Sobresaliente por su belleza arquitectónica y, mucho más, por el valor de sus colecciones el Museo de Arte de Gibara es una joya de la cultura holguinera. Inaugurado el 25 de julio de 1972, se encuentra instalado en la planta alta de una de las construcciones domésticas de estilo neoclásico más significativas de la segunda mitad del siglo XIX en Gibara.
Foto: ACN
En sus catorce salas de exposición y cinco almacenes, se conservan más de 2200 objetos de las artes decorativas de los siglos XIX y XX, entre los que destacan piezas de cerámica, cristal, esculturas y muebles de estilo, oriundos principalmente de Francia, Inglaterra y Alemania.
En el vestíbulo se muestran dos obras del pintor gibareño Juan Vecino Mayo, de los años 1929 y 1942, respectivamente, varias esculturas fabricadas con la técnica de la cera perdida, destacándose una figura femenina que representa a la diosa de la Fortuna.
El Salón Principal ambientado con muebles estilo medallón, un piano de cola firma Pleyel, instrumento muy utilizado en la casa cubana para amenizar fiestas y tertulias familiares. Tampoco falta, en el agradable conjunto de objetos de esta sala, el sillón de los enamorados, expresión de los cánones sociales del periodo; diferentes piezas de cerámica alemana, austriaca y francesa, de excelente calidad artística y estética.
Cuatro arcos de vidriera policromada, considerados lo medios puntos más grandes de las provincias orientales, aportan una singular belleza a este salón, se exponen muebles cubanos de la primeras décadas del siglo XX, varias esculturas de bronce y mamparas con estampas de países europeos son elementos que lo distinguen.
Predomina en la decoración de las paredes los motivos florales color de rosa. Su suntuoso mobiliario expresa en todo momento la exquisitez de la ebanistería cubana del periodo decimonónico. Resulta atractivo el lavamanos de madera, mármol y cerámica italiana.
Foto: Archivo
Se exhibe un juego de sala estilo perillita, lámpara de techo de cristal veneciano, jarrones, pedestales de exótica decoración y motivos mitológicos, que realzan la armonía entre la forma y ornamentación de estas piezas de estilo Art Nouveau.
La Sala dormitorio de Señora se encuentra ambientada con piezas de las artes decorativas y muebles de diversos estilos, entre las que se destacan el armario cubano del siglo XIX inspirado en el Rococó, la cama de bronce y un juego de ase o de cristal de opalina.
En la Sala de estar de caballeros predomina la sencillez. El ella está un juego de muebles de la firma austriaca Thonet, florero trabajado con la técnica desdorado y decoración floral realizada a mano y objetos de uso masculino.
Una variada colección de las Actas de las Cortes Constituyentes de España, que pertenecieron al vicecónsul de dicho país en Gibara, La divina Comedia Ilustrada con grabados de Doré, dos ediciones del Quijote, entre otras obras de la literatura universal editadas en el siglo XIX forman parte de la biblioteca de esta institución
Congelado en el tiempo se encuentra el prominente espacio de la Villa Blanca de los Cangrejos, allí donde el visitante puede regresar a nuestro pasado colonial y disfrutar de la riqueza artística y el buen gusto que tipificó a quienes por esos días moraban el inmueble, pero, sobre todo, visitar el Museo de Arte es una experiencia única a la vista y al conocimiento de la alta cultura, en sus salas está, además, toda la belleza de Gibara.
Por José Abreu Cardet, Premio Nacional de Historia
Al viajar por los campos cubanos podemos observar esos centrales azucareros con sus chimeneas rodeadas de apacibles bateyes. El visitante se puede engañar si considera que la base de esos pequeños centros urbanos está en la vida reducida de una aldea. La industria azucarera está estrechamente vinculada a una intensa vida cosmopolita.
El azúcar permitió crear la superestructura de transporte que unió definitivamente a la isla. Primero fue el Ferrocarril Central, creado en 1902, en el preámbulo del gran asalto de la industria azucarera al oriente y el centro de la isla y luego la Carretera Central que unía a La Habana con las demás provincias. Con el desarrollo azucarero se construyeron vías férreas, carreteras y terraplenes que unieron la mayoría de los pueblos de cierta importancia.
Los centrales eran nudos de comunicación. De otra forma no podían sobrevivir. Todos los adelantos de la tecnología de las comunicaciones y el transporte eran rápidamente insertados en su maquinaria productiva. Desde el ferrocarril hasta el transporte automotor pasando por el telégrafo, el teléfono y las plantas de comunicación por microondas estaban presentes en el batey. Incluso una parte considerable de estos centrales tenían pequeños campos de aterrizaje para aviones. El central se convirtió en un centro cosmopolita. Sus dueños muchas veces eran extranjeros o residían en otros lugares de Cuba. Entre sus empleados y obreros industriales y agrícolas abundaban los extranjeros o los naturales de diversos confines del país. La industria azucarera produjo una migración interna sin precedentes en la historia del oriente y parte del centro de la isla.
El poeta cubano Pablo Armando Fernández, en un recuento de su niñez, en el central Delicia, en el norte de Oriente, nos deja un testimonio interesante sobre los hombres y mujeres que hicieron ese prodigio que es el azúcar cubano:
“La fundación del central data de 1911 y su población estaba constituida fundamentalmente por españoles que emigraron a Cuba (…) por algunas familias cubanas (…) millares de emigrantes de las islas menores del Caribe…En Delicias también abundaban los chinos (…). Y había sirios y libaneses. Atraídos por el auge económico (…) llegaron (…) hombres de otras procedencias y nacionalidades: Puertorriqueños, dominicanos, venezolanos colombianos, mexicanos” (1).
La población de la ciudad de Banes, en el norte de Oriente, es un ejemplo elocuente de esta situación. Esta ciudad estaba en el centro del gran emporio azucarero de la United Fruit Company. En 1911 sus vecinos tenían el siguiente origen.
El 7.1 por ciento han nacido fuera de la isla. Tal composición demográfica se repite en muchos poblados azucareros. Esto permitió crear cierto matiz cosmopolita en todo el país. La afirmación del poeta Pablo Armando Fernández que era más fácil viajar desde su natal central Delicias, en el oriente de Cuba, a New York que a cercanas ciudades como Holguín o Tunas no es producto de la imaginación artística (3). Los centrales azucareros en ocasiones tenían comunicaciones más fáciles con Haití, Jamaica o los Estados Unidos que con las cabeceras de los municipios a los que pertenecían.
La portentosa industria azucarera del siglo XX creó una riqueza material, para una parte de la población, que dejó una profunda huella en el país. Era aquella riqueza mal distribuida. Los inmigrantes que acudieron de diversos países para dar su aporte al desarrollo azucarero cubano en general fueron muy mal compensados. A muchos se les asignaban las tareas más duras y peor remuneradas en las zafras como el corte de caña. Pero todos ellos dejaron su impronta en la historia de la mayor de las Antillas.
NOTAS 1- Pablo Armando Fernández, De memorias y anhelos, Ediciones Unión, La Habana, 1998 p 24. 2- Museo Municipal de Banes, Fondo United Fruit Company, Documentos sin Clasificar. 3- Entrevista a Pablo Armando Fernández por Eugenio Marrón Casanova, Inédita.
Del estadounidense Dashiell Hammett (1894-1961), los lectores cubanos conocen, sobre todo, su obra novelística. Sus libros dieron cuerpo a un nuevo subgénero literario: la novela negra, que tuvo sus derivaciones en el cine y dio un vuelco a la literatura policiaca. Autor de cuentos y guiones cinematográficos, y activista político, Hammett influyó a escritores como Ernest Hemingway, Raymond Chandler y George Simenon, y creó personajes tan recordados como Sam Spade (El halcón maltés), la pareja de detectives Nick y Nora Charles (El hombre delgado) y el agente de la Continental (Cosecha roja). Estos libros, junto a La llave de cristal, que se ha publicado más de una vez en Cuba, son clásicos de la literatura universal no solo para el lector amante del policiaco.
Precisamente este último agente es el protagonista de El detective de la Continental, publicado por Ediciones Holguín en 2019, presentado en la reciente edición de la Feria Internacional del Libro y que reúne siete cuentos de Hammett que sintetizan, de manera magistral, las características de los relatos que caracterizaron no solo su obra, sino un periodo y un subgénero literario cuyas ramificaciones han llegado con fuerza a nuestros días.
¿Qué distingue a la novela negra e imanta al resto de sus subgéneros? Leemos a Dashiell Hammett sabiendo que la resolución del misterio no es el objetivo principal, sino la dilucidación no explícita de su motivación moral; que los argumentos son habitualmente violentos y la acción se desarrolla de forma rápida; que la clásica división entre buenos y malos se difumina, pues ambos cruzan a menudo la barrera entre el bien y el mal; y que los detectives (incluso este) son personajes fracasados y cínicos, que terminan mezclándose con los hechos y salvándose a costa, muchas veces, de violencia y suerte, y un rudimentario sentido del honor y el deber cumplido hacia la agencia. Leemos a Dashiell Hammett conociendo que las historias policiacas ocurren, en su mayoría, en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión, en los tiempos de la ley seca y el subsiguiente desarrollo del crimen organizado y el gansterismo en Estados Unidos; y que el móvil de los crímenes es casi siempre alguna “debilidad humana”: rabia, ansia de poder, envidia, odio, codicia, lujuria… Leemos a Dashiell Hammett porque estamos seguro que no podía faltar, pues él le dio forma, la femme fatale: esa mujer hermosa, ambiciosa, por la cual se produce el crimen, es la causa directa o incluso la asesina, y cuya presencia marca la novela negra (y el cine negro) y la obra de Hammett. Estos temas van a caracterizar la obra novelística de Dashiell Hammett y también los cuentos recogidos en El detective de la Continental, traducidos por Aida Bahr.
En estos relatos, aparecidos por primera vez en la revista pulpBlack Mask y publicados como libro en 1945 (“La décima pista”, “La Herradura Dorada”, “La casa de Turk Street”, “La muchacha de los ojos plateados”, “Kid Cualquiera”, “La muerte de Main” y “Asesinato en Farewell”) el detective es el verdadero protagonista. Pero poco sabemos de él: solo que es un profesional privado que trabaja para la Agencia Continental de Investigaciones de San Francisco, cuyo nombre no conocemos ni conoceremos y –algo que mientras leemos los cuentos vamos notando– que posee una moral ambigua, pues no duda en intervenir en los casos a los que se enfrenta manipulando la situación, dando lugar a que se precipiten los hechos y utilizando métodos cuestionables como los de los criminales a los que persigue (fue con este personaje que nació el subgénero hard boiled).
Hammett creó la mayoría de las representaciones, personajes y esquemas argumentales del género. Su estilo lacónico e impresionista, que selecciona pocos pero significativos detalles para que el lector construya su propia imagen de personajes y ambientes, y que a diferencia de otros novelistas policiacos, como los de la escuela inglesa, no le interesa las argucias del crimen, sino lo ético, lo humano y lo social que se ve comprometido, toma forma de una realidad que conoce, pues Hammett trabajó en la Agencia de Detectives Pinkerton, a la que renuncia en 1922 para dedicarse a su carrera literaria: la corrupción latente en el interior de la sociedad estadounidense en los años del crack de 1929 y la Gran Depresión; por eso el realismo y el fuerte pesimismo que invade a sus personajes.
Ediciones Holguín entrega una novedad literaria que el lector sabrá agradecer: una selección de siete cuentos que Hammett, realizada por el crítico estadounidense Steven Marcus en 1974 y que muestra una visión representativa de lo mejor de su narrativa corta.
¿Qué distinguió el trabajo de traducción de El detective de la Continental? Según la narradora Aida Bahr, al traducir estos cuentos de quien es considerado el padre de la novela negra, procuró “acerrarse al estilo de Hammett, con su prosa ágil, directa, entrecortada. En aras de una mayor naturalidad, y de preservar el ambiente de la época reflejada, que estos relatos captan de forma muy efectiva, se decidió no traducir los nombres de lugares y personajes, excepto los de aquellas locaciones que tuvieran incidencia directa en la trama, o los sobrenombres que contribuyeran a caracterizar a sus portadores. En muchos casos se prefirió no traducir los giros coloquiales propios de aquel contexto con expresiones equivalentes en español que, necesariamente, remiten a otro entorno, sino utilizar un léxico que, además de transmitir el sentido, permita al lector ubicarse en el estatus y ámbito social del narrador y los restantes personajes” del libro.
Con edición de José Luis Serrano y diseño de Roddier Mouso, con portada a partir de un fotograma de la película de cine negro The Big Combo, de Joseph H. Lewis, de 1955, El detective de la Continental ofrece atractivos relatos policiacos que –si bien son reflejo de las características del género en su plenitud– guardan muchas sorpresas al amante no solo del policiano, sino a todo el lector que se deje atrapar por historias donde los detectives, las femme fatale y los asesinos acaban dándose cita, y en los que “la habilidad en la construcción de las tramas, el eficaz trazado de los personajes y, sobre todo, el atractivo de una prosa ágil, directa, salpicada de coloquialismo y humor, tan efectiva que consigue transportarnos al lugar de los hechos, harán de la lectura una confirmación del talento de Hammett”, como uno de los importantes autores del siglo XX.
Por José Abreu Cardet, Premio Nacional de Historia
Durante las guerras de independencia los mambises fueron sometidos a un estrecho bloqueo por las fuerzas colonialistas. Aunque recurrieron a crear zonas de cultivo y talleres en los territorios que controlaban, la producción de estos era limitada tanto por las operaciones hispanas que los asolaban como por las limitaciones tecnológicas.
No todo lo necesario para abastecer a los insurrectos se podía elaborar en aquella rústica industria. Las expediciones organizadas en el exterior eran implacablemente perseguidas por la marina de guerra hispana dislocada a todo lo largo de las costas. Al desembarcar tenían que enfrentar a las fuerzas enemigas que al descubrirlas las atacaban. Por lo que el abastecimiento mambí era en extremo endeble. Fue necesario recurrir a abastecerse en el territorio contrario. Incursionando en las zonas de cultivo, por medio de agentes cubanos en las filas contrarias que hacían llegar diversos productos a los rebeldes o por el ataque a los poblados.
Carlos Manuel de Céspedes, con toda la crudeza del momento, resumía la necesidad de esos ataques: «Ha llegado el momen¬to en que el pueblo de Cuba comprenda que tiene que guerrear, lo hace, pero quiere comer. Pide los asaltos para obtener dinero y ropa, comprando con lo que coge, lo que necesita” (1)
Para tener una idea del ritmo de estas acciones hemos tomado como ejemplo la jurisdicción de Holguín. Según la división política administrativa de la época fueron atacados los siguientes poblados situados de esa jurisdicción: (2) Puerto Padre, (3) el Vedado, (4) el ingenio de Guabajaney, (5) Maniabón, (6)Sao Arriba, (7)ingenio San Manuel, (8) poblado de Auras, (9)Junucún, (10) Hatillo, (11)Corallilo, Güirabo, Santa Rosalía, (12) Candelaria,(13) Las Bocas, (14) Velasco, Calderón (15) Las Cruces de Purnio, (16) Yareniquén,(17) Corralito, (18)Yabazón,(19) Yabazón Abajo,(20) y el Rabón,(21) y otros poblados. Incluso la ciudad de Holguín en diciembre de 1872 fue asaltada por los mambises.
Una poetisa cubana, Mercedes Matamoros del Valle, supo atrapar y llevar a versos aquellos momentos terribles del ataque. Ella refleja con igual ímpetu las pasiones de los atacantes y de los defensores, el pánico de la población civil atrapada en el combate. Comprendió y justificó la destrucción de aquellos acontecimientos, que eran fundamentales para vencer a la tiranía colonial que sojuzgaba su patria. Mercedes nació en Cienfuegos, Las Villas, en 1851 y falleció en La Habana en 1906. Mujer de cultura exquisita realizó traducciones del inglés, el francés y el alemán al español. Su obra apareció en varios periódicos de la época. En 1892 publicó el libro Poesía completa y en 1902 Sonetos.
Su sensibilidad no estaba encerrada en una torre de marfil, el siguiente poema es un callado aplauso, un reconocimiento necesario a quienes combatieron en tres implacables guerras por la independencia de Cuba.
En Las Ruinas.
Mercedes Matamoros.
¡Qué solemne silencia reine en torno!
¡Qué inerte soledad en las colinas
que del sol a los último reflejos
parecen que de lejos
contemplan tristes las obscuras ruinas!
Aquí no se oyen risas ni cantares;
en la rica vivienda, en el bohío,
del florido vergel sobre la alfombra,
cual un abrazo fúnebre, ¡la muerte
de sus alas tendió la negra sombra!
Todo yace en mutismo pavoroso,
en la profunda grieta
se refugia el murciélago luctuoso,
entre las piedras se desliza leve
fugaz lagarto de pupila inquieta
y del viajero al paso cauteloso
responden solamente el murmurío
trémulo y melancólico del rio
y el suspiro del viento en los palmares
¿Dónde está la feliz y placentera
ciudad que alzó en el llano
sus edificios a la azul esfera
como en señal de reto poderío?
¿Dónde el alegre circo y el liceo,
lugares de expansión y de recreo
para el mancebo y para el grave anciano?
¿Dónde el hogar tranquilo y venturoso,
de inocencia y virtud asilo hermoso?
Llama devoradora
_de profundos agravios vengadoras_
tanta belleza convirtió en cenizas;
porque ¡así de los pueblos ofendidos
a la cólera ardiente
de los tiranos dóblase la frente
y vuelan las coronas hechas trizas?
Un tiempo fue que en su opulencia y brillo
se inclinó bajo el yugo,
humilde como dulce corderillo;
mas al cabo, indignada la Justicia
puso en sus manos la inflamada tea
y esas vigas quemadas, esos techos,
hoy en negros escombros convertidos,
¡dura enseñanza son para el que ignora
que al fin llega la hora
en que, constante en su inmortal idea,
la Libertad defiende sus derechos!
¿Qué corazón cubano
no guarda con espanto y honda pena
la fúnebre memoria
de aquella triste y lamentable escena?
era la media noche: descuidada
en paz dormía la ciudad callada
cuando por los incógnitos senderos
con astuta cautela desfilaron
los audaces y rudos macheteros.
Incansables obreros de la doliente Cuba, endurecidos
por la opresión y el odio, en cada puerta
aplicaron la llama enrojecida,
que al deslizarse cual dorada sierpe
de una mansión a otro horror causaba
a la inerte ciudad que sorprendida
al fulgor del incendio despertaba
Entonces…!Ay!?Qué mano
trazar pudiera el cuadro lastimoso
de aquella multitud despavorida
que se lanzó a las calles con clamores
que asordaban el aire…?Allí el anciano
pidióle al jefe compasión en vano,
allí la tierna madre la mostraba
al aterrado infante que a su seno
cual débil pajarillo se estrechaba,
allí el esposo derramó su sangre
sobre la esposa que a sus pies cayera,
allí del fuerte muro que cedía
se escucharon los lúgubres crujidos,
allí fueron los llantos y gemidos
de un pueblo desolado;
pero ¡nada al empuje resistía
del inmenso torrente desbordado
que sembraba la muerte por doquiera
cual si el día final llegado hubiera…!
La turba envilecida
De avaros mercaderes, corre, vuela,
Por salvar de sus tiendas los tesoros;
Mas la revuelta, indómita partida,
Insensible al lamento y la amenza,
¡hiere, saquea, insulta y despedaza!
La inexorable tea
no perdona de Dios ni el templo santo;
imagen pavorosa de la ira,
sobre las altas torres centelleante,
y en sus hondos cimientos conmovido
el sagrado recinto se derrumba
con estrépito horrible, !convirtiendo
la ensangrentada plaza
de cadáveres mil en ancha tumba!
¡Noche funesta…! Y cuando el alba asoma
y trémula las cumbres ilumina,
¡ tal parece que ardiente ha descendido
sobre la inmensa ruina
el mismo fuego que abatió a Sodoma…!
Junto al arco deshecho,
sobre el montón de piedra calcinada,
bajo el hundido techo,
en la nocturna hora, pálido, envuelto en luctuoso manto,
el Ángel del Dolor se siente y llora.
¡Sí! Porque es triste, ¡oh Libertad sagrada!,
levantar sobre escombros tu bandera!
Pero aún más triste fuera
consentir que se mire siempre hollada
la humana dignidad, y que implacables
conviertan a los pueblos tiranos
en rebaños de siervos miserables
y ellos tan sólo fueron los culpables
de tanto duelo, de infortunio tanto;
!no el incendiario que anegara en llanto
la tierra en que naciera!
Que cuando la Justicia es la que clama
y hace brillar su llama
entre la sombra adusta,
al despotismo audaz causando espanto,
¡la cólera es augusta,
y el instrumento es santo!(22)
Tea incendiaria. Foto: Granma.cu
NOTAS
1–Hortensia Pichardo y Fernando Portuondo: Carlos Manuel de Céspedes: Escritos,1982, tomo II, p. 116. 2– Nos referimos a poblaciones que en esos momentos del ataque pertenecían a la jurisdicción de Holguín. 3–Museo Casa Natal de Calixto García. Centro de documentación. Documentos Históricos 1868 1878. Tomo V, p 405, 406, 407. 4–Yoel Cordoví Núñez. Máximo Gómez: tras las huellas del Zanjón. Editorial Oriente, 2005, p. 72 5–Ídem 6–Víctor Manuel Marrero, Vicente García: Leyenda y realidad, Editorial Ciencias Sociales, 1992, p. 209 7–Hortensia Pichardo y Fernando Portuondo: Carlos Manuel de Céspedes: Escritos. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1982, t. III, p. 122. 8–Parte oficial de Calixto García del 29 de octubre de 1872.En: Periódico La Revolución de Cuba, Nueva .York. 14 de diciembre de 1872 ANC, Donativos y Remisiones, Fuera de Caja # 2 9–Nydia Sarabia: Ana Betancourt. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 1970, p. 173. 10–Parte oficial de Calixto García del 29 de octubre de 1872. En: Periódico La Revolución de Cuba, Nueva .York. 14 de diciembre de 1872 ANC, Donativos y Remisiones, Fuera de Caja # 2 11–Eusebio Leal Spengler. Carlos Manuel de Céspedes El Diario Perdido, Publicimex S.A. Ciudad de La Habana, 1992 , p. 254 12–Enrique Doimeadios Cuenca y Maria Hernández Medina, Apuntes para una historia de Gibara, Ediciones, Holguín, 2008, p. 68 13–Museo Provincial de Holguín Fondo Julio Grave de Peralta Libro de borradores de correspondencia de Julio Grave de Peralta copia número 645 14– Ídem 15–Archivo Nacional de Cuba, Donativos y Remisiones, caja 474, Signatura 10. 16–Juan Andrés Cué Badá: “Asalto e incendio de Yareniquén y Las Cruces”. (En Ahora, Holguín, 14 y 28 de Marzo de 1975) 17—Ídem 18–Enrique Doimeadios Cuenca y Maria Hernández Medina Apuntes para una historia de Gibara. Ediciones Holguín. 2008. p. 63 19–Ídem 20–Ibídem p. 64 21–Ibídem p. 63 22– Roberto Manzano, El Bosque de los Símbolos: Patria y poesía en Cuba, tomo I, Siglo XIX, Editorial Letras Cubanas, La Habana 2010, pp. 556, 557 y 558
Publicado en Memoria Holguinera Radio Angulo. Link:
Por José Abreu Cardet, Premio Nacional de Historia
Próximamente conmemoraremos una importante efemérides en el mes de agosto, el aniversario del nacimiento, el 4 de ese mes en 1839, del general independentista Calixto García. Este hecho nos acerca a un tema muy discutido desde hace años y es cómo era la situación de la guerra en 1898, ya hace algunos años, en 2018 entramos en el 120 aniversario de los muchos acontecimientos acaecidos en ese año.
Foto: Archivo
Diversos estudiosos se refieren a que la guerra estaba ganada por España y fue la intervención de los Estados Unidos lo que evitó el colapso de las fuerzas libertadoras. Otro criterio es que los cubanos estaban muy cerca de la victoria. La historia analiza lo que ocurrió y no lo que hubiera podido pasar. En mi criterio es discusión bizantina entrar en tales análisis.
Queremos aportar en esta ocasión un documento que de forma objetiva nos puede acercar a la situación del ejército libertador en el territorio de Holguín en los primeros meses de 1898 y creemos que, en general, es extensivo a la situación del departamento oriental bajo el mando del Calixto García. A principios del referido año el ejército español había lanzado una poderosa ofensiva en el territorio holguinero y otros lugares del departamento. Poderosas columnas actuaban en esta zona. Calixto García en persona se encargaba de enfrentarlos en Holguín.
Una de las unidades que cumplía esta misión se encontraba bajo el mando del general de división Luis de Feria Garayalde. Veamos el informe de este mambí a su jefe.
Al Jefe del Departamento.
Operaciones practicadas durante la decena comprendida entre el 24 de enero al 5 de febrero: Acampado en Casi Blanco el 24 de enero, tuve noticias que el enemigo se encontraba en la Cuaba. Marché enseguida a la Macagua, donde llegué al amanecer, y dispuse que el Comandante Mora con 80 hombres marchase a ocupar el camino de la Cuaba a Camazán, y el Teniente Coronel Suárez, con parte de las fuerzas del Regi-miento Holguín, ocupase la altura de la Macagua, en tanto que yo, con la otra parte ocupé el camino de la Macagua a los Haticos. La columna regresó a Holguín el mismo día soste¬niendo ligero fuego con las avanzadas.
El día 25 salió otra columna con rumbo a Camazán, la que fue batida por los 80 hombres del Comandante Mora. Determiné pasar con las fuerzas que llevaba a Camazán, llegando a dicho lugar en momentos en que llegaba el enemigo, el que me recibió con fuego sin darme tiempo a disponer una emboscada. En la misma noche llegué a Don Pedro, en cuyo lugar batí el 26 al enemigo, haciéndolo retroceder hasta que entró en Holguín, dejando un muerto insepulto, varias sepulturas y grandes rastros de sangre sobre el campo.
El día 30 tuve conocimiento de que una columna venia por el rumbo de la Caoba, por lo que le ordené al Coronel M. Rodríguez que destacara fuerzas en el camino de la Cuaba a Camazán, cubriendo el camino de la Caoba a los Haticos y poderlo batir por cualquiera de los dos que tomara, y como el escogido fue el de Carnazón, allí fue batido por el Teniente Coronel Suárez hasta que gastó el último cartucho, quedando acampado el enemigo en dicho lugar, aunque antes había sostenido fuego con él en las lomas de Camazán el Comandante Arcidio al frente de 60 hombres.
El 31, teniendo las fuerzas escalonadas desde Don Pedro y en¬trada del Manguito hasta Rejondón, avanzó el enemigo, sosteniendo intensísimo fuego con las fuerzas del Comandante Bembenuto y otras que estaban emboscadas en la loma de Báguano, en donde el enemigo acampo después de babor sido hostilizado por las fuerzas del Regimiento Holguín.
El día 1° el enemigo retrocedió a Rejondón, siendo batido por fuerzas del Coronel Miniet y Escolta del General García. Después em¬prendió marcha hacia Báguano y con este movimiento sostuvo combate con el Coronel Rodríguez que ocupaba una altura en el Rejondón. AI retroceder el enemigo por segunda vez a Bá-guano, donde fue hostilizado toda la noche.
El día 2 marchó el enemigo rumbo a Alcalá, recibiendo por la vanguardia fuego de las fuerzas del Segundo Batallón del Regimiento Holguín y una sección del Regimiento Tacajó en Salsipuedes, y por retaguardia otro fuego por las fuerzas del Regimiento Holguín y parte del de Tacajó, teniendo que acampar el enemigo en las Tres Cañadas, entre Alcalá y San Juan.
El día 3 emprendió marcha la columna española por San Juan, siendo batida por la vanguardia, por fuerzas de Tacajó al mando del Coronel Gregorio Sánchez y por la retaguardia por fuerzas de Cuba a las órdenes del Comandante Bembenuto. El enemigo tomó entonces el camino de la Palma, recibiendo duro castigo en la loma de la Juba de parte de las fuerzas del Regimiento Tacajó, teniendo que acampar en Güabineyón, saliendo al día siguiente para Holguín.
Más tarde, acampado en las Minas, tuve conocimiento el día 7 de que dos fuertes columnas enemigas salían de Holguín para invadir nuestro territorio, una por la Cuaba y la otra por Viajacas. Ordené al Coronel Manuel Rodríguez que con sus fuerzas ocupase posiciones en Camazán; al Coronel Armando Rivas con el Regimiento Oriente que se colocara en San Fernando para Alcalá, donde estaba acampado el Coronel Salazar con las fuerzas del Regimiento Tacajó, y le ordené se preparase para el combate. La columna que traía el camino de la Cuaba llegó el mismo día a Camazán, donde fue batida por el Regimiento Holguín, acampado en dicho lugar.
El día 8 continuó su marcha a Bá-guano, siendo batida nuevamente por el mismo Regimiento en la Güira de Báguano, en el Rejondón y en el Cementerio de Tacámara, acampando el enemigo en este punto último.
El día 9, el enemigo emprendió marcha rumbo a Mejías donde acampó después de haber sostenido fuego con la Escolta de Caballería del General García. El Coronel Manuel Rodríguez con fuerzas del Regimiento Holguín y Escolta del General García y 90 hombres de Baracoa ocupaban las trincheras de Mejías que con anterioridad se habían preparado, a pesar de su proximidad al sitio en que acampó el enemigo y de estar a la vista del mismo no fueron atacadas ni hostilizadas.
Continuó acampada la columna en Mejías y el Coronel Rodrí-guez en las trincheras del mismo punto, cuando en la tarde del día 10 apareció en Mejías otra columna también por el camino de Holguín. La columna que ya estaba acampada hizo preparativos de marcha y tomó el camino de Barajagua, que¬dando acampada en su lugar la que acababa de entrar. Ambas columnas en su estancia en Mejías fueron hostilizadas por secciones dispuestas al efecto.
La columna que traía el camino de las Viajacas había acampado el día 7 en la loma del Potro. En la mañana del día 8 avanzó sobre San Fernando, sosteniendo rudo combate con las fuerzas del Regimiento Oriente por espacio de media hora. En la tarde del mismo día llegó el enemigo a Alcalá, siendo tiroteado en la Sabanita y trabando después rudo combate con el Regimiento Tacajó y mi Escolta por espacio de cuarenta y cinco minutos; en este en¬cuentro como en el de San Fernando, el enemigo utilizó la artillería, haciendo 24 disparos.
Después del combate de Alcalá, el enemigo siguió marcha por el camino de Tacajó, teniendo cuatro fuegos con tuerzas del Regimiento de este nombre, y acampando en la vereda de Santa Clara, lugar montañoso y que carecía de agua y de pastos. En la madrugada del día 9 el Coronel Salazar atacó el campamento enemigo y éste por retaguardia realizó una acometida, recibiendo ocho fuegos de nuestras emboscadas.
En la misma mañana, el enemigo emprendió marcha por el carretero de Santa Clara, con dirección a Güíral y, en esta marcha recibió también fuego de ocho emboscadas que a vanguardia le tenían preparadas el Comandante M. J. Ochoa con las fuerzas de Tacajó, y el Coronel Salazar, Jefe del Regimiento, lo alcanzó por retaguardia en los Cuatro Caminos haciéndole fuego que duró dieciocho minutos.
El enemigo acampó en la tarde del día 9 en el Güiral, después de un ligero tiroteo que por retaguardia le hicieron las fuerzas del Regimiento Oriente y todas las que traía a mis órdenes, acampándolas a retaguardia del enemigo en el Güiral del Macío, dando vista nuestra retaguardia a la avanzada española. En toda la noche el enemigo fue hostilizado por fuerzas del Regimiento Oriente.
Foto: Archivo
El día 10, la columna enemiga avanzo sobre Mejías, recibiendo en su marcha dos fuegos, a vanguardia en la vereda del Güiral y en Tacámara por fuerzas de Tacajó y otro fuego a vanguardia en Palmarito por fuerzas de Holguín, colocadas allí por el Coronel Rodríguez, al mando del Teniente Coronel Suárez. Esta columna es la misma que confrontó en Mejías con la otra que estaba acampada.
Como queda expuesto anteriormente, la columna que llegó a Mejías por el camino de Báguano em¬prendió marcha el día 10 por el camino de Barajagua tan pronto como confrontó con la otra procedente de Alcalá. Esta última quedó el referido día 10 acampada en Mejías y el 11 tomó rumbo por la Canoa, flanqueando, a su salida la trinchera situada en el camino de dicho punto y siguiendo en todo su curso hasta San Francisco por el camino de Holguín, en el cual ya estaban apostados el Coronel Rodríguez y el Teniente Coronel Suárez, a quienes mandé a ocupar dichas posiciones después de batir al enemigo en Palmarito el día 10.
La columna fue batida en el Sitio por el Coronel Rodríguez y en la Caridad por el Teniente Coronel Suárez, siguiendo la marcha sin acampar en parte alguna hasta entrar el ene¬migo en la ciudad de Holguín.-Atentamente.
LUIS DE FERIA (1)
No hay dudas de que no podemos considerar a los mambises como una tropa derrotada. Todo lo contrario los diferentes jefes, oficiales y soldados subordinados a Luis de Feria combaten enérgicamente al enemigo que es tenaz y lucha con valor. Los mambises no es una fuerza desmoralizada y con deseos de abandonar la lucha.
Notas 1–Calixto García su campaña en el 95, Aníbal Escalante Beatón, editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1978, p 344, 345, 346 y 347
Publicado en Memoria Holguinera Radio Angulo. Link:
Al recorrer la exposición personal 300 años y más, del artista Rolando Salvador Pavón Gómez en la galería El Zaguán, del Fondo Cubano de Bienes Culturales de Holguín, notamos que Pavón es un creador nada ingenuo, aunque asuma el naif –caracterizado por la espontaneidad, el autodidactismo de sus exponentes, los colores brillantes y contrastados y la perspectiva acientífica captada por intuición, que en muchos aspectos recuerda (o se inspira) en el arte infantil, incluso ajeno al aprendizaje académico– como la corriente artística con que se vale para expresar sus inquietudes diarias.
En Holguín donde el naif no es tendencia –aunque con la notable excepción de Julio Breff en Mayarí–, como sí lo es, por ejemplo, en ciertas zonas de Santiago de Cuba, Pavón, quien está al frente de la asociación de artistas plásticos de la UNEAC en la provincia, ha sabido armar una cosmogonía distinguible a simple vista en el contexto plástico local. Ha defendido su estética: sus cuadros no se parecen a otros, sus ciudades –siempre Holguín como inquietud primera– le pertenecen en todos sus matices.
Esta pertenencia habita en toda su extensión en 300 y más, una selección de piezas donde, como apuntábamos, la ciudad de Holguín es el eje del relato pictórico, y que viene a ser compendio de su amplio bregar para intentar captar –cosa que sin dudas Rolando Salvador ha logrado en estas obras– la idiosincrasia del holguinero en su ciudad, aquello que, aunque llevado a la figuración del naif, por momentos exagerada, por momentos ingenua, lo caracteriza sin dudas en la plástica local, y por tanto, en la nacional.
300 y más es una invitación para descubrir la ciudad desde varios ángulos: lo social, lo político, lo religioso, lo cultural… como parte de su raigambre identitaria. “Alejados de calificativos técnicos que impiden apreciar esencias, compartimos con el cronista del pincel, su regalo. La labor del orfebre del tejido intrincado de figuras icónicas, escenas y tradiciones culturales arraigadas en el pueblo. Entonces sentimos el musical fluido de las aguas dulces por las calles en la estación de las lluvias, el pitazo estremecedor del tren habanero que concita el bullicio de la gente que se dispersa a los campos cercanos o asistimos a una boda en familia o al cumpleaños del fuego que calienta más que el sol del trópico”, escribió el antropólogo José Millet en las palabras de catálogo de la muestra.
La Loma de la Cruz, epicentro de buena parte de los cuadros, los carnavales que peculiarizan los festejos estivales, el béisbol como pasión e identidad, eventos culturales como las Romerías de Mayo, el transporte público… son algunos de los elementos para asimilar y recorrer la muestra personal de Salvador Pavón, con curaduría y museografía de Danilo López, quien realizó la dirección general. Elementos identitarios de la urbe –el parque Calixto García, el estadio con igual nombre, el Gabinete Caligari, el propio Centro Provincial de Arte, el parque El Quijote, la Catedral San Isidoro, entre muchos otros– y sus habitantes, peculiarizan una poética para nada ingenua, sino al contrario: llena de guiños e acercamientos sociales y culturales: “Héroes anónimos”, “Sueños de cachorros”, “Homenaje al Rey”, “La boda”, “Cervantes en Holguín”, “Cumpleaños de abuela” y “Llegó la energía”, se encuentran entre las obras.
El artista, “con su fiesta de vivos colores y los dibujos de finos puntillismos” con los que celebra los 300 años y más de Holguín, “ha captado mejor que los historiadores el color local de la Ciudad de los Parques y nos permite viajar a su lado a una Romería de Mayo donde percibimos mejor las tonadas humorísticas del juglar El Guayabero, añade Millet.
La mirada de Salvador Pavón, cargada de los rasgos típicos del naif, pero no dependiente de ellos, viene a adentrarse en los entresijos de la ciudad de Holguín, siguiendo la mejor tradición insular que se ha apropiado de las urbes. Así revisita sus elementos identitarios, los hace suyos y nos lo muestra con la sugerente línea de su pincel (web Uneac).
En la calle Martí, justo en uno de los laterales del Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol, tiene su sede el Teatro Guiñol de Holguín, compañía que celebra en este 2022 su aniversario 50 en pos del desarrollo del arte titiritero y sus expresiones en la provincia y el país.
Antecedentes…
Los orígenes del Guiñol holguinero se relacionan con los antecedentes inmediatos de esta manifestación en la provincia, no tan fecunda en el arte del títere como otras, pero sí necesaria a la hora de historiar el panorama teatral cubano y sus múltiples convergencias. A lo largo del siglo XIX e inicios del XX, en las ciudades de Holguín y Gibara, sobre todo, eran comunes las representaciones teatrales y musicales, en cines y teatros como el “Wenceslao Infante” y el Teatro Colonial de Gibara, de zarzuelas, operetas, vodevil, danza…
Respecto al arte titiritero, uno de los primeros referentes conocidos es el quehacer del gibareño Modesto Centeno (1913-1985), quien realizó la adaptación del cuento popular La Caperucita Roja en 1943, gracias a un concurso efectuado en la Academia de Artes Dramáticas de la Escuela Libre de La Habana (ADADEL). Tiempo después, una de las figuras tutelares de esta manifestación artística en Cuba, Pepe Carril –nacido en el central Preston, Mayarí, en 1930– crea en el propio poblado holguinero, el Teatro de Muñecos de Oriente, en 1952. Luego Carril sería uno de los fundadores en 1963 del Teatro Guiñol Nacional, junto a los hermanos Camejo (Carucha, Bertha y Pepe) y el joven Armando Morales, director de ese colectivo hasta su reciente fallecimiento (La historia de Carril y los Camejo difuminada en el tiempo y en consiguientes periodos, ha sido rescatada gracias al trabajo de creadores como Norge Espinoza, Rubén Darío Salazar y el propio Morales).
No fue hasta inicios de 1959 cuando comienza a gestarse en la ciudad de Holguín la idea de hacer teatro para niños con el títere, y sus diversos formatos y estéticas, como protagonista.
Nacimiento: las luces del día del Teatro Yarabey
El 17 de mayo de 1959 los hermanos Arturo y Carlos Ricardo fundaron el Teatro de títeres para niños Yarabey –en voz aborigen “luz del día”–, creando así la primera compañía teatral que se gesta después del triunfo revolucionario en la ciudad y pilar del actual Guiñol de Holguín. Aunque hoy no se encuentra en activo por problemas de salud, Arturo Ricardo, uno de los fundadores del entonces Teatro Yarabey, cuenta con más de 37 años dedicados al arte de los títeres en la provincia, una impronta que no ha sido estudiada y que se va perdiendo, inexorablemente, con el paso del tiempo: “El Guiñol de Holguín se funda por iniciativa del director de Cultura, Silvio Grave de Peralta. Después del triunfo de la Revolución inician las primeras actividades culturales, entonces mi hermano y yo nos presentamos, y allí hicimos imitaciones de voces, humor teatral, y otras cosas. A Silvio le interesó mucho las voces que hacíamos, voces de niños, viejos, animales… que formaba parte de un programa que teníamos montado. Entonces nos dijo que él tenía pensado crear un proyecto y ya que nosotros teníamos esas cualidades de hacer voces podríamos hacerlo… Nos dijo que crearía un teatro de títeres para los niños, pues aquí no había nada parecido, solo el cine con las películas de Tarzán y otras más de entonces”, comenta Ricardo.
Lo que hoy conocemos como Teatro Guiñol de Holguín sufre por largos años las mudanzas y fusiones con otros proyectos de la provincia. En la aun inédita cronología cultural de Holguín, realizada por el investigador Zenovio Hernández, se sitúa la culminación del primer curso de Instrucción del Teatro el 4 de noviembre de 1963, y además, refiere del inicio del cursillo de teatro de títeres impartido por Arturo y Carlos Ricardo, el 4 de abril de 1964, en los estudios de la emisora provincial CMKO Radio Angulo. Los hermanos Ricardo se mantienen trabajando solos en Yarabey hasta 1965, cuando incorporan alumnos de secundaria básica y forman una brigada artística que actuaba dentro y fuera de la ciudad. Con esta brigada montaron obras de payasos, cuentos con muñecos y actores con máscaras: Las bodas del ratón Pirulero, La bruja que no era bruja y El hacha de oro.
Desde 1972 –fecha que marca el aniversario del Guiñol pues pasa a la categoría profesional– hasta 1983, asumió la dirección Felipe Betancourt del Río, quien contribuyó notablemente a la preparación del elenco, cuestión que conllevó a la calidad artística de muchas de las obras: Para reír y aprender, Lo que nos cuenta Din Don, La paloma Blanquiperla, Un día en el zoológico, De cómo la astucia venció al perro jíbaro, Las tres semillas, El conejo valiente, Armandito y las vacaciones, El rey del corral, Felo Jutía y El perro burlón.
En 1983, tras el fallecimiento de Betancourt, la dirección del Guiñol pasó por un período inestable hasta 1991: Alejandro Hiralda, Armando Vielza, Rubén Mulet, Fernando Gil y Marisela Espinosa, estuvieron al frente de la compañía en una época donde el teatro de títeres en Cuba se caracterizó por su marcado carácter didáctico y el reflejo de matices sociales, apoyado en adaptaciones de cuentos populares clásicos e historias cubanas, ubicadas, en su mayoría, en la campiña insular y sus delimitaciones. En esta nueva etapa presentan obras comoQuién puede más, El conejito Blas, El pájaro feo, La cucarachita Martina, El cocodrilo Tato, El caballito enano,Pedro y el Lobo, Un día en el teatro(Premio en guion en el I Encuentro Nacional de Guionistas de Espectáculos Infantiles, en 1986),El león hambriento y El chivo patijovero coliamarillo, obra que obtuvo el Premio en la categoría de música en el Encuentro Territorial Profesional de Teatro Infantil, en Ciego de Ávila, 1983, por el trabajo de Maricela Miranda, asesora musical del Guiñol desde 1982 hasta 2013.
Años de esplendor, la estética de Miguel Santiesteban
En 1992 asumió la dirección del grupo, por breve tiempo, la instructora de arte Grecia Lemus, y luego Marisela Espinosa hasta 1993, año en que el grupo se fusionó con Talismán, dirigido por Ángel Cruz. Ambos elencos acuerdan que Talismán sería un proyecto dentro del grupo fundacional; luego continúan trabajando con el nombre de Girasol. En esta etapa representaron piezas que caracterizarían nacionalmente el trabajo del Guiñol de Holguín: La Caperucita criolla, dirigidas por Ángel Cruz; Pelusín frutero, Un rayito de sol,La calle de los fantasmas,La muñeca de trapo yEl sol negro, dirigidos por Miriam Suárez, pieza que obtuviera en 1997 el Premio de la Ciudad de Holguín en Teatro en mano de los actores Marisela Espinosa y Mario Brito; y Los sueños de Verdolina,unipersonal de Marisela Espinosa, Premio de la Ciudad 1999 en actuación femenina, entre otras.
En 1998 asume la dirección artística Miguel Santiesteban, hasta el 21 de marzo de 2012, fecha de su fallecimiento. Bajo su dirección se abren nuevos y amplios horizontes en el teatro de títeres en Holguín, imprimiéndole mayor fuerza profesional con la línea espectacular y el trabajo con esperpentos en calles y teatros. Así se pusieron en escena obras clásicas en el repertorio del Guiñol: La cucarachita Martina,Historia de una muñeca abandonada(Premio de la Ciudad 2000, en actuación femenina, a Magali Mola), Sancho Panza en la Ínsula Barataria, obra del español Alejandro Casona, Espantajo y los pájaros,El chivo patijovero coliamarillo,El majá de Santa Manigua,El Conejito Blas,Las tres semillas,Galápagos, del holguinero radicado en México Salvador Lemis(Gran Premio del Festival de Teatro Máscaras de Caoba 2008, y Premio de la Ciudad 2009 en actuación femenina a Dania Agüero),El Ogrito, de la canadiense Suzanne Lebeau, y La calle de los fantasmas, del argentino Javier Villafañe (1909-1996). Quizá sea esta la obra más premiada del colectivo holguinero: Premio de la Ciudad 2002 en manipulación; Premios Avellaneda en actuación masculina y femenina, a Dania Agüero y Jorge del Valle, respectivamente, y en diseño a Karel Maldonado, en el Festival Nacional de Teatro de Camagüey, en 2002. Además, el Premio Caricato 2003 en actuación masculina y femenina, a los mencionados actores y los Premios en el Festival de Teatro para niños y jóvenes (Guanabacoa, 2003) en manipulación colectiva, música y diseño, así como los premios especiales de la revista Tablas, de la Unión Nacional de la Marioneta (Unima) y de la Asociación Internacional de Teatro para la Infancia y la Juventud (ASSITEJ). Por estos años el Guiñol realiza, además, una gira por México donde muestra parte de su repertorio.
Según Martha Proenza, actriz del antiguo bloque dramático del ICRT en Holguín y miembro del Guiñol desde 1982: “El problema recurrente que impedía una mejor concepción ideoestética del colectivo, recaía en que ninguno de los que habían dirigido espectáculos en aquella etapa eran egresados de escuela, sin formación académica. Se viene a concretar un cambio positivo cuando dirige Miguel Santisteban y con los diseños de Karel Maldonado. Una estética más encaminada a la calle y al público todo que lo potencia”.
Cuenta, por su parte, la actriz Dania Agüero Cruz, hasta hace poco directora del Teatro Guiñol de Holguín, que cuando ella se incorpora a trabajar en 1999, se acerca al experimentado Armando Vielza, actor, director, clown y realizador de sonidos en la radio: “Enseguida me acerqué a él para tratar de alimentarme de su experiencia y tratar de aprender. Armando Vielza cuenta, además, con un carisma especial para el clown. Su payaso era el auténtico payaso de circo. Un payaso diferente al que nosotros tuvimos como línea de trabajo. Desarrollaba situaciones, dentro de otras situaciones, y ahí armaba su historia”.
De aquellas propuestas comenta Vielza: “Lo espectacular primaba en nuestros montajes, así como el espectáculo de calle y la luz negra como líneas ideoestéticas. Dejamos de usar los títeres atrezados, y adoptamos a los títeres de telas rellenos con polietileno o esponja”. Añade que en el proceso creativo de Santiesteban, “la creación colectiva marcó la línea de dirección del grupo; Miguel seleccionaba las mejores ideas y las ponía en función de su idea como director. Él introdujo la espectacularidad y se amplió el uso del esperpento en espacios abiertos, la luz negra, con el uso de los títeres de piso, asesorados por mí. Maricela Miranda, Maricela Espinosa, Martha Proenza, continuaron con nosotros. Al paso de los años se incorporan nuevos actores y actrices: Dania Agüero, Migdalia Albear Camejo, Roberto Cera, Yuder Ortega, entre otros más, que llegaron después que salí del colectivo”.
Al respecto nos contó el maestro Armando Morales, Premio Nacional de Teatro, cuando visitó Holguín invitado a la Fiesta del Títere, organizada por el Guiñol holguinero: “Yo recuerdo que una vez fui jurado del Premio de la Ciudad en Teatro, y en el aspecto del teatro para niños y de títeres se le dio el Premio a Maricela Espinosa, que era una actriz de primer nivel. Después, con la renovación y la llegada de Miguelito Santiesteban, que fue alumno mío en el Isa, los espectáculos que montó en el Guiñol, con la imagen de Karel Maldonado, uno de los grandes diseñadores del teatro de figuras, aunque no se diga, llevaron a esa especialización que es el teatro de figuras, a un momento de gran envergadura para el arte y la cultura teatral, sobre todo la cultura que tiene que ver con el títere”.
El extraño caso…
Tras el fallecimiento de Miguel en 2012, el Guiñol continúa trabajando en la puesta en escena que el director dejara adelantada: así se estrena Ruandi, obra del dramaturgo Gerardo Fulleda León,como homenaje a su dirección artística y su legado.Asume la dirección Dania Agüero y estrenan Payasoñar (Premio de la Ciudad a la mejor puesta en escena en 2014) y Los tres cerditos. Igualmente continúan representando obras conocidas dentro de su repertorio, siguiendo la estética de Santiesteban y el trabajo de otro imprescindible para el grupo, Javier Villafañe. Las sonrisas agradecidas de los niños en cada función, aseguran ellos, es el mejor premio posible al esfuerzo y la creación artística teatral.
Dirigido por la joven actriz Karel Fernández, estrenó recientemente El extraño caso de los espectadores que asesinaron a los títeres, de Salvador Lemis, puesta que se presentará en esta edición del Teatro Joven. Hoy el Teatro Guiñol de Holguín es uno de los colectivos teatrales con una importancia medular en el escenario teatral holguinero y el arte titiritero en sentido general: sus 50 años en escena y la realización de la Fiesta del Títere, evento que protagoniza cada año con el objetivo de llevar a las comunidades holguineras y al público variado, el teatro infantil y el arte titiritero en sus múltiples resonancias y estilos, lo demuestran con significativas creces. Enhorabuena, entonces, el hermoso y útil arte del Teatro Guiñol de Holguín que celebra sus cinco décadas entregado al arte del títere.
Es difícil ver a la maestra Maricel Godoy y no asumirla como la madre de Codanza, compañía a la que le ha dedicado 30 años de su vida. Aunque reconoce que cuando nació este colectivo, el 25 de septiembre de 1992 “era tan solo el sueño de un grupo de chiflados por el baile”. Desde entonces Maricel y sus bailarines “a golpe de dedicación” se han convertido en orgullo de la cultura holguinera y cubana.
Es difícil ver a la maestra Maricel Godoy y no asumirla como la madre de Codanza, compañía a la que le ha dedicado 30 años de su vida. Fotos: Carlos Rafael
Codanza desde ese momento asume consecuentemente el slogan de Fuerza, Vitalidad y Destreza, y en ello les va la vida. “El virtuosismo es necesario, pero es más importante la credibilidad de la interpretación, el dominio de la técnica. Por eso insisto tanto en que es imposible llegar al corazón del público si ese bailarín no se cree lo que hace”, comentó la maestra.
La pieza fundacional, afirman, fue Tridireccional, interpretada por Rosario Arencibia, Gilberto Pérez, Rosario Hernández y Wilber Pérez. Y con estos primeros pasos pretendían la aprehensión e interpretación contemporánea de las aspiraciones más sublimes y nobles de cuanto mueve y concierne al ser humano a través de la danza. Sin embargo, cuando la compañía fue aprobada como tal por el Consejo de las Artes Escénicas, en 1994, ya tenía cerca de 15 obras creadas.
Este viene siendo entonces el origen de Codanza, un colectivo que es considerado por la crítica especializada como una de las mejores compañías escénicas del país, y que ha realizado múltiples giras internacionales en España, México, Venezuela, Alemania, Suiza y Austria. A su vez, importantes premios de interpretación y coreografía avalan también su trabajo, pero Maricel insiste en que “el mejor de todos llega cuando el público asiste a las funciones y nos ovaciona”.
En 2013, Vladimir Malakhov viajó a Holguín y obsequió su “Regalo de Malakhov para Cuba”, y esa sería la semilla que germinó en 2014 y que convirtió a la compañía en anfitriona del Concurso de Danza del Atlántico Norte Codanza y Grand Prix Vladimir Malakhov, un certamen que busca estimular el trabajo de los jóvenes bailarines cubanos y de varias partes del mundo. Un evento esperado cada año por el público holguinero, con el deseo de que este certamen convierta a Holguín en la capital cubana de la danza.
Este año se celebran los 30 de Codanza, una edad que marca, como un parteaguas, el rumbo de proyectos, sueños y anhelos; y la maduración plena de una compañía que se renueva constantemente en pos de la belleza y la osadía conceptual en la que se articulan sus discursos.
Codanza desde ese momento asume consecuentemente el slogan de Fuerza, Vitalidad y Destreza, y en ello les va la vida. Fotos: Carlos Rafael
Por ello, y celebrando además el Día Mundial de la Danza, en Holguín se desarrolló una amplía jornada de presentaciones en el Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol que incluyó la participación de estudiantes de esta especialidad de la Escuela Vocacional de Arte Raúl Gómez García de esta ciudad, un centro educacional que tiene en Codanza a la mejor de las maestras y madres. También se presentaron los estudiantes de Nivel Medio de la Escuela Profesional de Arte Alfredo Velázquez Carcasés, de Guantánamo.
De manera muy especial, como parte de este amplio programa, el público holguinero volvió a disfrutar del arte de la Compañía de Danza Contemporánea Danza del Alma, de Villa Clara, con la obra “Cuadrilla o ¿Historia mal contada?”, bajo la dirección general del maestro Ernesto Alejo Sosa.
Cerrando el telón de estas presentaciones, Codanza, por su parte, repuso la pieza “Árbol de fuego”, del maestro cubano Pepe Hevia. Una obra donde Hevia expresa mediante una arquitectura grupal en los cuerpos versátiles y jóvenes de esta compañía holguinera, las influencias del retorno a las raíces, el regreso a la isla, al hogar como sitio para el rencuentro.
También volvieron sobre “Casita”, obra concebida especialmente para Codanza por el coreógrafo estadounidense Robert Priore. Pensada para enaltecer las posibilidades técnicas del elenco, la propuesta trabaja con la capacidad tanto física como espiritual del bailarín. A decir de su autor, “Casita” es una coreografía que parte desde matices autobiográficos, explora la interioridad familiar y las dudas de los individuos.
De esta manera marcan su horizonte treintañero, junto a estas dos, piezas como: “Ritual”, “Año cero”, “Pasajera la lluvia”, “Muerte prevista en el guion”, “El banco que murió de amor”, “La fuente de agua salá”, “Memoria fragmentada”, “Tráiler”, “El segundo sexo” y “Ofrenda de toro”.
Codanza, un colectivo que es considerado por la crítica especializada como una de las mejores compañías escénicas del país. Fotos: Carlos Rafael,
Llena de triunfos y ovaciones llega Codanza a sus 30 años, con un encanto que perdura a través del tiempo; y Maricel sigue siendo la madre, esa que sueña con hacer de Holguín la Ciudad de la Danza, con viajar y conquistar el mundo con su compañía, siempre con mente y corazón abiertos a la creación.
Desde 1984 se celebra formalmente cada 18 de abril el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, una efeméride impulsada por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), junto con la aprobación de la UNESCO.
Desde 1984 se celebra formalmente cada 18 de abril el Día Internacional de los Monumentos y Sitios. Foto: archivo
La fecha intenta sensibilizar y, a la vez, promocionar la riqueza que posee la humanidad en cuanto a patrimonios históricos, así como fomentar su conservación y protección.
Este año el tema que protagoniza los festejos es “Patrimonio y Clima”, el cual incita a desarrollar una acción climática inclusiva que tenga en cuenta la protección del patrimonio cultural frente a los impactos climáticos adversos.
En fechas previas se ha dedicado la celebración a diversas temáticas relevantes para el desempeño de quienes protegen institucionalmente los prominentes espacios sociales y naturales, implicando no solo a estos actores, sino a la sociedad en general, para crear una conciencia sobre su salvaguarda.
Según la Lic. Georgelina Miranda Peláez, la provincia posee un total de 49 bienes del patrimonio declarados por la Comisión Nacional de Monumentos, de ellos 2 son Patrimonio de la Humanidad, 20 Monumentos Nacionales, 11 Monumentos Locales, 3 Zonas de Protección y 16 Locomotoras a vapor declaradas Patrimonio de la Nación Cubana.
El Parque Nacional “Alejandro de Humboldt” y la “Tumba Francesa” de Bejuco (Obra Maestra del patrimonio oral e inmaterial de la Humanidad) destacan en la lista del patrimonio histórico holguinero. El primero de ellos asume la costa Norte oriental, desde Bariay en Rafael Freyre hasta Baracoa, con una flora y fauna, ecosistema marino y terrestre extraordinarios, por lo que merecen esta designación conferida por la UNESCO, ostentando también las categorías de Parque Nacional, Monumento Nacional y Área Protegida. “Alejandro de Humboldt” es una de las Áreas Protegidas más importantes del país por su biodiversidad, destacándose la riqueza y endemismo, representante del más grande remanente de los ecosistemas montañosos conservados en Cuba.
Este año el tema que protagoniza los festejos es “Patrimonio y Clima”. Foto: archivo
Por su parte, la “Tumba Francesa” de Bejuco se ubica en la zona montañosa de Sagua de Tánamo, en el poblado rural intrincado denominado “El Bejuco”, espacio donde el grupo portador natural declarado por la UNESCO-junto con las Tumbas Francesas de Santiago de Cuba y Guantánamo, por resultar un patrimonio oral de las tradiciones cafetaleras nacidas al calor de la fusión de las culturas francesa, haitiana y cubana en esta región-, mantienen vivos los bailes, canciones e instrumentos típicos, únicos, costumbres transmitidas de generación en generación.
En Holguín existen además veinte Monumentos de categoría Nacional, entre los que destacan “La Periquera”, emblemática edificación colonial de estilo morisco, con gran prestancia y valor arquitectónico, escenario del acontecer local, de trascendencia histórico-cultural; la Casa Natal de Calixto García Iñiguez, cuna del insigne patriota, e inmueble típico de la arquitectura colonial convertido en Museo Memorial: en sus salas se exponen objetos, fotos, maquetas y documentos sobre la vida del destacado patriota, su familia, las tropas que le acompañaron en su batalla independentista y ante la intromisión norteamericana en la etapa final de la guerra.
El Conjunto Monumentario Plaza de la Revolución, Mausoleo al Mayor General Calixto García y el Bosque de los Héroes, la Casa del Teniente A Gobernador, el Sitio Histórico Loma de Hierro y el Centro Histórico, ambos del municipio Gibara, engrosan esa larga lista donde resaltan otros nombres como el Centro Cultural “Félix Varona Sicilia”, ubicado en el poblado de Velasco, municipio Gibara, la Bahía de Bariay y su entorno natural, del municipio Rafael Freyre, el Cementerio aborigen “Chorro de Maíta”, ubicado en Banes; así como otros de menor conocimiento popular, pero de igual grado de relevancia, tal es el caso de la “Travesía 1”, sito en el municipio Urbano Noris, el cual se asocia al recorrido realizado por José Martí desde Playita de Cajobabo hasta Dos Ríos-del 11 de abril al 19 de mayo de 1895-, antes de caer en combate; el Sitio Natural Puente de Bitirí, único de su tipo conocido en la geografía cubana, con una extraordinaria belleza y paisajismo, por lo que se precisa su conservación, unido al entorno natural; o las Cuevas de Sao Corona, lugar donde en la Guerra de 1895 se reeditó el periódico mambí “El Cubano Libre”, bajo las órdenes de Antonio Maceo, ambos ubicados en Cueto.
No podía faltar en esta lista el Conjunto Histórico de Birán, erigido en el territorio holguinero que antes se mencionó, edificado por Ángel Castro Argíz, e integrado por construcciones domésticas, productivas, comerciales y de servicios, donde la familia Castro Ruz forma un sitio o núcleo comunitario atípico; lugar donde nacieran y desarrollaran su niñez y juventud los líderes del proceso revolucionario que triunfara el 1ro. de enero de 1959.
Según la Lic. Georgelina Miranda Peláez, la provincia posee un total de 49 bienes del patrimonio declarados por la Comisión Nacional de Monumentos. Foto: archivo
El Paisaje Cultural del Cobre y Sitios del Camino de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, Cayo de la Virgen y Barajagua; el Combate de San Ulpiano; o los Planos Inclinados del municipio Mayarí, se suman, entre otros, a estos espacios de elevado valor patrimonial histórico, los cuales ameritan su sensibilización y promoción en pos de salvaguardar los valores que revisten.
Once Monumentos Locales engrosan este prolífico legado patrimonial que posee el territorio nororiental; la Casa Natal de René Ramos Latourt, en el municipio de Antilla, construcción doméstica donde naciera este valeroso luchador, de los primeros cubanos incorporados al M-26-7 y a la lucha en la Sierra, Jefe de la Columna No.10; el Faro Cabo de Lucrecia, inaugurado en Banes el 10 de octubre de 1868, para el control y orientación a los navegantes en el Atlántico, uno de los pocos faros que datan de esta época, con una construcción típica en correspondencia con la Orden Real, recientemente restaurado además y que mantiene su uso; la Cueva de Waldo Mesa, Río Seco, del propio territorio costero, sitio arqueológico, cueva con pintura rupestre, manifestación del arte precolombino; el Hogar de Ancianos “Jesús Menéndez”, ubicado en la cabecera provincial, antiguo Hospital San Juan de Dios, uno de los pocos hospitales construidos en la época colonial en Cuba, con una arquitectura de altos valores patrimoniales, edificado además sobre una planta en U; y otro de igual o mayor relevancia para la Ciudad de los parques, el Sitio Arqueológico El Yayal, que se incorporó recientemente a la lista; destacan en la geografía y en entramado sociocultural de la Isla.
Tres Zonas de Protección completan el prominente legado patrimonial histórico holguinero, ellos son el Conjunto histórico urbano sistema de plazas de la ciudad de San Isidoro de Holguín, el Sitio Histórico de Mala Noche, ubicado en el municipio Calixto García, y la Zona de valor histórico cultural del Batey del Central Guatemala, antiguo Preston, en Mayarí.
Como parte del Patrimonio de la Nación Cubana se registra el inventario de las 16 locomotoras a vapor, físicamente existentes en la provincia, ubicadas en los municipios de Rafael Freyre (9), Báguano (4), Cacocum (1), Frank País (1) y Banes (1).
Once Monumentos Locales engrosan este prolífico legado patrimonial que posee el territorio nororiental. Foto: archivo
Sin lugar a dudas motivo de orgullo para los holguineros contar con tan valiosas posesiones, las cuales implican un alto grado de responsabilidad, no solo de quienes laboran en las instituciones encargadas de su salvaguarda, sino de todos los que compartimos el terruño del oriente cubano, principales actores encargados de perpetuar la historia y valores que estos espacios revisten para el disfrute de futuras generaciones.
(Con información del Sitio www.icomos.org y de la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos)
No voy a hacerles otro relato chovinista holguinero, que ya de esos hay de sobra, por ese orgullo que nos carcome a los nacidos en el nororiente de Cuba. Esta vez me place narra algunas horas junto a tres ilustres hijos de esta tierra, que quiso la suerte además llevasen los mismos apellidos: Pérez Concepción.
El Taller de Historia Local “Hernán Pérez Concepción”, constituye el pretexto perfecto para reunir a los pobladores de Mir. Foto del autor
Un periplo singular es el que se hace en una guagua con historiadores pues, a la vez que se aprende de ese patrimonio nuestro que es la memoria de la Isla, entre las personalidades de Maceo, Calixto, Gómez o Martí, salta una que otra broma que ameniza el más largo trayecto.
El Taller de Historia Local “Hernán Pérez Concepción”, constituye el pretexto perfecto para reunir a los pobladores de Mir, comunidad perteneciente al municipio holguinero de Calixto García, en ese empeño por salvaguardar el prominente patrimonio cultural que guarda la región. Alrededor de 8 ediciones tiene este encuentro donde se debaten temas medulares relativos a la historiografía local y nacional.
Este 31 de marzo devino además en fecha sumamente significativa, ya que convergieron por primera vez en el poblado calixteño, luego de varios años de ausencia, los hermanos Pérez Concepción.
Como era de esperarse la temática principal del encuentro que auspicia el Museo del IV Frente Oriental Simón Bolívar, constituyó los orígenes de la familia Pérez Concepción, un pilar dentro de la historia local y nacional, si se tiene en cuenta el encomiable bregar de los hijos de surgidos del matrimonio entre Manuel y Virgilia.
En primera instancia Hebert, Premio Nacional de Historia, habló de su padre, para colmar de emociones la mañana en un pueblo que le trae muchos recuerdos filiales de su infancia y adolescencia, así como de todo aquello que tiene que ver con la historia nacional, de sobrada presencia en este sitio histórico.
Al recibir el Premio Nacional de Historia, las palabras de agradecimiento de Hebert devinieron en evocación de la figura paterna y también como agasajo para ese pueblo: “Manuel Mellín Pérez es un caso especial, en su condición de revolucionario y con una calidad humana superior. Un legado de amor por la historia y cuatro hijos que harían oficio de historiadores”, destacó el prominente investigador.
Este 31 de marzo devino además en fecha sumamente significativa, ya que convergieron por primera vez en el poblado calixteño, luego de varios años de ausencia, los hermanos Pérez Concepción. Foto del autor
Por su parte Hernel, Premio Nacional de la Crítica Histórica, ofreció pormenores sobre una ponencia relacionada con su familia, la cual presentará próximamente en Santiago de Cuba con motivo de un evento de lucha insurreccional; una suerte de síntesis biográfica de sus padres hasta 1959, realizada a través de cartas, documentos y entrevistas que implican a ambas figuras.
Nacido en santa Rosalía, actual Rafael Freyre, en julio de 1911, Manuel Pérez y su familia se trasladan para esta zona en busca de mejor situación económica debido a la ubicación aquí del ferrocarril central. En mayo de 1929 se conoció la familia Pérez Concepción durante un viaje de su padre a Barajagua, en su encuentro con Vigilia Natividad “Gino” Concepción Martínez, natal de esta zona, un 24 de diciembre de 1912. Es necesario señalar que Vigilia renegó siempre de su nombre y se puso Virginia, como todos la conocieron en lo adelante.
Una historia de amor, en su amplio sentido de la palabra, hilvana los sucesos donde no solo resalta la relación de pareja y hacia sus hijos, sino la dedicación a la lucha por sus derechos y la liberación nacional, en dependencia de la etapa que vivieron, si se tiene en cuenta que durante su juventud y madurez transcurre entre periodos convulsos dentro de la República, hasta llegar a la Guerra de 1956, donde siempre desempeña un rol importante la familia Pérez Concepción; todo ello sin dejar de mencionar el papel de otros núcleos filiales del poblado, prominente zona de acontecimientos históricos hasta convertirse en la Comandancia del IV Frente Oriental Simón Bolívar.
Un compendio de anécdotas interesantes sobre determinados momentos de la lucha y toda la tensión que causó, así como el temor por la vida, mucho más de los pobladores, es narrado por Hernel, incluso anotando anécdotas de momentos que marcaron su temprana edad, perseguido en ocasiones por el Ejército de Batista.
No podía faltar durante la jornada matutina la historia del surgimiento del ferrocarril central en la zona de Mir, poblado que lleva su nombre por el apellido del propietario de ese terreno antes de construir la estación y la prominente vía que trajo consigo el crecimiento económico y social de los poblados que se construyeron aledaños a ella.
Como era de esperarse la temática principal del encuentro que auspicia el Museo del IV Frente Oriental Simón Bolívar, constituyó los orígenes de la familia Pérez Concepción. Foto del autor
Heriberto “Chichí” Vázquez, historiador de la zona, señaló el impacto de la figura de Manuel Pérez por su humildad, humanismo, nobleza, “por como teniendo poco era capaz de darlo todo a quienes necesitaran su ayuda. Eso a parte de su compromiso revolucionario, que viene también del hervidero político que fue en ese momento Mir, con movimientos liderados además por Hernán, hermano mayor de los Pérez Concepción, y figura cimera de este movimiento en el poblado, organizador incansable de los focos de lucha”.
Conocedor y fiel defensor de su historia es “Chichí”, como cariñosamente le conocen, quien atesora con dedicación cada detalle que implique a su poblado, orgulloso además de los hijos ilustres de este pueblo, entre ellos los hermanos Pérez Concepción.
La convocatoria durante el encuentro de Georgelina Miranda Peláez, prominente investigadora local, fue a insertar para el próximo año a los niños y jóvenes de Mir para que participen con sus trabajos en el Taller, elemento imprescindible para vincular a las nuevas generaciones con la historia de la patria. El encuentro fue propicio además para exhortar a la creación de una Sección de Base de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC) en ese poblado al oeste holguinero, donde existe un trabajo sostenido con la historia local y nacional.
En tanto, Hiram, Premio Provincial de Historia en 2021 y Presidente de la UNHIC en Holguín, destacó su recuerdo con mucha nostalgia de su niñez aquí, 11 años antes de trasladarse para Barajagua; al tiempo que exhortó a crear las condiciones necesarias para preservar la historia y el patrimonio cultural tangible e intangible de la localidad.
Para finalizar el emotivo encuentro, el Museo Municipal entregó a los tres hermanos una réplica del Monumento al IV Frente, confeccionada por el artesano Ariel Pozo Moreno; al tiempo que obsequió los textos Frente guerrillero de Pinar del Río a Yolanda Pérez Pérez, investigadora de la zona, y Un hombre en Revolución a Chichí, historiador de la localidad.
La convocatoria durante el encuentro fue a insertar para el próximo año a los niños y jóvenes de Mir para que participen con sus trabajos en el Taller. Foto del autor
El 31 de marzo es una fecha sumamente especial para la historia del pueblo de Mir, cuna del IV Frente Oriental y hervidero insurreccional donde se gestó parte importante de la lucha en el llano oriental, de ahí que para sus habitantes, como bromeó Hiram, sea «el pueblo más importante de Holguín».