Recuerdan en Holguín el legado de Fidel con variado programa cultural 

Por Vanessa Pernía Arias
Fotos tomadas del periódico ¡ahora!

Una variada programación que comprende presentaciones de libros, conversatorios y recitales de poesía y trova se desarrolló en Holguín, con motivo de celebrarse hoy el 96 aniversario del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz. 

La actividad central se realizó en el Conjunto Histórico de Birán, en el municipio de Cuento, y contó con la presentación, por Víctor Aguilera, vicepresidente primero de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (Unhic) en Holguín, del libro Fidel, un guerrillero antillano en el paralelo 17, investigación realizada por José Ángel Llamo Camejo que recopila información sobre la visita realizada por el líder cubano a Vietnam. 

En el homenaje, al que asistieron las principales autoridades políticas y gubernamentales de la provincia, se reconoció a un grupo de jóvenes con la condición 60 Aniversario que otorga la UJC, mientras otros recibieron en Birán el carnet que los acredita como militantes comunistas.

Mientras en la ciudad de Holguín, Eliel Gómez, presidente de la Sociedad Cultural José Martí, comentó, en intercambio con jóvenes en la Biblioteca Provincial Alex Urquiola, sobre el camino de la virtud que trazó José Martí e hizo suyo Fidel junto a la Generación del Centenario, pues “como bien dijo el Comandante en Jefe, Martí nos legó los principios éticos, patriotismo y su alto concepto del honor y la dignidad humana”. 

Asimismo reflexionó sobre el verdadero homenaje que se puede hacer al Apóstol es saber incorporar lo mejor de los individuos en sus propias vidas, no es citar su obra lo que convierte a una persona en martiana; sino llevar en el corazón las doctrinas del Maestro, convicción presente en Fidel. 

Por otra parte, en la sede local de la Unhic los investigadores Hernel Pérez, Mayra San Miguel y Víctor Aguilera presentaron libros sobre la vida de Fidel, entre ellos la última biografía del líder realizada por Katiuska Blanco, con el título Fidel, y además Fidel Castro como espada reluciente, de los periodistas holguineros Maria Julia Guerra y Rubén Rodríguez. 

Publicado bajo el sello Ediciones Alejandro, del Centro de Estudios Fidel Castro y próximamente a disposición de los lectores, la biografía de Fidel romper la barrera del año 1959 y entra en la etapa de mayor polémica y de menor información desde la historiografía, comenta Aguilera.

Añadió, además, que el volumen propicia un acercamiento general a su figura, pues en una primera parte recoge a modo de resumen aspectos esenciales de su infancia, juventud y la lucha, abordado en sus obras anteriores para enfocarse en determinados momentos de la Revolución. 

Mientras que Fidel Castro como espada reluciente, texto publicado por Ediciones La Luz, resulta una valiosa compilación que refleja el paso de Fidel por la provincia de Holguín entre los años 1958 y 2006 a través de una cronología de discursos que pronunciara en este territorio, así como fotografías y materiales periodísticos publicados en el semanario ¡ahora!

Como parte de esta jornada de recordación se entregó la distinción Fernando Rodríguez Portella a los jóvenes historiadores y profesores de la Universidad de Holguín, Bárbara Márquez, René Hidalgo y Celia Hernández, reconocimiento que confiere cada dos años la Unhic.

Asimismo se realizó el recital de poesía Patria es humanidad, en el Museo Provincial La Periquera, con lectura de Lourdes González Herrero, José Luis Serrano y Kenia Leyva, y el trovador Fernando Cabreja. 

 

Convocan al XX Premio Nacional de Poesía Adelaida del Mármol

Por Erian Peña Pupo

El Premio Nacional de Poesía Adelaida del Mármol convoca a su XX edición, organizado por el Centro para la Promoción y Desarrollo de la Literatura Pedro Ortiz Domínguez, el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Holguín, y el reconocido sello Ediciones Holguín.

Pueden participar todos los escritores cubanos residentes en el país, con un cuaderno inédito de tema libre y una extensión comprendida entre 60 y 80 cuartillas, asegura el escritor Moisés Mayán, especialista del Centro de Promoción Pedro Ortiz. Los libros, añade, se enviarán por vía electrónica en dos archivos, uno con la obra en concurso, acompañado por un seudónimo, y otro con los datos del autor, a la siguiente dirección: premioadelaidadelmarmol@gmail.com En este último archivo deberán consignarse: título de la obra, nombre y apellidos, seudónimo, número de identidad, teléfono, correo electrónico y una breve ficha biográfica. El plazo vence el 15 de octubre a las 3 pm.

El jurado, comenta Moisés, estará integrado por prestigiosos poetas y su fallo se dará a conocer en la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, a celebrarse entre el 24 y el 30 de octubre en la provincia de Holguín. El premio consistirá en 10 mil pesos moneda nacional, la publicación del cuaderno por Ediciones Holguín y el pago de los derechos de autor de la primera edición. La participación en el concurso implica la aceptación de las bases, por lo que las obras que no se ajusten a los requisitos serán descalificadas, añade.

Surgido en 1989, el primer libro premiado fue Testigo de los días, de Alejandro Fonseca, con un jurado integrado por Guillermo Rodríguez Rivera, Paco Mir y José Luis Moreno del Toro. Le han seguido premiados como Odette Alonso, Lourdes González, Jesús David Curbelo, Roberto Manzano, Luis Yuseff y José Luis Serrano, entre otros, mientras que voces como David Chericián, Marilyn Bobes, Roberto Méndez, Alberto Garrido o Delfín Prats han formado parte del jurado de este premio que recuerda a la poetisa holguinera Adelaida del Mármol, la más importante voz lírica del siglo XIX holguinero.

En las más recientes ediciones, el Premio ha sido entregado, en la sede de la UNEAC, a los holguineros Edurman Mariño por El estrecho margen, Zulema Gutiérrez, con Metralla, y Rubiel G. Labarta por El tiempo recobrado, al habanero Lázaro A. Díaz Cala con Por distintas aceras y al matancero Yans González por el cuaderno Estos días de abril.

Visitaciones a Guillén y Fina García-Marruz en la UNEAC holguinera

Por Erian Peña Pupo

Fotos Vanessa Pernía y Armando Cuba

La Filial de la UNEAC en Holguín destacó recientemente las improntas en la cultura cubana y universal de la obra del Poeta Nacional Nicolás Guillén en el 120 aniversario de su natalicio, y de la poeta y ensayista Fina García-Marruz, fallecida el pasado 27 de junio.

Las filiales de Escritores y Música, en coordinación con la Comisión Aponte, realizaron el panel “El último Poeta Nacional cubano”, integrado por el crítico y profesor Lino Ernesto Verdecia Calunga, el poeta e investigador Ronel González Sánchez, y el estudioso de la música Zenovio Hernández Pavón, como homenaje de la vanguardia artística en la provincia a quien fuera un gran escritor y el primer presidente de la UNEAC.

“Sus disertaciones entregaron al público asistente un Guillén diverso, mediante juicios equilibrados y no exentos de polémica, que motivaron un rico debate cultural, generado en un público interesado y participativo”, comentó el historiador Armando Cuba, al frente de la filial de Escritores, y quien subrayó que el homenaje se produjo entre las fechas de nacimiento (10 de julio) y fallecimiento (16 de julio) del importante camagüeyano. “Al honrar la personalidad de Guillén fueron también reconocidos los poetas nacionales de Cuba José María Heredia, Bonifacio Byrne y Agustín Acosta”, destacó.

Por su parte, el Café Literario que realiza, en la sede provincial de la UNEAC, cada jueves el intelectual Manuel García Verdecia “básicamente constituyó un homenaje a una de las escritoras más importantes de la poesía hispanoamericana, Fina García-Marruz”, de las manos del escritor Eugenio Marrón y el profesor universitario Ariel Zaldívar.

Marrón aseguró que Fina es “una de las voces más inspiradas de la literatura hispanoamericana y señaló cómo a su muerte connotados críticos habían exaltado su obra que se inserta en lo más depurado de la tradición poética en lengua española”. Además, compartió varios textos de la antología El instante raro, publicada en España a propósito de la entrega a Fina del Premio reina Sofía de Poesía Iberoamericano en 2011, como “El retrato”, versos inspirados en la foto martiana en Jamaica, “Variaciones sobre el tiempo y el mar”, “La rara playa”, “Los indios nuestros”, “A nuestro Lezama” y pasajes de “Transfiguración de Jesús en el Monte”, en los que “la escritora da muestras de su espiritualidad de raíz católica, su sensibilidad y dominio de la lengua castellana”, subrayó.

Por su parte, el profesor Zaldívar reflexionó sobre los ensayos martianos de García-Marruz, a quien calificó como “excepcional pensadora no suficientemente estudiada, a su juicio, en esta vertiente”. “Al estudiar a Martí, honra su condición especial de pensadora”.

Para profundizar en el tema, citó y comentó pasajes seleccionados de El amor como energía revolucionaria en José Martí, que tocan aspectos como la ética y el desinterés en Martí y “la fuerza divisora del odio, consecuencias históricas; así como de la compilación Ensayos, los acápites “José Martí”, “Lo exterior en la poesía” y “Versos Sencillos”, en los cuales “se aprecia la profundidad del pensamiento crítico y su dedicación al estudio de la personalidad y, sobre todo, de la espiritualidad” del Apóstol (web de la Uneac).

Salvador Pavón, cronista naif de la ciudad de Holguín

Por Erian Peña Pupo

Fotos del autor

Al recorrer la exposición personal 300 años y más, del artista Rolando Salvador Pavón Gómez en la galería El Zaguán, del Fondo Cubano de Bienes Culturales de Holguín, notamos que Pavón es un creador nada ingenuo, aunque asuma el naif –caracterizado por la espontaneidad, el autodidactismo de sus exponentes, los colores brillantes y contrastados y la perspectiva acientífica captada por intuición, que en muchos aspectos recuerda (o se inspira) en el arte infantil, incluso ajeno al aprendizaje académico– como la corriente artística con que se vale para expresar sus inquietudes diarias.

En Holguín donde el naif no es tendencia –aunque con la notable excepción de Julio Breff en Mayarí–, como sí lo es, por ejemplo, en ciertas zonas de Santiago de Cuba, Pavón, quien está al frente de la asociación de artistas plásticos de la UNEAC en la provincia, ha sabido armar una cosmogonía distinguible a simple vista en el contexto plástico local. Ha defendido su estética: sus cuadros no se parecen a otros, sus ciudades –siempre Holguín como inquietud primera– le pertenecen en todos sus matices.

Esta pertenencia habita en toda su extensión en 300 y más, una selección de piezas donde, como apuntábamos, la ciudad de Holguín es el eje del relato pictórico, y que viene a ser compendio de su amplio bregar para intentar captar –cosa que sin dudas Rolando Salvador ha logrado en estas obras– la idiosincrasia del holguinero en su ciudad, aquello que, aunque llevado a la figuración del naif, por momentos exagerada, por momentos ingenua, lo caracteriza sin dudas en la plástica local, y por tanto, en la nacional.

300 y más es una invitación para descubrir la ciudad desde varios ángulos: lo social, lo político, lo religioso, lo cultural… como parte de su raigambre identitaria. “Alejados de calificativos técnicos que impiden apreciar esencias, compartimos con el cronista del pincel, su regalo. La labor del orfebre del tejido intrincado de figuras icónicas, escenas y tradiciones culturales arraigadas en el pueblo. Entonces sentimos el musical fluido de las aguas dulces por las calles en la estación de las lluvias, el pitazo estremecedor del tren habanero que concita el bullicio de la gente que se dispersa a los campos cercanos o asistimos a una boda en familia o al cumpleaños del fuego que calienta más que el sol del trópico”, escribió el antropólogo José Millet en las palabras de catálogo de la muestra.

La Loma de la Cruz, epicentro de buena parte de los cuadros, los carnavales que peculiarizan los festejos estivales, el béisbol como pasión e identidad, eventos culturales como las Romerías de Mayo, el transporte público… son algunos de los elementos para asimilar y recorrer la muestra personal de Salvador Pavón, con curaduría y museografía de Danilo López, quien realizó la dirección general. Elementos identitarios de la urbe –el parque Calixto García, el estadio con igual nombre, el Gabinete Caligari, el propio Centro Provincial de Arte, el parque El Quijote, la Catedral San Isidoro, entre muchos otros– y sus habitantes, peculiarizan una poética para nada ingenua, sino al contrario: llena de guiños e acercamientos sociales y culturales: “Héroes anónimos”, “Sueños de cachorros”, “Homenaje al Rey”, “La boda”, “Cervantes en Holguín”, “Cumpleaños de abuela” y “Llegó la energía”, se encuentran entre las obras.

El artista, “con su fiesta de vivos colores y los dibujos de finos puntillismos” con los que celebra los 300 años y más de Holguín, “ha captado mejor que los historiadores el color local de la Ciudad de los Parques y nos permite viajar a su lado a una Romería de Mayo donde percibimos mejor las tonadas humorísticas del juglar El Guayabero, añade Millet.

La mirada de Salvador Pavón, cargada de los rasgos típicos del naif, pero no dependiente de ellos, viene a adentrarse en los entresijos de la ciudad de Holguín, siguiendo la mejor tradición insular que se ha apropiado de las urbes. Así revisita sus elementos identitarios, los hace suyos y nos lo muestra con la sugerente línea de su pincel (web Uneac).

Félix, feliz por partida doble

La 12 Edición del Concurso Nacional Taguabo concluyó en la noche de este sábado 11 de junio con una velada cargada de emociones y agasajos.

Foto: Wilker López

Su organización rectora y sede habitual, la filial provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), acogió el encuentro amenizado por el Mago Denny, las agrupaciones de danza española Encuentro, y de música Vocal Enserio, así como la Compañía de modas Tempo.

Los lauros no se hicieron esperar durante el encuentro y en la categoría de audiovisual el jurado constituido por Eylin Abreu Mas, José R. Rojas Bez, y Lino Verdecia Calunga, otorgaron Menciones a las obras realizadas por niños, para “En tus manos”, realizado en técnica stop motion, por Elizabeth Álvarez González, del Proyecto Rodando Fantasía, perteneciente a Villa Clara, y para “Diana”, creado por Lucía Travieso, de San José de Las Lajas, Mayabeque. A su vez, “por la frescura con que aborda la ejecución de un esfuerzo comunitario muy educativo en concordancia con tradiciones de la región”, “Serranitas”, coproducción de Ventana Sur y el Proyecto Picacho, de Granma, obtuvo el galardón principal en el apartado para los pequeños.

En la categoría para adultos la Mención fue para “una pieza que muestra el comprobado impacto trascendente del quehacer comunitario, presentado con el título El Programa de la Vida, realizado por Diana Iglesias y Kenia Rodríguez, coproducción de Televisión Serrana y CMKX Radio Bayamo”, destaca el acta del Jurado, que de igual forma, “por los méritos integrales al plasmar sentimientos con sencilla y sugerente eficiencia, al capítulo presentado con el nombre de Migración, de la serie Plano cerrado, a cargo del realizador César Ramón Irogoyén Milián, de Villa Clara”, entregó el premio en audiovisuales.

Foto: Wilker López

En radio, el jurado compuesto por Gabino Gil Molina, Néstor Salazár Silva y Carlos René Castro, acordó entregar Premio en la categoría de programa infantil “por la excelente factura, conducción fresca de los niños, con clásicos de la música infantil que enseñan y divierten, a la Guagua del alfabeto, del grupo de niños de la realizadora María Elena Luis, de Radio Ariguanabo, perteneciente a San Antonio de los Baños, Artemisa”. Por su parte, al “reflejar de forma amena y documentada la tradición de una región de Cuba con fuertes raíces campesinas y la buena utilización de los recursos radiales, en la categoría adulto premió a De tu alma ruda dime, realizado por Ulises Hernández Expósito, de radio Camoa, Mayabeque.

La Asociación de cine, radio y televisión de la Uneac en Holguín, su comité provincial y el proyecto audiovisual Taguabo, organizan este evento como salvaguarda del medio ambiente, para potenciar la actividad comunitaria y defender el derecho de las niñas y los niños. Durante su gala de clausura en este 2022 fue conferida la distinción Yolanda Guillot, entregada por propia organización de los creadores en su filial holguinera para aquellas personas cuya trayectoria y colaboración profesional con el audiovisual del territorio sea verdaderamente distinguida y encomiable: “Por la relevancia de sus aportes en el orden cultural dentro de los medios de comunicación, así como a la enseñanza artística, fueron distinguidos el actor Filiberto Beatón Rivera, más conocido como Félix Betaón; así como el locutor, escritor y director de la Radio Cubana, Félix Encarnación González Vega”, señaló el acta de este 11 de junio de 2022.

Foto: Wilker López

Los agasajos matizaron la velada y por ello el Colectivo Municipal de las Artes Plásticas en Holguín obsequió al propio Beatón una réplica del Baibrama, dios de la fertilidad; al tiempo que el artista de la plástica Salvador Pavón, regaló una obra del profesor Lauro Hechavarría al consagrado actor holguinero.

Ante tantos obsequios Félix se sintió sumamente contento pues “por primera vez le llaman a su tierra para un homenaje de este tipo, del cual está muy agradecido”.

Un agasajo más protagonizaría la jornada de clausura y fue la entrega de la Distinción 60 Aniversario de la Uneac a Daer Pozo, poeta del municipio Calixto García que defiende el arte desde su territorio.

La convocatoria a la próxima edición de 2023 marcó el inicio de la expectativa de sus participantes por regresar el próximo año a estas prolíficas jornadas de intercambio, aprendizaje y disfrute de la hospitalidad que tipifica a nuestra provincia.

Foto: Wilker López

Si no subes La Loma…

Es bien sabido en Holguín que si vienes a la Ciudad de los parques y no subes a la Loma de la Cruz, es un viaje incompleto, o popularmente hablando, como si no hubieras venido.

Bajo esta premisa y deseosos por conocer la prominente elevación local se aventuraron en la mañana de este sábado 11 los participantes al Evento Nacional de Audiovisuales Taguabo 2022.

En una jornada diferente devino la de este fin de semana, cuando los pequeños, y algunos que no lo son tanto, arribaron al Cerro de Bayado para estar en contacto con la naturaleza y disfrutar no solo del encanto de nuestro paisaje, sino de la sabiduría del prominente realizador Alfonso Bandera, organizador del Evento, y del profesor Armando Cuba, connotado investigador de la Oficina Provincial de Monumentos y Sitios Históricos.

Otro de los momentos más significativos del encuentro matutino lo constituyó la participación en la actividad de clausura de una gira por nuestro territorio realizado por la ilustradora de textos infantiles “Estrellita caracol”, quien visita la provincia desde Argentina, para la ocasión invitada especial por la cantautora Edelis Loyola. Entre cuentos, canciones y juegos, los más pequeños, e incluso los adultos, disfrutaron de la magia con que ambas, anfitriona y huésped, realizan esa labor a la que se han consagrado, motivo de admiración y orgullo además, donde sobresale talento y profesionalismo.

Una incursión en Egipto, Israel y Mesopotamia

Por el Ms. C José Abreu Cardet, Premio Nacional de Historia

La aparición del libro Las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea, Editorial Oriente, 1989, de José Rojas Bez, fue una noticia sorprendente y bien recibida en el mundo intelectual cubano. El libro impreso a finales de 1989 se presentó en 1990 por lo que estamos a la puerta de su veinticinco aniversario de llegar al público. La obra cuenta con 184 páginas. En ellas se recogen varios ensayos sobre las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea.

Su autor José Rojas Bez, (Banes 1948) es Doctor en Ciencias Pedagógicas, ensayista, Profesor Titular, miembro del Tribunal Nacional de Grados Científicos en Ciencias sobre Arte. Se le han otorgado importantes reconocimientos, pero el mayor ha sido el de las editoras que le han publicado catorce libros y las revistas académicas de América Latina, España y Estados Unidos que recogen en sus páginas más de 200 artículos. La prensa periódica llevó a ojos del público general y especializado más de 500 comentarios sobre cine.

Recientemente le propusimos a la dirección de la filial holguinera de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba que se conmemoran los aniversarios de publicación de libros importantes, con conferencias, artículos y otras acciones culturales que extraigan del olvido en que se encuentran la mayoría de estos textos. El primer libro que escogimos fue el del colega José Rojas Bez, Las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea. Aunque pudimos comprobar en una ojeada a las publicaciones que aparecen en internet sobre estas literaturas antiguas que ha sido citado o utilizado como bibliografía por varios autores y se ofrece en algunas universidades como texto para sus alumnos. No está olvidado pero no es común ese tipo de publicación en nuestro país.

Ofrece amplia información sobre el devenir literario –obras, géneros, temas, imágenes, formas, contextos– de estas culturas fundacionales. Estamos ante una especie de monografía sobre la literatura egipcia, mesopotámica y hebrea, sin dejar de subrayar a la vez, en cada una, ciertos influjos y vínculos con las demás o con otras cercanas. Si bien se centra en las producciones literarias, en los textos escritos; no deja de extender su mirada hacia los contextos más amplios, es decir, hacia el acontecer histórico en que van surgiendo y la cultura general que los alienta.

Además de los tres ensayos o estudios monográficos centrales, el libro ofrece un cuadro histórico comparativo entre ellas, un ensayo sobre el cuento egipcio Los tres hermanos y otro breve sobre el Cantar de los cantares; así como un capítulo central sobre otras culturas que influyeron o se correlacionaron en alguna manera con estas tres grandes culturas.

Decidimos acercarnos al autor y obtener su testimonio sobre este texto. Le hicimos varias preguntas. Escuchemos a Rojas Bez:

¿Por qué ese interés por la literatura de las antiguas civilizaciones?

«Se suman muchas direcciones y circunstancias complementarias. Una de ellas, vocacional y sentimental, el gran interés y gusto por las obras y frutos generales de estas culturas. Aún recuerdo a mis abuelos libaneses, donde no faltaban ancestros sirios y egipcios, hablarme desde bien niño sobre todo ello e incluso leerme algunos libros que habían traído en sus valijas con amor por sus antiguas culturas, sin menoscabo de la fe cristiana que profesaban.

«Pesó además otra circunstancia, ya no personal como las dos anteriores –mis abuelos y mi trabajo como profesor de Literatura– sino más bien una deficiencia social: la extrema escasez, la casi inexistencia de textos de y sobre Egipto, Mesopotamia y los hebreos. En realidad esta circunstancia era prácticamente mundial, exceptuando ciertas editoras y grupos
´élites´fundamentalmente europeos, pero en Cuba más aún. Había, pues, que subsanar la necesidad y hacer ver cuánto de valioso tenían estas obras para la literatura y la cultura en general. Ya en los planes de estudio de los, en aquel entonces, Institutos Superiores Pedagógicos, se habían dado ciertos precedentes con las selecciones de lectura o recopilaciones preparadas por algunos académicos, entre ellos la siempre bien recordada Rosario Mañalich. Era un avance y un sustento.

«La cuarta circunstancia, yo diría que decisiva, fue el surgimiento de la Editorial «Oriente», en Santiago de Cuba, con gran pujanza y, además, un director y un grupo de editores y asesores, donde figuraban personas cultas o verdaderas amantes de la cultura (que es mejor aún), en fin… capaces de leer y valorar con seriedad el manuscrito, que fue entregado a dicha Editorial en 1984. Pasaron tres años de evaluación. Supongo que se necesitarían muchas defensas de su idoneidad por parte de los editores, en la cual (llegué a enterarme pasados muchos años) tuvo gran peso el aval favorable de la Dra. Adolfina Cosío, a quien no conocí hasta muchísimo después. El libro entró en el plan de publicaciones en 1987. Claro, había un gran «colchón», como llaman los editores a los libros que esperan por su publicación. Le tocó entrar en imprenta en el año 1989, como dice su copyright y su nota de impresión; y comenzó a venderse en febrero de 1990, para agotarse cuatro semanas después, en un mes de ventas».

Logras interrelacionar cada una de estas literaturas

«Quien se interese por una sola de ellas –la egipcia, la mesopotámica o la hebrea– en el ensayo dedicado a la misma, no faltarán ciertas alusiones e interrelaciones sobre las otras dos. Existe así un ensayo sobre la literatura egipcia, uno sobre la mesopotámica y otro sobre la hebrea, cada uno de los cuales establece breves «rememoraciones» o realiza apuntes» sobre las otras literaturas».

Pese a lo distante de esas civilizaciones en el tiempo hablas con gran pasión sobre cada una de ellas

«Aunque uno no comparta las creencias egipcias y aunque uno no comparta para nada, de ningún modo, el afán conquistador, establecedor de imperios tan común no sólo en Egipto, sino en todas las civilizaciones de entonces (y en muchas de aún hoy), aunque uno no comparta muchísimas cosas de los egipcios y los mesopotámicos, por ejemplo, de todos modos no puede dejar de reconocer sus glorias, sus hallazgos civilizatorios y culturales, desde la creación de la escritura y las primeras ciudades hasta miles más. No faltan, sino más bien, predominan los tonos de admiración, reconocedores de los aportes y, específicamente en lo literario, a estas culturas que no sólo crearon sino llevaron a un indudable esplendor, las primeras literaturas de la humanidad».

¿Este libro tuvo un antecedente en tu producción?

«En cierta medida, este libro no pudo ser producto directo, inmediato, sino fruto de una maduración previa, de diversos trabajos anteriores circulados internamente en medios académicos y en algunas publicaciones más restringidas. Pero uno de ellos, el apéndice sobre El Cantar de los cantares sí apareció ya, en marzo de 1980, en el número 37 de la revista Santiago, de la Universidad de Oriente».

¿Crees tú que se pudo hacer «popular» este libro y motivar la lectura más allá de los especialistas?

«Sí. Absolutamente. La edición, cinco mil ejemplares, número grande pero no tan sorprendente en aquel entonces para las librerías cubanas, se agotó en un mes. Como ves, te enseño este recorte, buen recuerdo mío, de las estadísticas de la revista Bohemia. Cuatro semanas entre los más vendidos del país, y agotado en un mes. Después, las opiniones recibidas fueron buenas, desde distintas perspectivas y profesiones de fe y de trabajo. Entonces, ¿qué mejor respuesta? El libro, según propósitos del autor y opiniones de lectores, se mantiene siempre de amena lectura, casi coloquial, motivante y habitualmente más sugestivo que conclusivo. Si funciona como posible texto para la enseñanza, más aún como conjunto de ensayos para lectores interesados en la temática».

¿Tuvo continuidad en tu creación este libro, tienes otros títulos sobre esta temática?

«No seguí trabajando públicamente esta línea específica. Pero por motivos más bien laborales. Empleo, plazas, salarios, demandas, proyectos,… Claro, sin abandono de las esencias».

¿Por qué laborales?

«Al fundarse –más exactamente, cuando fundamos, pues soy cofundador–la entonces llamada Facultad de Cine, Radio y Televisión del Instituto Superior de Arte, comencé a trabajar con ella, y se invirtió la prioridad. Antes de 1990 me dedicaba fundamentalmente a la literatura y en segundo plano al cine y los medios audiovisuales (mi columna de crítica de cine y mi labor con el cine-club). Entonces dediqué mis mayores esfuerzos a la estética, la teoría del arte y la semiótica del cine y la audiovisualidad; aunque sin abandonar, incluso hoy, la literatura y la cultura general, quizás más íntimamente la española e iberoamericana, con continuas lecturas e investigaciones. En Literatura y cultura general, mantuve esporádicas colaboraciones con revistas como la Universidad de La Habana y el anuario Nombres Propios de la Fundación Carolina, y en ocasiones singulares con otras como el anuario del Centro Benjamín Carrión (de Quito), Torre de Papel (de la Universidad de Iowa), Cuadernos Americanos (de la UNAM) y Meditaçoes Filosóficas (de Minas Gerais)».

¿Cuál crees que fue el aporte más importante de tu libro?

«En primer lugar, ya el mismo tema, o temas. La posibilidad de favorecer el conocimiento, interés y amor por las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea entre nuestros lectores generales. Conocer y admirar cuánto implicaron histórica, cultural y poéticamente, con sus influjos reales y potenciales sobre hoy.

«Íntimamente ligado a ello, el haber sido escrito desde aquí y entonces, es decir, desde Cuba, desde el ámbito y una sensibilidad latinoamericana. El ámbito es visible y reconocible, claro. La sensibilidad no es tan visible, pero existe, y todo está pensado como ser de este mundo y no de otro, lo cual no quiere decir que ajeno al otro porque, y es una de las máximas del libro, nada humano me es ajeno (aparte de que casi toda la bibliografía utilizada tenía que ser necesariamente de los otros mundos que podían aportarla). Cubano, latino y, por qué no, universal. Para el lector cubano de aquel entonces pero también para el de otro momento y para el de otros lugares. Porque, además, si buscas en Internet lo hallarás referenciado e incluso recomendado en sitios y en programas docentes de esos otros mundos.

«En segundo lugar, ciertas ´originalidades´con relación a los textos precedentes incluso de las metrópolis. Por ejemplo, el ´plan histórico´a la vez que de ´interrelaciones´. La investigación y exposición del devenir histórico de estas tres culturas y literaturas, así como el señalamiento frecuente de vínculos verificados y también posibles entre obras y rasgos de una y otra».

Por último queremos agregar a lo expresado por Rojas que el libro Las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea, se caracteriza por un lenguaje ameno, mucho más ensayístico y literario que rígidamente expositivo y tecnicista, sin perder nunca el rigor investigativo, de los razonamientos ni de sus propuestas y sugestiones. Así, nada impide la lectura continua, de un tirón, al menos de cada uno de sus ensayos, como un encuentro placentero e instructivo.

Publicado en Memoria Holguinera Radio Angulo en Internet:

Una incursión en Egipto, Israel y Mesopotamia (radioangulo.cu)

Una sola tierra, una sola casa

La Estrategia Ambiental Provincial entre 2021 y 2021 que desarrolla el territorio holguinero fue uno de los temas abordados en el presente Evento Nacional de Audiovisuales Taguabo 2022, que encuentra en la temática uno de sus ejes fundamentales.

La Emisora Provincial Radio Angulo acogió el encuentro vespertino de este jueves 9 de junio donde se produjo el prolífico intercambio de experiencias por parte de los participantes a este encuentro.

Con más de 40 años de experiencia en el medio y director además por muchos años del programa “Espiral”, dedicado a la ciencia, tecnología y medio ambiente en Tele Cristal, Pedro Lorenzo Hechavarría Pupo, destacó las potencialidades, pero a la vez riesgos, de nuestra provincia como uno de los medios ambientes más ricos del país y uno de los polos económicos más importantes de la isla, dividido este último en renglones como la minería y el turismo; no es de extrañar entonces que las políticas del país encuentren principal énfasis en el territorio: “Taguabo tiene mucho que ver con el medio ambiente y todo lo que a él afecta, propiciada su realización además por la situación en el país y específicamente en la provincia”, agregó el director de Espiral.

Por su parte la Ing. Liannet Martínez Freeman, especialista que atiende la Estrategia Ambiental por el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en su filial provincial, se encargó de presentar la Estrategia…, que surge a través de un macro-programa de recursos naturales y medio ambiente, aprobado recientemente, y que contempla además varias pautas para una gestión eficiente de los factores que pueden afectar nuestro entorno, incluido fenómenos naturales u otros relativos a la acción de los seres humanos.

La presentación de materiales audiovisuales sobre el tema, propiciando una didáctica educativa, sobre todo en las generaciones más jóvenes, antecedió al intercambio de experiencias entre los diferentes proyectos que participan en el evento, momento donde se enfatizó además en la labor del Citma ante las diferentes problemáticas que afectan al Medio Ambiente; el papel de los medios de comunicación en este sentido, donde se incluyen los participantes del encuentro como activistas desde estos proyectos; así como explotar todas las potencialidades que ofrece el medio audiovisual, para con mirada de artistas convertir en algo relevante lo aparentemente cotidiano; fueron varios de los tópicos señalados durante el encuentro.

Un acto de justicia poética

Por Moisés Mayán

En mayo de 1953, a pocos días de que los primeros escaladores coronaran la cima del Everest, nace Eugenio Marrón Casanova. En octubre de ese mismo año, poco antes de que Winston Churchill recibiera el Premio Nobel de Literatura, nace Manuel García Verdecia. En 1953, José Martí ―el más glorioso de los cubanos― hubiera celebrado su centenario. El 26 de julio de ese propio año, un grupo de jóvenes bajo el liderazgo de Fidel Castro ataca el cuartel Moncada en un estremecedor despliegue de heroísmo.

Fue también en 1953 cuando Ernest Hemingway mereció el Premio Pulitzer por su novela El viejo y el mar, Ray Bradbury publicaba Fahrenheit 451, y Arthur Miller estrenaba Las brujas de Salem en el teatro Martin Beck de Broadway. Para Marrón y Manuel compartir ese año fundacional, sería también asumir el riesgo de compartir un sacerdocio: la palabra.

Marrón es un sabio que se ha leído todos los libros del mundo. Manuel es un profeta que regresa del futuro. Marrón es un lago al atardecer. Manuel, un río proceloso. Marrón es un púlpito. Manuel, una cátedra. Marrón está en pie frente a la piedra de Rosseta. Manuel es el hombre de la honda y de la piedra. Marrón es Homero. Manuel, Odiseo.

Para Marrón el paraíso tiene la conocida forma de una biblioteca. Para Manuel es el ápice donde se rozan justicia humana y justicia divina. Marrón posee la nombradía del sustantivo. Manuel, la fuerza telúrica del verbo. Marrón es un libro abierto. Manuel, una antorcha encendida. Marrón tiene la frente amplia de los iluminados. Manuel, el cabello hirsuto de los genios. Dedicar la Feria del Libro de Holguín a estos hombres, es ante todo, un acto de justicia poética.

Fiesta de la lectura para todos

Por Vanessa Pernía Arias

Fotos Wilker López y Eliecer Peña

Con una gala artística frente a la Biblioteca Provincial Alex Urquiola quedó inaugurada en Holguín la 30 edición de la Feria Internacional del Libro, que se extiende hasta el próximo día 29 con una amplia programación literaria y cultural en diferentes escenarios de la ciudad.

El espacio –dirigido por Carlos López y con interpretaciones, entre otros, del Mariachi Holguín e intérpretes del Teatro lírico Rodrigo Prats, y conducción del poeta Moisés Mayán– homenajeó la obra de los escritores holguineros Manuel García Verdecia y Eugenio Marrón Casanova, importantes intelectuales que cultivan la poesía, la narrativa, el periodismo, el ensayo y la crítica, y compañeros de la misma generación, promovida con el auge cultural de los años 80; a quienes se les dedica en esta ocasión la cita literaria en la provincia.

Del mismo modo se recordó la impronta de Ediciones La Luz, sello de la Asociación Hermanos Saíz en Holguín, en sus 25 años, defendiendo y promoviendo la literatura hecha por noveles escritores; así como el 60 aniversario del semanario ¡ahora!, y al libro universitario holguinero, representado por Ediciones Conciencia, a quienes también se rinde homenaje. El poeta Luis Yuseff, editor jefe de La Luz, tuvo a su cargo las palabras de apertura.

Seguido a esto quedó abierta la Gran librería, ubicada en el Complejo Cultural Plaza de La Marqueta, donde el público puede encontrar los diferentes títulos, cerca de 392 novedades editoriales, disponibles en la Feria, entre ellos los de los sellos editoriales de la provincia. El espacio fue recorrido por las principales autoridades político y gubernamentales de la provincia: Ernesto Santiesteban Velázquez, miembro del Comité Central y Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Holguín; Julio César Estupiñán Rodríguez, Gobernador de Holguín; Osmani Viñals, Primer Secretario del PCC en el municipio Holguín, y Rachel García Heredia, directora de Cultura, entre otros dirigentes de esta provincia. Además, el Ministro de Cultura Alpidio Alonso, y Abel Prieto, director de Casa de las Américas, de visita en la Feria holguinera, recorrieron los diferentes stand de la Gran Librería.

Como parte de esta jornada inicial se inauguró el espacio La Hora Tercia, con la presentación de las novedades editoriales de Ediciones La Luz; se dedicó un panel al Premio Alejo Carpentier y su impronta en la narrativa cubana; en la calle Mercado 1 abrió sus puertas el Pabellón Infantil con variadas propuestas escénicas y literarias para los más pequeños de casa; y el Pabellón de Ciencias Sociales José Agustín Castañeda inició sus propuestas.

Al igual que en otras provincias cubanas, la Feria se dedica de manera general a los escritores Luis Álvarez y Alberto Prieto, y a México como país invitado de honor, evento que contará con la presencia en la provincia de nueve países expositores, entre ellos Panamá, Colombia y Perú, que presentarán diversos títulos. La Feria del Libro de Holguín se convierte cada año en una de las más abarcadoras e importantes realizadas en el territorio nacional, por sus invitados y por la amplia programación cultural desarrollada, además por organizar el Premio a la Mejor Edición que se otorgará como colofón de esta importante cita.