Recuerdan en Holguín el legado de Fidel con variado programa cultural 

Por Vanessa Pernía Arias
Fotos tomadas del periódico ¡ahora!

Una variada programación que comprende presentaciones de libros, conversatorios y recitales de poesía y trova se desarrolló en Holguín, con motivo de celebrarse hoy el 96 aniversario del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz. 

La actividad central se realizó en el Conjunto Histórico de Birán, en el municipio de Cuento, y contó con la presentación, por Víctor Aguilera, vicepresidente primero de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (Unhic) en Holguín, del libro Fidel, un guerrillero antillano en el paralelo 17, investigación realizada por José Ángel Llamo Camejo que recopila información sobre la visita realizada por el líder cubano a Vietnam. 

En el homenaje, al que asistieron las principales autoridades políticas y gubernamentales de la provincia, se reconoció a un grupo de jóvenes con la condición 60 Aniversario que otorga la UJC, mientras otros recibieron en Birán el carnet que los acredita como militantes comunistas.

Mientras en la ciudad de Holguín, Eliel Gómez, presidente de la Sociedad Cultural José Martí, comentó, en intercambio con jóvenes en la Biblioteca Provincial Alex Urquiola, sobre el camino de la virtud que trazó José Martí e hizo suyo Fidel junto a la Generación del Centenario, pues “como bien dijo el Comandante en Jefe, Martí nos legó los principios éticos, patriotismo y su alto concepto del honor y la dignidad humana”. 

Asimismo reflexionó sobre el verdadero homenaje que se puede hacer al Apóstol es saber incorporar lo mejor de los individuos en sus propias vidas, no es citar su obra lo que convierte a una persona en martiana; sino llevar en el corazón las doctrinas del Maestro, convicción presente en Fidel. 

Por otra parte, en la sede local de la Unhic los investigadores Hernel Pérez, Mayra San Miguel y Víctor Aguilera presentaron libros sobre la vida de Fidel, entre ellos la última biografía del líder realizada por Katiuska Blanco, con el título Fidel, y además Fidel Castro como espada reluciente, de los periodistas holguineros Maria Julia Guerra y Rubén Rodríguez. 

Publicado bajo el sello Ediciones Alejandro, del Centro de Estudios Fidel Castro y próximamente a disposición de los lectores, la biografía de Fidel romper la barrera del año 1959 y entra en la etapa de mayor polémica y de menor información desde la historiografía, comenta Aguilera.

Añadió, además, que el volumen propicia un acercamiento general a su figura, pues en una primera parte recoge a modo de resumen aspectos esenciales de su infancia, juventud y la lucha, abordado en sus obras anteriores para enfocarse en determinados momentos de la Revolución. 

Mientras que Fidel Castro como espada reluciente, texto publicado por Ediciones La Luz, resulta una valiosa compilación que refleja el paso de Fidel por la provincia de Holguín entre los años 1958 y 2006 a través de una cronología de discursos que pronunciara en este territorio, así como fotografías y materiales periodísticos publicados en el semanario ¡ahora!

Como parte de esta jornada de recordación se entregó la distinción Fernando Rodríguez Portella a los jóvenes historiadores y profesores de la Universidad de Holguín, Bárbara Márquez, René Hidalgo y Celia Hernández, reconocimiento que confiere cada dos años la Unhic.

Asimismo se realizó el recital de poesía Patria es humanidad, en el Museo Provincial La Periquera, con lectura de Lourdes González Herrero, José Luis Serrano y Kenia Leyva, y el trovador Fernando Cabreja. 

 

Convocan al XX Premio Nacional de Poesía Adelaida del Mármol

Por Erian Peña Pupo

El Premio Nacional de Poesía Adelaida del Mármol convoca a su XX edición, organizado por el Centro para la Promoción y Desarrollo de la Literatura Pedro Ortiz Domínguez, el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Holguín, y el reconocido sello Ediciones Holguín.

Pueden participar todos los escritores cubanos residentes en el país, con un cuaderno inédito de tema libre y una extensión comprendida entre 60 y 80 cuartillas, asegura el escritor Moisés Mayán, especialista del Centro de Promoción Pedro Ortiz. Los libros, añade, se enviarán por vía electrónica en dos archivos, uno con la obra en concurso, acompañado por un seudónimo, y otro con los datos del autor, a la siguiente dirección: premioadelaidadelmarmol@gmail.com En este último archivo deberán consignarse: título de la obra, nombre y apellidos, seudónimo, número de identidad, teléfono, correo electrónico y una breve ficha biográfica. El plazo vence el 15 de octubre a las 3 pm.

El jurado, comenta Moisés, estará integrado por prestigiosos poetas y su fallo se dará a conocer en la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, a celebrarse entre el 24 y el 30 de octubre en la provincia de Holguín. El premio consistirá en 10 mil pesos moneda nacional, la publicación del cuaderno por Ediciones Holguín y el pago de los derechos de autor de la primera edición. La participación en el concurso implica la aceptación de las bases, por lo que las obras que no se ajusten a los requisitos serán descalificadas, añade.

Surgido en 1989, el primer libro premiado fue Testigo de los días, de Alejandro Fonseca, con un jurado integrado por Guillermo Rodríguez Rivera, Paco Mir y José Luis Moreno del Toro. Le han seguido premiados como Odette Alonso, Lourdes González, Jesús David Curbelo, Roberto Manzano, Luis Yuseff y José Luis Serrano, entre otros, mientras que voces como David Chericián, Marilyn Bobes, Roberto Méndez, Alberto Garrido o Delfín Prats han formado parte del jurado de este premio que recuerda a la poetisa holguinera Adelaida del Mármol, la más importante voz lírica del siglo XIX holguinero.

En las más recientes ediciones, el Premio ha sido entregado, en la sede de la UNEAC, a los holguineros Edurman Mariño por El estrecho margen, Zulema Gutiérrez, con Metralla, y Rubiel G. Labarta por El tiempo recobrado, al habanero Lázaro A. Díaz Cala con Por distintas aceras y al matancero Yans González por el cuaderno Estos días de abril.

Atrapasueños o buscando un booktubers desde Ediciones La Luz

Por Vanessa Pernía Arias

Foto Ediciones La Luz

Ediciones La Luz, sello de la AHS en Holguín, junto a la Cámara Cubana del Libro, convoca al primer Concurso Nacional de Booktubers Atrapasueños, en el Día Mundial del Niño.

Luis Yuseff, editor jefe de La Luz, comentó que el certamen tiene como propósito incentivar el gusto por la literatura desde las nuevas plataformas de socialización del libro, motivando especialmente a los más pequeños de casa a participar. Booktubers, explicó el ganador del Premio de Poesía Nicolás Guillén, hace alusión a la comunidad de creadores de contenido de YouTube que realizan y suben videos relacionados con los libros para compartir sus opiniones y recomendaciones de lectura desde estas plataformas.

Pueden participar niños, adolescentes y jóvenes hasta 18 años de edad, con un video donde reseñen un título publicado por esta casa editora, en las siguientes categorías: de cinco a nueve años, de 10 a 13 y de 14 a 18. Se otorgará un premio único en cada grupo etario, consistente en una mochila con libros del catálogo de La Luz, souvenir y material escolar.

Yuseff señaló que los interesados deben enviar su audiovisual a la dirección electrónica: alaluzseleemejor@gmail.com, usando el asunto “Atrapasueños” en el mensaje. El plazo de admisión vence el 22 de agosto próximo, y los resultados se darán a conocer el 29 del propio mes desde el Salón “Abrirse las constelaciones” de esta reconocida casa editora, destacó.

Además se publicarán los videos finalistas y ganadores en el canal de YouTube de la editorial; la participación en este concurso supone la aceptación de sus bases, añadió Yuseff.

Atrapasueños está auspiciado también por la AHS y su filial en Holguín, y constituye una de acciones de la campaña del libro y la literatura que fomenta la editorial este año bajo el lema “Buscando el libro justo”, que además se suma a los espacios habituales y busca afianzarse con el público, conquistando a los más jóvenes también desde los escenarios digitales.

 

Visitaciones a Guillén y Fina García-Marruz en la UNEAC holguinera

Por Erian Peña Pupo

Fotos Vanessa Pernía y Armando Cuba

La Filial de la UNEAC en Holguín destacó recientemente las improntas en la cultura cubana y universal de la obra del Poeta Nacional Nicolás Guillén en el 120 aniversario de su natalicio, y de la poeta y ensayista Fina García-Marruz, fallecida el pasado 27 de junio.

Las filiales de Escritores y Música, en coordinación con la Comisión Aponte, realizaron el panel “El último Poeta Nacional cubano”, integrado por el crítico y profesor Lino Ernesto Verdecia Calunga, el poeta e investigador Ronel González Sánchez, y el estudioso de la música Zenovio Hernández Pavón, como homenaje de la vanguardia artística en la provincia a quien fuera un gran escritor y el primer presidente de la UNEAC.

“Sus disertaciones entregaron al público asistente un Guillén diverso, mediante juicios equilibrados y no exentos de polémica, que motivaron un rico debate cultural, generado en un público interesado y participativo”, comentó el historiador Armando Cuba, al frente de la filial de Escritores, y quien subrayó que el homenaje se produjo entre las fechas de nacimiento (10 de julio) y fallecimiento (16 de julio) del importante camagüeyano. “Al honrar la personalidad de Guillén fueron también reconocidos los poetas nacionales de Cuba José María Heredia, Bonifacio Byrne y Agustín Acosta”, destacó.

Por su parte, el Café Literario que realiza, en la sede provincial de la UNEAC, cada jueves el intelectual Manuel García Verdecia “básicamente constituyó un homenaje a una de las escritoras más importantes de la poesía hispanoamericana, Fina García-Marruz”, de las manos del escritor Eugenio Marrón y el profesor universitario Ariel Zaldívar.

Marrón aseguró que Fina es “una de las voces más inspiradas de la literatura hispanoamericana y señaló cómo a su muerte connotados críticos habían exaltado su obra que se inserta en lo más depurado de la tradición poética en lengua española”. Además, compartió varios textos de la antología El instante raro, publicada en España a propósito de la entrega a Fina del Premio reina Sofía de Poesía Iberoamericano en 2011, como “El retrato”, versos inspirados en la foto martiana en Jamaica, “Variaciones sobre el tiempo y el mar”, “La rara playa”, “Los indios nuestros”, “A nuestro Lezama” y pasajes de “Transfiguración de Jesús en el Monte”, en los que “la escritora da muestras de su espiritualidad de raíz católica, su sensibilidad y dominio de la lengua castellana”, subrayó.

Por su parte, el profesor Zaldívar reflexionó sobre los ensayos martianos de García-Marruz, a quien calificó como “excepcional pensadora no suficientemente estudiada, a su juicio, en esta vertiente”. “Al estudiar a Martí, honra su condición especial de pensadora”.

Para profundizar en el tema, citó y comentó pasajes seleccionados de El amor como energía revolucionaria en José Martí, que tocan aspectos como la ética y el desinterés en Martí y “la fuerza divisora del odio, consecuencias históricas; así como de la compilación Ensayos, los acápites “José Martí”, “Lo exterior en la poesía” y “Versos Sencillos”, en los cuales “se aprecia la profundidad del pensamiento crítico y su dedicación al estudio de la personalidad y, sobre todo, de la espiritualidad” del Apóstol (web de la Uneac).

Dashiell Hammett de regreso con sus cuentos

Por Erian Peña Pupo

Foto cortesía de Ediciones Holguín

Del estadounidense Dashiell Hammett (1894-1961), los lectores cubanos conocen, sobre todo, su obra novelística. Sus libros dieron cuerpo a un nuevo subgénero literario: la novela negra, que tuvo sus derivaciones en el cine y dio un vuelco a la literatura policiaca. Autor de cuentos y guiones cinematográficos, y activista político, Hammett influyó a escritores como Ernest Hemingway, Raymond Chandler y George Simenon, y creó personajes tan recordados como Sam Spade (El halcón maltés), la pareja de detectives Nick y Nora Charles (El hombre delgado) y el agente de la Continental (Cosecha roja). Estos libros, junto a La llave de cristal, que se ha publicado más de una vez en Cuba, son clásicos de la literatura universal no solo para el lector amante del policiaco.

Precisamente este último agente es el protagonista de El detective de la Continental, publicado por Ediciones Holguín en 2019, presentado en la reciente edición de la Feria Internacional del Libro y que reúne siete cuentos de Hammett que sintetizan, de manera magistral, las características de los relatos que caracterizaron no solo su obra, sino un periodo y un subgénero literario cuyas ramificaciones han llegado con fuerza a nuestros días.

¿Qué distingue a la novela negra e imanta al resto de sus subgéneros? Leemos a Dashiell Hammett sabiendo que la resolución del misterio no es el objetivo principal, sino la dilucidación no explícita de su motivación moral; que los argumentos son habitualmente violentos y la acción se desarrolla de forma rápida; que la clásica división entre buenos y malos se difumina, pues ambos cruzan a menudo la barrera entre el bien y el mal; y que los detectives (incluso este) son personajes fracasados y cínicos, que terminan mezclándose con los hechos y salvándose a costa, muchas veces, de violencia y suerte, y un rudimentario sentido del honor y el deber cumplido hacia la agencia. Leemos a Dashiell Hammett conociendo que las historias policiacas ocurren, en su mayoría, en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión, en los tiempos de la ley seca y el subsiguiente desarrollo del crimen organizado y el gansterismo en Estados Unidos; y que el móvil de los crímenes es casi siempre alguna “debilidad humana”: rabia, ansia de poder, envidia, odio, codicia, lujuria… Leemos a Dashiell Hammett porque estamos seguro que no podía faltar, pues él le dio forma, la femme fatale: esa mujer hermosa, ambiciosa, por la cual se produce el crimen, es la causa directa o incluso la asesina, y cuya presencia marca la novela negra (y el cine negro) y la obra de Hammett. Estos temas van a caracterizar la obra novelística de Dashiell Hammett y también los cuentos recogidos en El detective de la Continental, traducidos por Aida Bahr.

En estos relatos, aparecidos por primera vez en la revista pulp Black Mask y publicados como libro en 1945 (“La décima pista”, “La Herradura Dorada”, “La casa de Turk Street”, “La muchacha de los ojos plateados”, “Kid Cualquiera”, “La muerte de Main” y “Asesinato en Farewell”) el detective es el verdadero protagonista. Pero poco sabemos de él: solo que es un profesional privado que trabaja para la Agencia Continental de Investigaciones de San Francisco, cuyo nombre no conocemos ni conoceremos y –algo que mientras leemos los cuentos vamos notando– que posee una moral ambigua, pues no duda en intervenir en los casos a los que se enfrenta manipulando la situación, dando lugar a que se precipiten los hechos y utilizando métodos cuestionables como los de los criminales a los que persigue (fue con este personaje que nació el subgénero hard boiled).

Hammett creó la mayoría de las representaciones, personajes y esquemas argumentales del género. Su estilo lacónico e impresionista, que selecciona pocos pero significativos detalles para que el lector construya su propia imagen de personajes y ambientes, y que a diferencia de otros novelistas policiacos, como los de la escuela inglesa, no le interesa las argucias del crimen, sino lo ético, lo humano y lo social que se ve comprometido, toma forma de una realidad que conoce, pues Hammett trabajó en la Agencia de Detectives Pinkerton, a la que renuncia en 1922 para dedicarse a su carrera literaria: la corrupción latente en el interior de la sociedad estadounidense en los años del crack de 1929 y la Gran Depresión; por eso el realismo y el fuerte pesimismo que invade a sus personajes.

Ediciones Holguín entrega una novedad literaria que el lector sabrá agradecer: una selección de siete cuentos que Hammett, realizada por el crítico estadounidense Steven Marcus en 1974 y que muestra una visión representativa de lo mejor de su narrativa corta.

¿Qué distinguió el trabajo de traducción de El detective de la Continental? Según la narradora Aida Bahr, al traducir estos cuentos de quien es considerado el padre de la novela negra, procuró “acerrarse al estilo de Hammett, con su prosa ágil, directa, entrecortada. En aras de una mayor naturalidad, y de preservar el ambiente de la época reflejada, que estos relatos captan de forma muy efectiva, se decidió no traducir los nombres de lugares y personajes, excepto los de aquellas locaciones que tuvieran incidencia directa en la trama, o los sobrenombres que contribuyeran a caracterizar a sus portadores. En muchos casos se prefirió no traducir los giros coloquiales propios de aquel contexto con expresiones equivalentes en español que, necesariamente, remiten a otro entorno, sino utilizar un léxico que, además de transmitir el sentido, permita al lector ubicarse en el estatus y ámbito social del narrador y los restantes personajes” del libro.

Con edición de José Luis Serrano y diseño de Roddier Mouso, con portada a partir de un fotograma de la película de cine negro The Big Combo, de Joseph H. Lewis, de 1955, El detective de la Continental ofrece atractivos relatos policiacos que –si bien son reflejo de las características del género en su plenitud– guardan muchas sorpresas al amante no solo del policiano, sino a todo el lector que se deje atrapar por historias donde los detectives, las femme fatale y los asesinos acaban dándose cita, y en los que “la habilidad en la construcción de las tramas, el eficaz trazado de los personajes y, sobre todo, el atractivo de una prosa ágil, directa, salpicada de coloquialismo y humor, tan efectiva que consigue transportarnos al lugar de los hechos, harán de la lectura una confirmación del talento de Hammett”, como uno de los importantes autores del siglo XX.

 

 

 

Otorgan el XXIII Premio Celestino de Cuento

Por Vanessa Pernía Arias y Erian Peña Pupo

El XXIII Premio Celestino de Cuento fue concedido en la tarde de hoy a la obra “Las mujeres que no amaban a los hombres”, de la joven escritora holguinera Katherine Perzant, como colofón del certamen homónimo que sesionó con un amplio programa de actividades desde el día 15.

El jurado, integrado por los escritores Alberto Garrandés, Elaine Vilar y Adalberto Santos, decidió otorgar el Premio por unanimidad a este conjunto de diez relatos que alcanza “con austeridad y ponderación una notable unicidad estilística, donde la escritura con matizaciones convincentes fluye sin ademanes atestados, con confiada llaneza sin mostrar conciencia de estilo tan propia, en ocasiones, de los discursos que son vacilantes y no poseen madurez”.

El jurado estimó, según el acta, que “la facturación del tipo de escritura que este título defiende también es hija de un acento notable que es saber construir desde una voz de elegante sobriedad”.

Logra, además, poner “en práctica cierto extrañamiento a un mundo propio con personajes propios que se han reinventado enérgicos a sí mismos y a quienes se articulan con ellos, en busca del sentido que tiene ejercer la libertad de dibujar una y otra vez sus identidades a toda costa, negociar sus emociones con riqueza de gestos, explorar sin miedos el paisaje interior y hacer de la existencia cotidiana un territorio para el conocimiento personal y del otro”.

También decidieron conceder una mención especial al libro “Caras largas, huesos cansados”, presentado bajo el seudónimo de Rosa Luxemburgo, donde se revela y destaca una sensibilidad doble y hay una suerte de prudencia que no significa renunciar a la emoción, sino moldearla e hilarla de modo que se torne tan diáfana como eficaz.

Dicho certamen nacional, auspiciado por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Holguín y Ediciones La Luz, se dedicó al 110 aniversario del poeta, narrador, dramaturgo y traductor Virgilio Piñera.

Durante estas cuatro jornadas destacan los paneles “Todas las cabezas se unen”, dedicado al aniversario 110 del natalicio de Virgilio; “El tiempo recobrado”, a propósito de los 100 años de la muerte de Marcel Proust; y “Diálogo sobre la lucidez”, por el centenario del escritor portugués José Saramago, Premio Nobel de Literatura.

Además se presentaron varias novedades editoriales de narrativa de La Luz: “Ya no creo en Lars von Trier”, de Marvelys Marrero; “Zapping”, de Ragnar Wilfredo Robas; y “Como se escriben los clásicos”, de Idiel García; así como la colección Premio Celestino de Cuento, con los títulos “Las fauces”, de la camagüeyana Lourdes Mazorra, ganador de la XX edición del Premio; y “Boustrophilia”, del holguinero Robert Raez, quien obtuvo el XXI Celestino.

Auspiciado además por la Uneac en Holguín y el Centro Provincial del Libro y la Literatura, el Premio Celestino de Cuento surgió en 1999, y su primera edición lo recibió, entonces, el narrador y periodista Rubén Rodríguez con el cuento “Flora y el ángel”.

Recuerdan en Celestino la obra del escritor cubano Virgilio Piñera

Por Vanessa Pernía Arias

La obra del escritor cubano Virgilio Piñera y sus aportes, a 110 años de su natalicio, centró en la tarde de este miércoles la 23 edición del Premio Celestino de Cuento, desarrollado en la ciudad de Holguín hasta el pasado día 18.

“Todas las cabezas se unen” se tituló el panel dedicado a reconocer la impronta del reconocido dramaturgo, poeta, narrador y crítico nacido en Cárdenas, Matanzas; destacando su cubanía auténtica, su ruptura creativa, su filosofía, sus modos de asumir la realidad, el teatro, la literatura y sus facetas creativas.

A cargo de los escritores Rubén Rodríguez, Mariela Varona y Erian Peña, este espacio reconoció la obra amplísima de Virgilio, lo que lo sitúa como figura imprescindible de la literatura cubana, al ser un autor que abordó con maestría todos los géneros, resaltando la cubanía de sus obras “Aire frío” y “La isla en peso”.

Mariela Varona y Rubén Rodríguez se refirieron de manera particular a la vigencia de la obra de Piñera en varias generaciones de escritores cubanos, quienes asumen recursos como el humor, la ironía y la burla desde la misma cuerda virgiliana.

Por su parte Erian Peña destacó el trabajo que realizó el autor de “Electra Garrigó” y “La carne de René” como traductor durante su estancia en Buenos Aires, etapa en la que integró el comité de traducción de la novela “Ferdydurke”, del polaco Witold Gombrowicz, obra de alta complejidad, incluso en su lengua de origen.

Peña Pupo comentó, además, de su amistad con intelectuales de esa nación suramericana como Adolfo Bioy Casares, Victoria y Silvina Ocampo y Jorge Luis Borges, quien lo incluyó en las reconocidas antologías “Cuentos breves y extraordinarios” y “El libro del cielo y del infierno”.

Hasta el sábado este evento se desarrollará con un amplio programa de actividades que incluye paneles, presentaciones de libros, lecturas de narrativa, peñas infantiles y la premiación del certamen.

Organizado por Ediciones La Luz y la Sección de Literatura de la Asociación Hermanos Saíz en la provincia, el Premio Celestino de Cuento surgió en 1999 y en su primera edición lo recibió el narrador y periodista Rubén Rodríguez con el cuento “Flora y el ángel”.

Premio Celestino de Cuentos, con Virgilio Piñera en su 110 aniversario 

Por Erian Peña Pupo

Fotos cortesía de Ediciones La Luz 

Cuando se conmemoró el centenario de Virgilio Piñera en 2012, Ediciones La Luz, sello de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Holguín, publicó La Isla en versos. Cien poetas cubanos, como homenaje, desde la creación lírica, a uno de los autores fundamentales de la literatura cubana. Hoy, diez años después, La Luz vuelve a rendir tributo al autor de La carne de René y Aire frío, en el aniversario 110 de su natalicio, dedicándole las jornadas del XXIII Premio Celestino de Cuento, que del 15 al 18 de junio se realiza en Holguín. 

El certamen –que recuerda, además, al Premio Nobel de Literatura José Saramago en su centenario, y al novelista francés Marcel Proust, a un siglo de su muerte– inició el martes 14 con la apertura de la exposición personal Nadando en seco, del diseñador Robert Raez, con palabras de Rubén Rodríguez; una colección gráfica con doce piezas que aluden a cuentos breves de Virgilio, preámbulo de la grabación de un audiolibro que contendrá estos relatos en las voces de los miembros de la Sección de Literatura de la AHS.

Este año –comentó Luis Yuseff, director de La Luz y al frente del Comité Organizador del Celestino– se recibieron 29 cuadernos inéditos, de autores de casi todo el país, que muestran un panorama variopinto de modos particulares de abordar la narrativa. Serán evaluados por un jurado compuesto por Alberto Garrandés, Elaine Vilar y Adalberto Santos. 

Destaca en el programa los paneles “Todas las cabezas se unen”, dedicado al aniversario 110 del natalicio de Virgilio, con Mariela Varona, Rubén Rodríguez y Erian Peña; “El tiempo recobrado”, a propósito de los cien años de la muerte de Marcel Proust, con Delfín Prats, Eugenio Marrón y Hugo González; y “Diálogo sobre la lucidez”, por el centenario de Saramago, con Lourdes González, Erian Peña y Eugenio Marrón Casanova. Todos se realizarán en la peña “Abrirse las constelaciones”, en la sede de este sello editorial. 

Se presentarán novedades editoriales de narrativa de La Luz, como Ya no creo en Lars von Trier, de Marvelys Marrero; Zapping, de Ragnar Wilfredo Robas; y Como se escriben los clásicos, de Idiel García. Mientras que en la peña “Punto de Fuga” se realizarán conversatorios con diferentes autores: con Rubén Rodríguez por su libro de cuentos El año que nieve (Premio Alejo Carpentier, Letras cubanas, 2020); Mariela Varona por la novela Las puertas de la perversión (Ediciones Matanzas, 2019) y Lourdes González, por los cuentos de Alas (Letras Cubanas, 2019). Por su parte, en el espacio “Todas las cabezas se unen” se realizarán lecturas de narrativa de autores de diferentes generaciones, como Andrés Cabrera, Mandy Ochoa, Idania Salazar, Ghabriel Pérez, Erian Peña, Elizabeth Soto, Rafael A. Inza, Maribel Feliú, Alex Jorge, Robert Raez y José Alberto Pérez. 

El Celestino llagará –como es costumbre desde los días fundacionales de este evento que recuerda la obra del holguinero Reinaldo Arenas desde su primera novela Celestino antes del alba– a la ciudad costera de Gibara, donde se presentarán títulos de La Luz: Sexo chatarra. Los perfectos crímenes del corazón, de María Liliana Celorrio; Fatamorgana de amor con banda de música, de Hernán Rivera Letelier; Cuando no huyen los lirios, de Diana Castaños; Como se escriben los clásicos, de Idiel García; El planeta rojo, de Eliécer Almaguer; Una brizna de tiempo, de Rafael de Águila; Mar de invierno y otros delirios, de Alberto Garrandés; Ojos para no ver las cosas simples, de Martha Acosta; además de Las puertas de la perversión, de Mariela Varona, de Ediciones Matanzas.

En la última jornada se realizará una lectura de la obra narrativa de Virgilio Piñera en las voces de jóvenes escritores cubanos, como antesala al audiolibro que realiza La Luz: Liset Prego, Andrés Cabrera, Erian Peña, Miguel Montero, Armando Ochoa, Luis Lofforte, Ana G. Ramos, Reinaldo Zaldívar, Robert Raez y José Alberto Pérez leerán relatos breves del autor de Cuentos fríos y Presiones y diamantes. Además se presentará la colección Premio Celestino de Cuento, con los títulos Las fauces, de la camagüeyana Lourdes Mazorra, ganador del XX Premio; y Boustrophilia, del holguinero Robert Raez, quien obtuvo el XXI Celestino. Esta edición culminará con la entrega del XXIII Premio Celestino de Cuento, luego de las deliberaciones del jurado, y el lanzamiento de la próxima edición que a reunirá en Holguín, en similares fechas del año, a autores de todo el país que apuestan por las posibilidades del cuento, con la seguridad de llevar la isla en peso (tomado de La Jiribilla).

Imaginario popular en las artes visuales holguineras

Por Erian Peña Pupo

Fotos Eliecer Peña

Artes visuales holguineras. Imaginario popular en la década de los 90 del siglo XX, de Yuricel Moreno Zaldívar, publicado por Conciencia Ediciones, sello de la Universidad de Holguín, “nos ilumina, con un profundo estudio de nuestros imaginarios a través de obras de arte que han trascendido por su alcance ideoestético y que la autora las convierte, mediante códigos hermenéuticos, en ventanas para asomarnos a la complejidad de lo que somos, lo que nos define, en fin, el espíritu de una época codificado en símbolos artísticos y los semas esenciales de nuestra identidad territorial”, escribe el Dr.C. Alejandro Torres Gómez de Cádiz Hernández en las palabras de contracubierta de un título necesario en el fondo bibliográfico sobre el tema.

El libro, con edición de Niurka Sánchez Valle y corrección de Xiomara Garzón Montes de Oca, se divide en los capítulos: “Imaginario popular en la cultura cubana” y “Artes visuales contemporáneas en Holguín”, donde Yuricel explora las expresiones del imaginario popular en el arte cubano, las artes visuales ¿complejo simbólico del imaginario popular?, este imaginario en las artes visuales en la provincia en los años 90 del pasado siglo, y como se evidencian los mitos y leyendas, los códigos de la religiosidad popular y los discursos urbanos en este. En la portada posee un detalle de la obra “La condición humana”, de Leticia Leyva Azze.

Yuricel estudió esta etapa de las artes visuales holguineras porque “estos años arrojan una dinámica que, pese al impacto de la crisis, aportó experiencias irrepetibles y evocadoras. Los profundos cambios contextuales ocurridos entonces afectaron resonancias en diferentes promocionas del gremio plástico con diversidad de motivos y filiación estética”, escribe en el libro.

Esta investigación –destaca el Dr.C. José Rojas Bez, quien fuera tutor de la tesis que dio cuerpo a esta publicación, en su prólogo– “vale mucho más por las agudas incisiones y aciertos en el campo y objeto propuestos para la investigación: las artes visuales y Holguín (…) pero sin menoscabo dialéctico del sentido inverso que ayuda a ver mejor desde Holguín a Cuba y desde Cuba a América Latina y otros ámbitos geográficos; así como de similar dialéctica entre los planos y perspectivas del arte, dígase temáticos (religiosidad, la mujer, el consumo…), dígase la construcción de las imágenes (variedad de estilos que no escatiman lo naif ni la manipulación del kitsch), dígase los promocionales”. Y añade que su autora con este libro ha alcanzado innegables conocimientos nuevos, bien sustentados y sistematizados, con aportes significativos a su campo de saber, al alcance hoy del lector interesado en este necesario tema.

Artes visuales holguineras. Imaginario popular en la década de los 90 del siglo XX, de Yuricel Moreno Zaldívar, al que se puede acceder en bibliotecas y centros especializados, sirve para acercarse, desde otra mirada, a las poéticas escogidas de esta etapa, así como para promover criterios acerca de sus proyecciones en el ámbito cultural regional y de la isla, subraya su autora.

Poemas, poetas y poéticas en Holguín

Por Vanessa Pernía Arias

Fotos Eliecer Peña

Alpidio Alonso Grau, Ministro de Cultura de Cuba, presentó este viernes, en el espacio La Hora Tercia Especial de la Feria del Libro de Holguín, el número 21 de la revista Amnios.

Junto al poeta villaclareño Yamil Díaz, jefe de redacción de la revista, Alpidio repasó parte del contenido que aborda esta edición de Amnios, donde devela zonas poco conocidas de bardos cubanos, mostrando además textos contemporáneos en materia poética.

La publicación presenta al lector autores importantes de la poesía universal, entrevistas, reseñas de libros, ensayos y textos críticos sobre autores del género lírico, comentó.

Desde 2009, cuando surge la revista, la intención fue exhibir al público cubano la lírica de la isla y de otras naciones; y presentar fuera de Cuba la poesía insular de manera general; por eso Amnios no pretendió, ni pretende ser una revista de textos inéditos, añadió.

Este se trata de un número exclusivo dedicado de manera especial a la traducción poética, por lo que reúne traducciones de poetas cubanos a importantes autores mundiales.

En este sentido se encuentran reconocidas figuras de las letras cubanas: José Martí, Julián del Casal, José Lezama Lima, Eliseo Diego, Nicolás Guillén y Cintio Vitier, entre otros.

Como parte de este espacio fue presentado el texto Apuntes en torno a la guerra cultural, de Abel Prieto, publicado por Ediciones La Luz, sello de la AHS en Holguín. Presentado por el historiador Ernesto Limia junto a Abel y Luis Yuseff, editor jefe de La Luz, Apuntes… se conforma de entrevistas, artículos, presentaciones de libros e intervenciones de su autor; formando una especie de compendio de ideas en torno a símbolos, sucesos y frases que patentizan, en muchas ocasiones, la guerra mediática e ideológica.

El escritor y presidente de Casa de las Américas reiteró la necesidad de una mejor formación de los públicos que permita identificar estos fenómenos y adoptar posiciones críticas ante las tergiversaciones o bombardeos de contenidos, en un entramado de móviles, pantallas, tabletas electrónicas, redes sociales, televisores, libros, medios de prensa y las complicaciones de la cotidianidad.

Publicado por la editorial Ocean Sur en 2017 y por La Luz en 2018, este texto ofrece conocimientos, argumentos y visiones que motivan el pensamiento crítico, en medio de una realidad con retos constantes que se redimensionan, destacó Limia en sus palabras.

Como parte de su visita a la Feria del Libro holguinera, el Ministro de Cultura, junto a Abel Prieto, Juan Rodríguez, presidente del Instituto Cubano del Libro, y otros autores de la literatura cubana, recorrieron espacios de expoventa de libros, presentaciones y paneles, así como una visita a la filial de la Universidad de las Artes (ISA) en esta provincia.