Por José Abreu Cardet, Premio Nacional de Historia
Marianela Rabell López nos asalta con una expresión que parece más cercana a la poesía que a una especialista en la organización y divulgación de la información, afirma que es una enamorada “de la calidez de la tinta y el crujir de las hojas de un buen libro”.
Desde su niñez comenzó a andar por los caminos de la lectura. No podía imaginarse aquella niña delgada y de mirada penetrante que con los años terminaría de Jefa de Departamento de Información Científico Técnica de la Biblioteca “Miguel de Cervantes Saavedra”, de la sede “José de la Luz y Caballero” de la Universidad de Holguín. Mucho menos que se graduaría como Máster en Historia y Cultura en Cuba y que sería Profesora Auxiliar de la Universidad de Holguín y Presidenta de la Cátedra honorífica “Miguel de Cervantes Saavedra”. Es a esta persona amable a quien abordamos en nuestra indagación sobre la Universidad de Holguín.
A un centro académico como este generalmente uno se acerca averiguando entre doctores y especialistas sobre las últimas investigaciones concluidas, la formación de los profesionales que en cada curso salen de sus aulas. Hoy llegamos silenciosamente hasta las salas de la biblioteca de la institución en busca de una visión de la misma desde los anaqueles donde se atesoran libros, algunos nacidos en los mismos orígenes de la cultura y otros prácticamente acabados de terminar por sus autores. No hemos concluido de revisar los estantes cuando nos encontramos con computadoras que guardan información para la que parece que no hay suficientes años de vida para acabar de leer todo lo que atesoran en soporte electrónico. Marianela Rabell López bajo cuya responsabilidad se encuentra la conservación de esta memoria, que parece infinita, acepta respondernos algunas preguntas sobre el Departamento de Información Científico Técnica.
¿Qué es para usted una biblioteca universitaria?
“Es un centro donde convergen diversos recursos de información para la docencia, la investigación y el trabajo extensionista. Es también un lugar de formación de usuarios y desarrollo de competencias informacionales”.
¿Qué tiempo hace que trabaja en la biblioteca?
“Desde 1995”.
¿Cómo llegó a la biblioteca?
“Llegué procedente del Departamento de Español y Literatura del antiguo Instituto Superior Pedagógico de Holguín”.
¿Por qué su interés por la biblioteca?
“La biblioteca ha sido un sueño cumplido, desde pequeña siempre estuve rodeada de libros y hasta hoy, leer es mi mayor satisfacción”.
¿Qué significa para usted la biblioteca?
“Instrucción, ilustración, sabiduría, goce, disfrute, refugio”.
La biblioteca fuera de la universidad
“La biblioteca universitaria al ser parte de una casa de altos estudios rompe sus muros académicos para cumplir con el encargo social de servir a la comunidad, por eso se inserta en los procesos sustantivos de esta, como es el caso del trabajo extensionista, y participa activamente en proyectos comunitarios como: La Yabita, Rutas y saberes; en unos, la universidad realiza actividades con carácter inclusivo en aquellas comunidades marginales, y por otra parte los estudiantes participan en actividades de recorrido histórico cultural, todas estas son reforzadas por la presencia de la biblioteca y las actividades de promoción de lectura”.
¿Qué significa ese trabajo de extensión?
“El trabajo de extensión es de gran significación pues le da la oportunidad a todo el claustro universitario de participar e intercambiar con diferentes segmentos poblacionales y trascender desde el punto de vista socio cultural más allá de la labor que se desempeña en una comunidad académica”.
La producción científica de la universidad, ¿qué ocurre con ella?
“La producción científica de la Universidad es recuperada, preservada y socializada en la biblioteca; así contamos con un Repositorio institucional que ya alberga una considerable colección de Tesis de Maestrías, Doctorados y Especialidades; así como libros, artículos científicos, trabajos de diploma; entre otros documentos. En la Biblioteca de la Sede “José de la Luz y Caballero”, existe una Sala Especializada, creada para los investigadores, donde se puede encontrar la producción científica de la educación holguinera, con énfasis en las Tesis de Maestría en Ciencias de la Educación”.
La sala de Literatura y Arte Universal, ¿cómo se formó?
“La sala de Literatura y Arte Universal fue creada a partir de una donación realizada por la Organización no gubernamental Solidarios por el desarrollo, adscripta a la Universidad Complutense de Madrid; donaron cuatro mil volúmenes”.
¿Cómo promueven la lectura?
“La promoción de la lectura se realiza a través de diversas actividades y en todos los espacios posibles; tales como: recitales de poesías, debates de libros y películas, conversatorios con docentes destacados y personalidades de la cultura, la ciencia y el deporte; visitas a instituciones culturales e históricas, exposiciones de textos y de artes plásticas, dramatizaciones, encuentro de generaciones, presentaciones de libros, peñas literarias, proyección de audiovisuales, conferencias, paneles, encuentros con lectores y escritores y actividades comunitarias”.
¿Usted cree que se lee?
“Creo que sí se lee, no quizás con la misma pasión ni en los mismos soportes que antes; hay un universo virtual que ha atrapado a niños, adolescentes y jóvenes; pero la lectura sigue siendo curiosidad y emoción”.
¿Qué opina de la buena lectura y la mala lectura?
“Para mí no hay buenas o malas lecturas, hay grandes lectores; y extraordinarios pensadores que se formaron a partir de lecturas que podrían considerarse nada aportativas; sin embargo les abrieron un camino. Por ejemplo, los textos del género épico, tales como las aventuras y los policiacos iniciaron, después vinieron los libros de ciencia ficción, hasta que finalmente se definió la literatura auténtica. No quiere decir que en los libros de aventuras y policíacos no hayan grandes obras; están los clásicos como Julio Verne que han acompañado y poblado la imaginación de niños y adolescentes durante muchos años”.
Las revistas, qué significan para promover la lectura
“Las publicaciones periódicas constituyen hoy un documento actualizado y de fácil lectura. A través de ellas también se puede promover la lectura, sólo hay que determinar en esa variada gama que son hoy las revistas, cuáles les pueden interesar a un usuario determinado”.
La lectura en soporte electrónico
“Se habla de una generación de nativos digitales que han crecido con las tecnologías y que sólo leen textos electrónicos; al respecto, la biblioteca debe ir cambiando la forma de ofrecer sus servicios y pensar en la elaboración de productos digitales que sean atractivos y sugerentes para estos nuevos lectores. En cualquier soporte que se lea siempre será ingreso de conocimientos para cualquier ser humano; aunque en mi opinión nada supera la calidez de la tinta y el crujir de las hojas de un buen libro en papel”.