedes” o San José, como popularmente se
le conoce, tras ellos, y por una de las principales arterias holguineras, estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas, de Holguín, así como de la enseñanza artística, las compañías de Danza Encuentro, Renacer Flamenco,
Mónica Dance, y Folclórica La Campana, así como de Modas Fantasía, el Grupo Neón Teatro y nuestro Guiñol, unidos a la delegación de México y el jazzista Quincy Jones, estos dos últimos en calidad de invitados especiales.

A 530 años del Encuentro entre dos culturas, el Centenario de Antonio Núñez Jiménez y la Banda Provincial de Conciertos, el 60 del Lírico y del periódico ¡ahora!, a 30 años de un debate cultural e igual aniversario de la Compañía de Danza Contemporánea Codanza, constan como las principales dedicatorias del presente encuentro multicultural donde no podía faltar el homenaje al Maestro Cosme Proenza, uno de los más grandes holguineros, representados desde diferentes perspectivas de su obra, entre ellas la Virgen de la Caridad.

Como colofón de la jornada vespertina se presentó además el jazzista estadounidense Quincy Jones, acompañado de los jóvenes talentos de la música holguinera para concebir interpretaciones de lujo, equiparadas en destreza y maestría con sus sucesores-aunque no aún con su experiencia-, la centenaria Banda Provincial de Conciertos. No es de extrañar que durante tal celebración, la Casa de Iberoamérica aprovechara para reconocer con la distinción que lleva su nombre a la Banda y a Codanza, sin lugar a dudas instituciones muy ligadas al trabajo de la Fiesta Ibero, así como símbolos de la cultura holguinera en la manifestación que se desempeñan.

Los textos de nuestro poeta nacional Nicolás Guillén así como el regalo musical de la Rondalla Quinteto Magisterial México, quien hizo gala de temas típicos de la hermana región norteña, matizaron el encuentro donde no podía faltar
nuestro folclore campesino, ese que también forma parte del legado ibérico que celebramos en Holguín por estos días.





Codanza, 30 años del espíritu vivo del fuego (Segunda parte)

Por Erian Peña Pupo

Fotos Wilker López, Carlos Rafael y Alexis del Toro

La Compañía de Danza Contemporánea Codanza, dirigida por la maestra Maricel Godoy, regresó al tabloncillo del Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol, de Holguín, sitio donde ha estrenado sino la mayoría, sí buena parte de sus coreografías, para celebrar, como justo clímax de la jornada, el 30 aniversario de su fundación, el 25 de septiembre de 1992.

El programa incluyó las obras:Tú, hombre de Dios (Oculto, Asustado, Extraviado), coreografía de George Céspedes; ABC.Así.No. (Población Flotante), de Yoel González;Árbol de fuego, de Pepe Hevia; y Muerte prevista en el guion, de la argentina Susana Tambutti.

La primera –el más reciente estreno de la compañía–es una pieza «que expone al hombre y su existencia en el mundo a partir de las experiencias e inquietudes que habitualmente cercenan la cabeza del coreógrafo», comentó Céspedes. Obra física, que demanda un esfuerzo adicional de los intérpretes, que ahonda en entresijos existenciales, en búsquedas personales, nos interroga y esparce muchas preguntas en escena. Con música de Alexis de la O Joya, interpretan José Ángel Leyva, William Velázquez, Robert Mesa, Antonio Nogueira, Gabriel Pérez, Karla Cabrera y Miguel Corella.

En ABC.Así.No. (Población Flotante), el guantanamero Yoel González –uno de los coreógrafos más premiados en las ediciones delConcurso de Danza del Atlántico Norte Codanza y Grand Prix Vladimir Malakhov– se reafirma como uno de los creadores más versátiles y atractivos del panorama de la danza contemporánea en el país. “Modos, hábitos, ritmos, creencias y espiritualidades, identidad, y esa maldita circunstancia del agua por todas partes” (circunstancia virgiliana, dicha y castigo, permanencia e imposibilidadal mismo tiempo) dan cuerpo a la obra. Yoel, coreógrafo que asume el riesgo y las dificultades como ejercicio de crecimiento, parte de “la charada como un juego numérico de azar con combinaciones preestablecidas. Esas combinaciones se entrelazan con sucesos significativos de la historia de la isla que han marcado la propia existencia del autor y del país que habita. Omnipresente, el Orisha Eleguá acompaña a los bailarines; a Él, que cierra y abre los caminos, se le rinde tributo con los colores que le identifican: rojo y negro. Juego entre el azar y la realidad, entre la vida y el destino, entre la danza contemporánea y el baile popular de parejas conocido como casino”, dice. La música es de Lázaro Antonio Sevila Elías-Calles, y los bailarines KarlaCabrera,Gabriel Pérez, Dailena Santiaguez, Antonio Nogueira, Dayannis Polanco, Robert Mesa, Kerly San Nicolás, Raúl Pupo, Sheila López, William Velázquez, Regina Ávila y Miguel Corella.

Entre otros temas, Hevia expresa, en Árbol de fuego, mediante una arquitectura grupal en los cuerpos versátiles y jóvenes de la compañía holguinera, las influencias del retorno a las raíces, el regreso a la isla, al hogar como sitio para el rencuentro con el yo. La pieza está creada a partir de códigos abstractos y subraya la influencia de experiencias autobiográficas. Esta es una obraque realza en el escenario las cualidades interpretativas de los jóvenes bailarines holguineros, quienes demuestran la versatilidad, la fuerza y la vitalidad artística de una compañía que ha sabido mantener unalíneade trabajo en esos 30 años. Es una pieza de arquitectura grupal, que desde el manejo del cuerpo y la elaboración del lenguaje, también da paso a momentos intimistas de extremada poética, y a la comunión absoluta entre lenguaje y sonoridad, proceso para el que Pepe Hevia fusionó sonidos de la música cubana tradicional, la clásica y la afrocubana, ensamblada por sonoridades contemporáneas y texturas electrónicas. Árbol de fuego ha sido un gran reto y un lujo para la compañía, comentócuando el estreno Maricel Godoy, pues es una obra hermosa y compleja que unifica en escena 21 cuerpos dentro de un grupo no homogéneo, mediante una rigurosa fusión de técnicas danzarias.

Finalmente Muerte prevista en el guion es una de las piezas características del repertorio de la compañía desde su estreno en Holguín, en 1999. Tambutti creó la obra en Argentina, con una propuesta que unía en escena a actores y bailarines en los papeles protagónicos, pero en la puesta holguinera la coreógrafa decidió explotar el magnífico cuerpo de baile masculino de Codanza. Por eso los personajes principales, en una suerte de vuelta de tuerca doblemente posmoderna y atractiva, donde la propia arquitectura coreográfica más que contemporánea es ejemplo de un posmodernismo finisecular, son asumidos por los bailarines masculinos. A nivel macroestructural, Muerte prevista en el guion se acerca a elementos posmodernos como la metaficción, el pastiche, la parodia,la alegoría, la polifonía y la apropiación de múltiples referentes que tributan al ballet clásico. Tambutti rinde homenaje, entre otras, a notables obras, melodramas donde la muerte es parte consustancial de la puesta: La muerte del cisne, coreografía del ruso Michel Fokine creada inicialmente para la mítica Anna Pávlova; Giselle de Jules Perrot y Jean Coralli; Carmen, con música de Georges Bizet; La dama de las camelias en su versión del italianoGiuseppe Verdi, y La consagración de la primavera, de Ígor Stravinsky, con coreografía original de Vaslav Nijinsky para los Ballets Rusos de Serguéi Diáguilev.

Vemos, en una obra que se destaca, además, por el ritmo, la progresión dramatúrgica y el montaje ambicioso, a un joven colectivo –muchos incorporados hace poco a Codanza, compañía que se renueva sin perder los ímpetus iniciales, la osadía y los riesgos de sus propuestas– que, en la limpieza y organicidad de sus movimientos, en la calidad con que asumen las piezas, ha sabido superar los contratiempos diarios y entregarnos puestas de alto valor, que dan la sensación de ver, aunque las conozcamos, una nueva obra en escena.

Muerte prevista en el guion no pierde actualidad a más de veinte años de estrenada en Holguín por Codanza. En cambio se reconstruye y actualiza, como debe ser, sin alterar sus cimientos originales, en busca de una organicidad plástica que viene dada desde su propia concepción. Esta temporada nos muestran la encomiable altura en que se ha colocado la Compañía de Danza Contemporánea Codanza,de Holguín, en estos primeros 30 años.

Coda

Varias instituciones y organizaciones reconocieron la impronta de Codanza, entre ellas la Asociación Hermanos Saíz, la Dirección Provincial de Cultura, el Consejo Provincial de las Artes Escénicas (CPAE), el Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba y el Gobierno en Holguín. Entre ellas destaca la entrega de la Distinción Teatro Eddy Suñol a Maricel Godoy, galardón que otorga esta institución holguinera y el CPAE a personalidades y colectivos que hayan aportadoal desarrollo social y cultural del país. Construida en acrílico, la Distinción reproduce la fachada art decó del Teatro, se acompaña de diploma acreditativo y reconoce, en ese caso, la labor de Maricel al frente de Codanza, y los aportes a la cultura provincial y cubana a lo largo de las tres décadas, con un trabajo basado en la credibilidad, la interpretación, la danza física habitada por los sentimientos; las emociones reflejadas en movimientos que indiscutiblemente desencadenan un discurso sólido lleno de experiencias y vivencias, como comentó Maricel.

Como parte de la jornada se inauguraron, además, dos muestras fotográficas: Codanza, el espíritu vivo del fuego y Memorias de un Festival, que repasan, respectivamente, la trayectoria del colectivo durante estas tres décadas y parte de los momentos más importantes del Concurso de Danza del Atlántico Norte Codanza y Grand Prix Vladimir Malakhov.La primera, de gigantografías, fue inaugurada por Rubén Rodríguezen el Centro Provincial de Arte; y la segunda, de fotografías, por Erian Peña, en el lobby del Suñol.

Esta jornada, realizada desde el pasado 22 de septiembre, estuvo dedicada, de manera especial, al reconocido pintor holguinero Cosme Proenza Almaguer, recientemente fallecido. Cosme, afirmó Godoy, fue un creador muy cercano y cómplice de los proyectos de Codanza, entre ellos las coreografíasLos dioses escuchan y Año cero, esta última estrenada a partir de la serie Boscomanías, por el 50 cumpleaños del maestro de la plástica.