Recuerdan en Holguín el legado de Fidel con variado programa cultural 

Por Vanessa Pernía Arias
Fotos tomadas del periódico ¡ahora!

Una variada programación que comprende presentaciones de libros, conversatorios y recitales de poesía y trova se desarrolló en Holguín, con motivo de celebrarse hoy el 96 aniversario del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz. 

La actividad central se realizó en el Conjunto Histórico de Birán, en el municipio de Cuento, y contó con la presentación, por Víctor Aguilera, vicepresidente primero de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (Unhic) en Holguín, del libro Fidel, un guerrillero antillano en el paralelo 17, investigación realizada por José Ángel Llamo Camejo que recopila información sobre la visita realizada por el líder cubano a Vietnam. 

En el homenaje, al que asistieron las principales autoridades políticas y gubernamentales de la provincia, se reconoció a un grupo de jóvenes con la condición 60 Aniversario que otorga la UJC, mientras otros recibieron en Birán el carnet que los acredita como militantes comunistas.

Mientras en la ciudad de Holguín, Eliel Gómez, presidente de la Sociedad Cultural José Martí, comentó, en intercambio con jóvenes en la Biblioteca Provincial Alex Urquiola, sobre el camino de la virtud que trazó José Martí e hizo suyo Fidel junto a la Generación del Centenario, pues “como bien dijo el Comandante en Jefe, Martí nos legó los principios éticos, patriotismo y su alto concepto del honor y la dignidad humana”. 

Asimismo reflexionó sobre el verdadero homenaje que se puede hacer al Apóstol es saber incorporar lo mejor de los individuos en sus propias vidas, no es citar su obra lo que convierte a una persona en martiana; sino llevar en el corazón las doctrinas del Maestro, convicción presente en Fidel. 

Por otra parte, en la sede local de la Unhic los investigadores Hernel Pérez, Mayra San Miguel y Víctor Aguilera presentaron libros sobre la vida de Fidel, entre ellos la última biografía del líder realizada por Katiuska Blanco, con el título Fidel, y además Fidel Castro como espada reluciente, de los periodistas holguineros Maria Julia Guerra y Rubén Rodríguez. 

Publicado bajo el sello Ediciones Alejandro, del Centro de Estudios Fidel Castro y próximamente a disposición de los lectores, la biografía de Fidel romper la barrera del año 1959 y entra en la etapa de mayor polémica y de menor información desde la historiografía, comenta Aguilera.

Añadió, además, que el volumen propicia un acercamiento general a su figura, pues en una primera parte recoge a modo de resumen aspectos esenciales de su infancia, juventud y la lucha, abordado en sus obras anteriores para enfocarse en determinados momentos de la Revolución. 

Mientras que Fidel Castro como espada reluciente, texto publicado por Ediciones La Luz, resulta una valiosa compilación que refleja el paso de Fidel por la provincia de Holguín entre los años 1958 y 2006 a través de una cronología de discursos que pronunciara en este territorio, así como fotografías y materiales periodísticos publicados en el semanario ¡ahora!

Como parte de esta jornada de recordación se entregó la distinción Fernando Rodríguez Portella a los jóvenes historiadores y profesores de la Universidad de Holguín, Bárbara Márquez, René Hidalgo y Celia Hernández, reconocimiento que confiere cada dos años la Unhic.

Asimismo se realizó el recital de poesía Patria es humanidad, en el Museo Provincial La Periquera, con lectura de Lourdes González Herrero, José Luis Serrano y Kenia Leyva, y el trovador Fernando Cabreja. 

 

Convocan al XX Premio Nacional de Poesía Adelaida del Mármol

Por Erian Peña Pupo

El Premio Nacional de Poesía Adelaida del Mármol convoca a su XX edición, organizado por el Centro para la Promoción y Desarrollo de la Literatura Pedro Ortiz Domínguez, el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Holguín, y el reconocido sello Ediciones Holguín.

Pueden participar todos los escritores cubanos residentes en el país, con un cuaderno inédito de tema libre y una extensión comprendida entre 60 y 80 cuartillas, asegura el escritor Moisés Mayán, especialista del Centro de Promoción Pedro Ortiz. Los libros, añade, se enviarán por vía electrónica en dos archivos, uno con la obra en concurso, acompañado por un seudónimo, y otro con los datos del autor, a la siguiente dirección: premioadelaidadelmarmol@gmail.com En este último archivo deberán consignarse: título de la obra, nombre y apellidos, seudónimo, número de identidad, teléfono, correo electrónico y una breve ficha biográfica. El plazo vence el 15 de octubre a las 3 pm.

El jurado, comenta Moisés, estará integrado por prestigiosos poetas y su fallo se dará a conocer en la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, a celebrarse entre el 24 y el 30 de octubre en la provincia de Holguín. El premio consistirá en 10 mil pesos moneda nacional, la publicación del cuaderno por Ediciones Holguín y el pago de los derechos de autor de la primera edición. La participación en el concurso implica la aceptación de las bases, por lo que las obras que no se ajusten a los requisitos serán descalificadas, añade.

Surgido en 1989, el primer libro premiado fue Testigo de los días, de Alejandro Fonseca, con un jurado integrado por Guillermo Rodríguez Rivera, Paco Mir y José Luis Moreno del Toro. Le han seguido premiados como Odette Alonso, Lourdes González, Jesús David Curbelo, Roberto Manzano, Luis Yuseff y José Luis Serrano, entre otros, mientras que voces como David Chericián, Marilyn Bobes, Roberto Méndez, Alberto Garrido o Delfín Prats han formado parte del jurado de este premio que recuerda a la poetisa holguinera Adelaida del Mármol, la más importante voz lírica del siglo XIX holguinero.

En las más recientes ediciones, el Premio ha sido entregado, en la sede de la UNEAC, a los holguineros Edurman Mariño por El estrecho margen, Zulema Gutiérrez, con Metralla, y Rubiel G. Labarta por El tiempo recobrado, al habanero Lázaro A. Díaz Cala con Por distintas aceras y al matancero Yans González por el cuaderno Estos días de abril.

Atrapasueños o buscando un booktubers desde Ediciones La Luz

Por Vanessa Pernía Arias

Foto Ediciones La Luz

Ediciones La Luz, sello de la AHS en Holguín, junto a la Cámara Cubana del Libro, convoca al primer Concurso Nacional de Booktubers Atrapasueños, en el Día Mundial del Niño.

Luis Yuseff, editor jefe de La Luz, comentó que el certamen tiene como propósito incentivar el gusto por la literatura desde las nuevas plataformas de socialización del libro, motivando especialmente a los más pequeños de casa a participar. Booktubers, explicó el ganador del Premio de Poesía Nicolás Guillén, hace alusión a la comunidad de creadores de contenido de YouTube que realizan y suben videos relacionados con los libros para compartir sus opiniones y recomendaciones de lectura desde estas plataformas.

Pueden participar niños, adolescentes y jóvenes hasta 18 años de edad, con un video donde reseñen un título publicado por esta casa editora, en las siguientes categorías: de cinco a nueve años, de 10 a 13 y de 14 a 18. Se otorgará un premio único en cada grupo etario, consistente en una mochila con libros del catálogo de La Luz, souvenir y material escolar.

Yuseff señaló que los interesados deben enviar su audiovisual a la dirección electrónica: alaluzseleemejor@gmail.com, usando el asunto “Atrapasueños” en el mensaje. El plazo de admisión vence el 22 de agosto próximo, y los resultados se darán a conocer el 29 del propio mes desde el Salón “Abrirse las constelaciones” de esta reconocida casa editora, destacó.

Además se publicarán los videos finalistas y ganadores en el canal de YouTube de la editorial; la participación en este concurso supone la aceptación de sus bases, añadió Yuseff.

Atrapasueños está auspiciado también por la AHS y su filial en Holguín, y constituye una de acciones de la campaña del libro y la literatura que fomenta la editorial este año bajo el lema “Buscando el libro justo”, que además se suma a los espacios habituales y busca afianzarse con el público, conquistando a los más jóvenes también desde los escenarios digitales.

 

Los 35 años de la AHS en Holguín desde la creación artística

Por Vanessa Pernía Arias

Fotos AHS Holguín

La AHS en Holguín ha preparado una amplia programación cultural para la actual etapa de verano, jornada que celebra, además, los 35 años de fundada la filial el próximo 13 de agosto.

La Casa de Iberoamérica acoge la presentación de proyectos electrónicos, mientras que el Festival de Radio Joven, que por primera vez se realiza desde la ciudad de Holguín, se realizó el 14 y 15 de julio, comentó Norge Luis Labrada, presidente de la AHS en la provincia.

Este certamen se dedicó al centenario de la radio cubana y propició el intercambio de jóvenes realizadores, menores de 35 años, miembros o no de la organización. El locutor y director de programas César Hidalgo Torres impartió un taller sobre guion radiofónico, habilidades que demostraron los participantes con una intervención en un espacio radial insertado especialmente en la programación de la emisora provincial Radio Angulo, añadió.

En esta etapa se retoman las cruzadas culturales los próximos 25, 26 y 27. Las Brigadas de Arte Rebelde llegarán hasta las montañas de Pinares de Mayarí, con más de 25 artistas de todas las manifestaciones, quienes estarán compartiendo su arte con las familias del Plan Turquino.

El Festival de Música Electrónica Stéreo G, evento que convierte a Holguín en el epicentro de la música electrónica en Cuba, se encuentra entre los momentos más esperados de la fecha.

Stéreo G, además de la presentación de proyectos de asociados del país, incluirá acciones de saneamiento ambiental en la playa de Caletones, en el municipio de Gibara, sede habitual del Festival, así como intercambios sobre música y literatura con los pioneros de la zona.

La AHS suma también sus espacios habituales, en el gabinete Caligari, en Ediciones La Luz y la Casa del Joven Creador, entre ellos el taller de narrativa “La fiesta secreta”, iniciativa del Centro Provincial del Libro y la Literatura que estará a cargo del escritor y editor Adalberto Santos, los segundos y cuartos viernes de cada mes, en la sede de esta casa editora.

El 13 de agosto, fecha en la que se celebran los 35 años de creada la AHS en la provincia, se develará una tarja conmemorativa, creada por el reconocido escultor Lauro Hechavarría.

Este mismo día se presentará un audiolibro bajo el sello de La Luz, que recoge, desde las voces de los asociados de la Sección de Literatura, diversos textos de poesía y narrativa de Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, conmemorando los 65 años de su asesinato, añadió Labrada.

 

Otorgan el XXIII Premio Celestino de Cuento

Por Vanessa Pernía Arias y Erian Peña Pupo

El XXIII Premio Celestino de Cuento fue concedido en la tarde de hoy a la obra “Las mujeres que no amaban a los hombres”, de la joven escritora holguinera Katherine Perzant, como colofón del certamen homónimo que sesionó con un amplio programa de actividades desde el día 15.

El jurado, integrado por los escritores Alberto Garrandés, Elaine Vilar y Adalberto Santos, decidió otorgar el Premio por unanimidad a este conjunto de diez relatos que alcanza “con austeridad y ponderación una notable unicidad estilística, donde la escritura con matizaciones convincentes fluye sin ademanes atestados, con confiada llaneza sin mostrar conciencia de estilo tan propia, en ocasiones, de los discursos que son vacilantes y no poseen madurez”.

El jurado estimó, según el acta, que “la facturación del tipo de escritura que este título defiende también es hija de un acento notable que es saber construir desde una voz de elegante sobriedad”.

Logra, además, poner “en práctica cierto extrañamiento a un mundo propio con personajes propios que se han reinventado enérgicos a sí mismos y a quienes se articulan con ellos, en busca del sentido que tiene ejercer la libertad de dibujar una y otra vez sus identidades a toda costa, negociar sus emociones con riqueza de gestos, explorar sin miedos el paisaje interior y hacer de la existencia cotidiana un territorio para el conocimiento personal y del otro”.

También decidieron conceder una mención especial al libro “Caras largas, huesos cansados”, presentado bajo el seudónimo de Rosa Luxemburgo, donde se revela y destaca una sensibilidad doble y hay una suerte de prudencia que no significa renunciar a la emoción, sino moldearla e hilarla de modo que se torne tan diáfana como eficaz.

Dicho certamen nacional, auspiciado por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Holguín y Ediciones La Luz, se dedicó al 110 aniversario del poeta, narrador, dramaturgo y traductor Virgilio Piñera.

Durante estas cuatro jornadas destacan los paneles “Todas las cabezas se unen”, dedicado al aniversario 110 del natalicio de Virgilio; “El tiempo recobrado”, a propósito de los 100 años de la muerte de Marcel Proust; y “Diálogo sobre la lucidez”, por el centenario del escritor portugués José Saramago, Premio Nobel de Literatura.

Además se presentaron varias novedades editoriales de narrativa de La Luz: “Ya no creo en Lars von Trier”, de Marvelys Marrero; “Zapping”, de Ragnar Wilfredo Robas; y “Como se escriben los clásicos”, de Idiel García; así como la colección Premio Celestino de Cuento, con los títulos “Las fauces”, de la camagüeyana Lourdes Mazorra, ganador de la XX edición del Premio; y “Boustrophilia”, del holguinero Robert Raez, quien obtuvo el XXI Celestino.

Auspiciado además por la Uneac en Holguín y el Centro Provincial del Libro y la Literatura, el Premio Celestino de Cuento surgió en 1999, y su primera edición lo recibió, entonces, el narrador y periodista Rubén Rodríguez con el cuento “Flora y el ángel”.

Recuerdan en Celestino la obra del escritor cubano Virgilio Piñera

Por Vanessa Pernía Arias

La obra del escritor cubano Virgilio Piñera y sus aportes, a 110 años de su natalicio, centró en la tarde de este miércoles la 23 edición del Premio Celestino de Cuento, desarrollado en la ciudad de Holguín hasta el pasado día 18.

“Todas las cabezas se unen” se tituló el panel dedicado a reconocer la impronta del reconocido dramaturgo, poeta, narrador y crítico nacido en Cárdenas, Matanzas; destacando su cubanía auténtica, su ruptura creativa, su filosofía, sus modos de asumir la realidad, el teatro, la literatura y sus facetas creativas.

A cargo de los escritores Rubén Rodríguez, Mariela Varona y Erian Peña, este espacio reconoció la obra amplísima de Virgilio, lo que lo sitúa como figura imprescindible de la literatura cubana, al ser un autor que abordó con maestría todos los géneros, resaltando la cubanía de sus obras “Aire frío” y “La isla en peso”.

Mariela Varona y Rubén Rodríguez se refirieron de manera particular a la vigencia de la obra de Piñera en varias generaciones de escritores cubanos, quienes asumen recursos como el humor, la ironía y la burla desde la misma cuerda virgiliana.

Por su parte Erian Peña destacó el trabajo que realizó el autor de “Electra Garrigó” y “La carne de René” como traductor durante su estancia en Buenos Aires, etapa en la que integró el comité de traducción de la novela “Ferdydurke”, del polaco Witold Gombrowicz, obra de alta complejidad, incluso en su lengua de origen.

Peña Pupo comentó, además, de su amistad con intelectuales de esa nación suramericana como Adolfo Bioy Casares, Victoria y Silvina Ocampo y Jorge Luis Borges, quien lo incluyó en las reconocidas antologías “Cuentos breves y extraordinarios” y “El libro del cielo y del infierno”.

Hasta el sábado este evento se desarrollará con un amplio programa de actividades que incluye paneles, presentaciones de libros, lecturas de narrativa, peñas infantiles y la premiación del certamen.

Organizado por Ediciones La Luz y la Sección de Literatura de la Asociación Hermanos Saíz en la provincia, el Premio Celestino de Cuento surgió en 1999 y en su primera edición lo recibió el narrador y periodista Rubén Rodríguez con el cuento “Flora y el ángel”.

Premio Celestino de Cuentos, con Virgilio Piñera en su 110 aniversario 

Por Erian Peña Pupo

Fotos cortesía de Ediciones La Luz 

Cuando se conmemoró el centenario de Virgilio Piñera en 2012, Ediciones La Luz, sello de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Holguín, publicó La Isla en versos. Cien poetas cubanos, como homenaje, desde la creación lírica, a uno de los autores fundamentales de la literatura cubana. Hoy, diez años después, La Luz vuelve a rendir tributo al autor de La carne de René y Aire frío, en el aniversario 110 de su natalicio, dedicándole las jornadas del XXIII Premio Celestino de Cuento, que del 15 al 18 de junio se realiza en Holguín. 

El certamen –que recuerda, además, al Premio Nobel de Literatura José Saramago en su centenario, y al novelista francés Marcel Proust, a un siglo de su muerte– inició el martes 14 con la apertura de la exposición personal Nadando en seco, del diseñador Robert Raez, con palabras de Rubén Rodríguez; una colección gráfica con doce piezas que aluden a cuentos breves de Virgilio, preámbulo de la grabación de un audiolibro que contendrá estos relatos en las voces de los miembros de la Sección de Literatura de la AHS.

Este año –comentó Luis Yuseff, director de La Luz y al frente del Comité Organizador del Celestino– se recibieron 29 cuadernos inéditos, de autores de casi todo el país, que muestran un panorama variopinto de modos particulares de abordar la narrativa. Serán evaluados por un jurado compuesto por Alberto Garrandés, Elaine Vilar y Adalberto Santos. 

Destaca en el programa los paneles “Todas las cabezas se unen”, dedicado al aniversario 110 del natalicio de Virgilio, con Mariela Varona, Rubén Rodríguez y Erian Peña; “El tiempo recobrado”, a propósito de los cien años de la muerte de Marcel Proust, con Delfín Prats, Eugenio Marrón y Hugo González; y “Diálogo sobre la lucidez”, por el centenario de Saramago, con Lourdes González, Erian Peña y Eugenio Marrón Casanova. Todos se realizarán en la peña “Abrirse las constelaciones”, en la sede de este sello editorial. 

Se presentarán novedades editoriales de narrativa de La Luz, como Ya no creo en Lars von Trier, de Marvelys Marrero; Zapping, de Ragnar Wilfredo Robas; y Como se escriben los clásicos, de Idiel García. Mientras que en la peña “Punto de Fuga” se realizarán conversatorios con diferentes autores: con Rubén Rodríguez por su libro de cuentos El año que nieve (Premio Alejo Carpentier, Letras cubanas, 2020); Mariela Varona por la novela Las puertas de la perversión (Ediciones Matanzas, 2019) y Lourdes González, por los cuentos de Alas (Letras Cubanas, 2019). Por su parte, en el espacio “Todas las cabezas se unen” se realizarán lecturas de narrativa de autores de diferentes generaciones, como Andrés Cabrera, Mandy Ochoa, Idania Salazar, Ghabriel Pérez, Erian Peña, Elizabeth Soto, Rafael A. Inza, Maribel Feliú, Alex Jorge, Robert Raez y José Alberto Pérez. 

El Celestino llagará –como es costumbre desde los días fundacionales de este evento que recuerda la obra del holguinero Reinaldo Arenas desde su primera novela Celestino antes del alba– a la ciudad costera de Gibara, donde se presentarán títulos de La Luz: Sexo chatarra. Los perfectos crímenes del corazón, de María Liliana Celorrio; Fatamorgana de amor con banda de música, de Hernán Rivera Letelier; Cuando no huyen los lirios, de Diana Castaños; Como se escriben los clásicos, de Idiel García; El planeta rojo, de Eliécer Almaguer; Una brizna de tiempo, de Rafael de Águila; Mar de invierno y otros delirios, de Alberto Garrandés; Ojos para no ver las cosas simples, de Martha Acosta; además de Las puertas de la perversión, de Mariela Varona, de Ediciones Matanzas.

En la última jornada se realizará una lectura de la obra narrativa de Virgilio Piñera en las voces de jóvenes escritores cubanos, como antesala al audiolibro que realiza La Luz: Liset Prego, Andrés Cabrera, Erian Peña, Miguel Montero, Armando Ochoa, Luis Lofforte, Ana G. Ramos, Reinaldo Zaldívar, Robert Raez y José Alberto Pérez leerán relatos breves del autor de Cuentos fríos y Presiones y diamantes. Además se presentará la colección Premio Celestino de Cuento, con los títulos Las fauces, de la camagüeyana Lourdes Mazorra, ganador del XX Premio; y Boustrophilia, del holguinero Robert Raez, quien obtuvo el XXI Celestino. Esta edición culminará con la entrega del XXIII Premio Celestino de Cuento, luego de las deliberaciones del jurado, y el lanzamiento de la próxima edición que a reunirá en Holguín, en similares fechas del año, a autores de todo el país que apuestan por las posibilidades del cuento, con la seguridad de llevar la isla en peso (tomado de La Jiribilla).

Una incursión en Egipto, Israel y Mesopotamia

Por el Ms. C José Abreu Cardet, Premio Nacional de Historia

La aparición del libro Las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea, Editorial Oriente, 1989, de José Rojas Bez, fue una noticia sorprendente y bien recibida en el mundo intelectual cubano. El libro impreso a finales de 1989 se presentó en 1990 por lo que estamos a la puerta de su veinticinco aniversario de llegar al público. La obra cuenta con 184 páginas. En ellas se recogen varios ensayos sobre las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea.

Su autor José Rojas Bez, (Banes 1948) es Doctor en Ciencias Pedagógicas, ensayista, Profesor Titular, miembro del Tribunal Nacional de Grados Científicos en Ciencias sobre Arte. Se le han otorgado importantes reconocimientos, pero el mayor ha sido el de las editoras que le han publicado catorce libros y las revistas académicas de América Latina, España y Estados Unidos que recogen en sus páginas más de 200 artículos. La prensa periódica llevó a ojos del público general y especializado más de 500 comentarios sobre cine.

Recientemente le propusimos a la dirección de la filial holguinera de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba que se conmemoran los aniversarios de publicación de libros importantes, con conferencias, artículos y otras acciones culturales que extraigan del olvido en que se encuentran la mayoría de estos textos. El primer libro que escogimos fue el del colega José Rojas Bez, Las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea. Aunque pudimos comprobar en una ojeada a las publicaciones que aparecen en internet sobre estas literaturas antiguas que ha sido citado o utilizado como bibliografía por varios autores y se ofrece en algunas universidades como texto para sus alumnos. No está olvidado pero no es común ese tipo de publicación en nuestro país.

Ofrece amplia información sobre el devenir literario –obras, géneros, temas, imágenes, formas, contextos– de estas culturas fundacionales. Estamos ante una especie de monografía sobre la literatura egipcia, mesopotámica y hebrea, sin dejar de subrayar a la vez, en cada una, ciertos influjos y vínculos con las demás o con otras cercanas. Si bien se centra en las producciones literarias, en los textos escritos; no deja de extender su mirada hacia los contextos más amplios, es decir, hacia el acontecer histórico en que van surgiendo y la cultura general que los alienta.

Además de los tres ensayos o estudios monográficos centrales, el libro ofrece un cuadro histórico comparativo entre ellas, un ensayo sobre el cuento egipcio Los tres hermanos y otro breve sobre el Cantar de los cantares; así como un capítulo central sobre otras culturas que influyeron o se correlacionaron en alguna manera con estas tres grandes culturas.

Decidimos acercarnos al autor y obtener su testimonio sobre este texto. Le hicimos varias preguntas. Escuchemos a Rojas Bez:

¿Por qué ese interés por la literatura de las antiguas civilizaciones?

«Se suman muchas direcciones y circunstancias complementarias. Una de ellas, vocacional y sentimental, el gran interés y gusto por las obras y frutos generales de estas culturas. Aún recuerdo a mis abuelos libaneses, donde no faltaban ancestros sirios y egipcios, hablarme desde bien niño sobre todo ello e incluso leerme algunos libros que habían traído en sus valijas con amor por sus antiguas culturas, sin menoscabo de la fe cristiana que profesaban.

«Pesó además otra circunstancia, ya no personal como las dos anteriores –mis abuelos y mi trabajo como profesor de Literatura– sino más bien una deficiencia social: la extrema escasez, la casi inexistencia de textos de y sobre Egipto, Mesopotamia y los hebreos. En realidad esta circunstancia era prácticamente mundial, exceptuando ciertas editoras y grupos
´élites´fundamentalmente europeos, pero en Cuba más aún. Había, pues, que subsanar la necesidad y hacer ver cuánto de valioso tenían estas obras para la literatura y la cultura en general. Ya en los planes de estudio de los, en aquel entonces, Institutos Superiores Pedagógicos, se habían dado ciertos precedentes con las selecciones de lectura o recopilaciones preparadas por algunos académicos, entre ellos la siempre bien recordada Rosario Mañalich. Era un avance y un sustento.

«La cuarta circunstancia, yo diría que decisiva, fue el surgimiento de la Editorial «Oriente», en Santiago de Cuba, con gran pujanza y, además, un director y un grupo de editores y asesores, donde figuraban personas cultas o verdaderas amantes de la cultura (que es mejor aún), en fin… capaces de leer y valorar con seriedad el manuscrito, que fue entregado a dicha Editorial en 1984. Pasaron tres años de evaluación. Supongo que se necesitarían muchas defensas de su idoneidad por parte de los editores, en la cual (llegué a enterarme pasados muchos años) tuvo gran peso el aval favorable de la Dra. Adolfina Cosío, a quien no conocí hasta muchísimo después. El libro entró en el plan de publicaciones en 1987. Claro, había un gran «colchón», como llaman los editores a los libros que esperan por su publicación. Le tocó entrar en imprenta en el año 1989, como dice su copyright y su nota de impresión; y comenzó a venderse en febrero de 1990, para agotarse cuatro semanas después, en un mes de ventas».

Logras interrelacionar cada una de estas literaturas

«Quien se interese por una sola de ellas –la egipcia, la mesopotámica o la hebrea– en el ensayo dedicado a la misma, no faltarán ciertas alusiones e interrelaciones sobre las otras dos. Existe así un ensayo sobre la literatura egipcia, uno sobre la mesopotámica y otro sobre la hebrea, cada uno de los cuales establece breves «rememoraciones» o realiza apuntes» sobre las otras literaturas».

Pese a lo distante de esas civilizaciones en el tiempo hablas con gran pasión sobre cada una de ellas

«Aunque uno no comparta las creencias egipcias y aunque uno no comparta para nada, de ningún modo, el afán conquistador, establecedor de imperios tan común no sólo en Egipto, sino en todas las civilizaciones de entonces (y en muchas de aún hoy), aunque uno no comparta muchísimas cosas de los egipcios y los mesopotámicos, por ejemplo, de todos modos no puede dejar de reconocer sus glorias, sus hallazgos civilizatorios y culturales, desde la creación de la escritura y las primeras ciudades hasta miles más. No faltan, sino más bien, predominan los tonos de admiración, reconocedores de los aportes y, específicamente en lo literario, a estas culturas que no sólo crearon sino llevaron a un indudable esplendor, las primeras literaturas de la humanidad».

¿Este libro tuvo un antecedente en tu producción?

«En cierta medida, este libro no pudo ser producto directo, inmediato, sino fruto de una maduración previa, de diversos trabajos anteriores circulados internamente en medios académicos y en algunas publicaciones más restringidas. Pero uno de ellos, el apéndice sobre El Cantar de los cantares sí apareció ya, en marzo de 1980, en el número 37 de la revista Santiago, de la Universidad de Oriente».

¿Crees tú que se pudo hacer «popular» este libro y motivar la lectura más allá de los especialistas?

«Sí. Absolutamente. La edición, cinco mil ejemplares, número grande pero no tan sorprendente en aquel entonces para las librerías cubanas, se agotó en un mes. Como ves, te enseño este recorte, buen recuerdo mío, de las estadísticas de la revista Bohemia. Cuatro semanas entre los más vendidos del país, y agotado en un mes. Después, las opiniones recibidas fueron buenas, desde distintas perspectivas y profesiones de fe y de trabajo. Entonces, ¿qué mejor respuesta? El libro, según propósitos del autor y opiniones de lectores, se mantiene siempre de amena lectura, casi coloquial, motivante y habitualmente más sugestivo que conclusivo. Si funciona como posible texto para la enseñanza, más aún como conjunto de ensayos para lectores interesados en la temática».

¿Tuvo continuidad en tu creación este libro, tienes otros títulos sobre esta temática?

«No seguí trabajando públicamente esta línea específica. Pero por motivos más bien laborales. Empleo, plazas, salarios, demandas, proyectos,… Claro, sin abandono de las esencias».

¿Por qué laborales?

«Al fundarse –más exactamente, cuando fundamos, pues soy cofundador–la entonces llamada Facultad de Cine, Radio y Televisión del Instituto Superior de Arte, comencé a trabajar con ella, y se invirtió la prioridad. Antes de 1990 me dedicaba fundamentalmente a la literatura y en segundo plano al cine y los medios audiovisuales (mi columna de crítica de cine y mi labor con el cine-club). Entonces dediqué mis mayores esfuerzos a la estética, la teoría del arte y la semiótica del cine y la audiovisualidad; aunque sin abandonar, incluso hoy, la literatura y la cultura general, quizás más íntimamente la española e iberoamericana, con continuas lecturas e investigaciones. En Literatura y cultura general, mantuve esporádicas colaboraciones con revistas como la Universidad de La Habana y el anuario Nombres Propios de la Fundación Carolina, y en ocasiones singulares con otras como el anuario del Centro Benjamín Carrión (de Quito), Torre de Papel (de la Universidad de Iowa), Cuadernos Americanos (de la UNAM) y Meditaçoes Filosóficas (de Minas Gerais)».

¿Cuál crees que fue el aporte más importante de tu libro?

«En primer lugar, ya el mismo tema, o temas. La posibilidad de favorecer el conocimiento, interés y amor por las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea entre nuestros lectores generales. Conocer y admirar cuánto implicaron histórica, cultural y poéticamente, con sus influjos reales y potenciales sobre hoy.

«Íntimamente ligado a ello, el haber sido escrito desde aquí y entonces, es decir, desde Cuba, desde el ámbito y una sensibilidad latinoamericana. El ámbito es visible y reconocible, claro. La sensibilidad no es tan visible, pero existe, y todo está pensado como ser de este mundo y no de otro, lo cual no quiere decir que ajeno al otro porque, y es una de las máximas del libro, nada humano me es ajeno (aparte de que casi toda la bibliografía utilizada tenía que ser necesariamente de los otros mundos que podían aportarla). Cubano, latino y, por qué no, universal. Para el lector cubano de aquel entonces pero también para el de otro momento y para el de otros lugares. Porque, además, si buscas en Internet lo hallarás referenciado e incluso recomendado en sitios y en programas docentes de esos otros mundos.

«En segundo lugar, ciertas ´originalidades´con relación a los textos precedentes incluso de las metrópolis. Por ejemplo, el ´plan histórico´a la vez que de ´interrelaciones´. La investigación y exposición del devenir histórico de estas tres culturas y literaturas, así como el señalamiento frecuente de vínculos verificados y también posibles entre obras y rasgos de una y otra».

Por último queremos agregar a lo expresado por Rojas que el libro Las literaturas egipcia, mesopotámica y hebrea, se caracteriza por un lenguaje ameno, mucho más ensayístico y literario que rígidamente expositivo y tecnicista, sin perder nunca el rigor investigativo, de los razonamientos ni de sus propuestas y sugestiones. Así, nada impide la lectura continua, de un tirón, al menos de cada uno de sus ensayos, como un encuentro placentero e instructivo.

Publicado en Memoria Holguinera Radio Angulo en Internet:

Una incursión en Egipto, Israel y Mesopotamia (radioangulo.cu)

Imaginario popular en las artes visuales holguineras

Por Erian Peña Pupo

Fotos Eliecer Peña

Artes visuales holguineras. Imaginario popular en la década de los 90 del siglo XX, de Yuricel Moreno Zaldívar, publicado por Conciencia Ediciones, sello de la Universidad de Holguín, “nos ilumina, con un profundo estudio de nuestros imaginarios a través de obras de arte que han trascendido por su alcance ideoestético y que la autora las convierte, mediante códigos hermenéuticos, en ventanas para asomarnos a la complejidad de lo que somos, lo que nos define, en fin, el espíritu de una época codificado en símbolos artísticos y los semas esenciales de nuestra identidad territorial”, escribe el Dr.C. Alejandro Torres Gómez de Cádiz Hernández en las palabras de contracubierta de un título necesario en el fondo bibliográfico sobre el tema.

El libro, con edición de Niurka Sánchez Valle y corrección de Xiomara Garzón Montes de Oca, se divide en los capítulos: “Imaginario popular en la cultura cubana” y “Artes visuales contemporáneas en Holguín”, donde Yuricel explora las expresiones del imaginario popular en el arte cubano, las artes visuales ¿complejo simbólico del imaginario popular?, este imaginario en las artes visuales en la provincia en los años 90 del pasado siglo, y como se evidencian los mitos y leyendas, los códigos de la religiosidad popular y los discursos urbanos en este. En la portada posee un detalle de la obra “La condición humana”, de Leticia Leyva Azze.

Yuricel estudió esta etapa de las artes visuales holguineras porque “estos años arrojan una dinámica que, pese al impacto de la crisis, aportó experiencias irrepetibles y evocadoras. Los profundos cambios contextuales ocurridos entonces afectaron resonancias en diferentes promocionas del gremio plástico con diversidad de motivos y filiación estética”, escribe en el libro.

Esta investigación –destaca el Dr.C. José Rojas Bez, quien fuera tutor de la tesis que dio cuerpo a esta publicación, en su prólogo– “vale mucho más por las agudas incisiones y aciertos en el campo y objeto propuestos para la investigación: las artes visuales y Holguín (…) pero sin menoscabo dialéctico del sentido inverso que ayuda a ver mejor desde Holguín a Cuba y desde Cuba a América Latina y otros ámbitos geográficos; así como de similar dialéctica entre los planos y perspectivas del arte, dígase temáticos (religiosidad, la mujer, el consumo…), dígase la construcción de las imágenes (variedad de estilos que no escatiman lo naif ni la manipulación del kitsch), dígase los promocionales”. Y añade que su autora con este libro ha alcanzado innegables conocimientos nuevos, bien sustentados y sistematizados, con aportes significativos a su campo de saber, al alcance hoy del lector interesado en este necesario tema.

Artes visuales holguineras. Imaginario popular en la década de los 90 del siglo XX, de Yuricel Moreno Zaldívar, al que se puede acceder en bibliotecas y centros especializados, sirve para acercarse, desde otra mirada, a las poéticas escogidas de esta etapa, así como para promover criterios acerca de sus proyecciones en el ámbito cultural regional y de la isla, subraya su autora.

Geometricanto en Casa de la Abuela

Por Vanessa Pernía Arias

Fotos Eliecer Peña

Desde la Casa de la Abuela resuenan los acordes de la infancia, los juegos, las historias, las risas, los aplausos; y de manera muy especial y esperada, los libros. En este espacio que tiene hace algún tiempo la cantautora infantil Edelis Loyola, en la Casa de Iberoamérica, se hace volar la imaginación, y se hace feliz a los niños en una simbiosis necesaria de alegría y amor por el arte.

Esta vez de manera especial, Edelis recibió y presentó a sus “nietos” el más joven de sus hijos: Geometricanto, una suerte de libro arte, que reúne 12 obras intencionadas al aprendizaje y la diversión del público infantil, pues pretende enseñarles las figuras geométricas, las vocales y otras cuestiones básicas como la hora, el saludo, los animales, a la vez que dibujan y juegan.

El título resulta una de las novedades que por estos días de Feria ha presentado la Casa Editora Cuadernos Papiro. Con una tirada de cien ejemplares completamente manufacturados e ilustrados por el artista de la plástica José Emilio Leyva Azze, “Geometricanto” forma parte, junto a cerca de cinco textos, de la incipiente literatura infantil que posee Papiro.

Este supone para Edelis, desde la concepción de la idea, un gran acontecimiento en su carrera artística, especialmente porque tuvo su génesis en la educación de su nieto Matías, cuando poco a poco aprendía las figuras geométricas en su natal Chile. Así fue como se percató que esta idea podía funcionar para los niños cubanos en sus primeros grados de enseñanza.

Basta solo con mirarle los ojos llenos de brillo cuando asegura que está súper contenta con esta primicia editorial, para saber cuan feliz le hace a ella y a los niños que la acompañan en la Casa de la Abuela. “Para mí es una de las cosas más grandes que me ha pasado, porque ver nacer un libro es algo maravilloso. Es un texto necesario para la primera infancia, un grupo etario que siempre hay que atender con dedicación”, comenta.

“Solo adquiriéndolo, Geometricanto no cumple su función, por lo que es necesario; y esperamos con todo el amor del mundo que así suceda, que los niños interactúen con él, lo lean y agreguen sus propios diseños”. Eso esperamos todos los implicados en esta hermosa obra. Aunque su realización conlleva un proceso difícil y la tirada es reducida “seguiremos tocando puertas para poder reeditarlo y multiplicarlo, para que de esa manera llegue a todas las manitas posibles”, añadió.